- Realizarse algún examen médico o un
análisis de sangre más confiable
Cierto tipo de pruebas médicas se
realizan en ayunas; esto se debe a motivos fisiológicos, ya que se pretende
obtener una muestra en condiciones normales y algunos parámetros cambian
después de ingerir alimentos (como es el caso del colesterol). También se debe
a que los valores de referencia están estandarizados a partir de análisis de
población sana y en ayunas.
- Hacer una huelga de hambre en forma de
protesta
Hay gente que busca una reacción
favorable ante alguna petición a una persona, un grupo de personas o una
institución organizada; por tal razón, se abstienen de comer y/o beber para
ejercer presión. A veces logran su objetivo; otras veces no.
- Lograr resultados en el ámbito espiritual:
* El ayuno favorece el desarrollo del
dominio propio y el autocontrol porque se domina mejor la fuerza de la voluntad.
* Hay mayor sensibilidad espiritual
porque se consigue una visión interior más clara y profunda que nos dispone para
ser sensibles al Espíritu. Entonces, se puede establecer una comunicación más
directa con Dios puesto que se despiertan más los sentidos. Así pues, se
promueve la devoción personal, la fe, la entrega y la humillación del alma y el
cuerpo ante la presencia de Dios. En este tiempo de ayuno, el alma es más propicia
para enfocarse más en la meditación y la oración en comunión con Dios.
* En el ayuno, el corazón se puede abrir
mejor al perdón porque favorece la sanación de rencores y resentimientos.
* En momentos de especial necesidad, el ayuno puede ayudarnos a enfocar
toda nuestra energía y nuestra atención para buscar a Dios y entender su
voluntad, al mismo tiempo que da más fuerza a nuestras oraciones.
- Presentar oraciones, ruegos y adoración ante Dios
En muchas culturas y religiones se
asocia el ayuno a la espiritualidad como una forma de sacrificio, de fortaleza
ante las tentaciones, de limpieza de impurezas y se busca un estado de
disposición a la oración. Miremos algunos ejemplos:
* Los judíos ayunan actualmente una vez
al año (entre septiembre y octubre) en la fiesta del Yom Kippur (significa día
del perdón); éste es el día de la expiación, el arrepentimiento y la
reconciliación, y es considerado el día más santo y más solemne del año judío
(posteriormente, se ampliará esta información).
* Los musulmanes ayunan todos los días durante
el mes del Ramadán (el noveno mes del calendario musulmán-entre agosto y
septiembre).
* Los mormones ayunan 24 horas el primer
domingo de cada mes.
* Hay cristianos que suelen ayunar un
día o varios días de forma regular o esporádica (sea individualmente o en
grupos).
c.
El ayuno fue practicado en el A.T.
El ayuno no es nada nuevo en la sociedad
humana porque desde hace miles de años, culturas tanto de oriente como de
occidente han practicado diferentes periodos y tipos de ayuno. Asimismo, en el
A.T. de la Biblia encontramos múltiples referencias al ayuno. Por ejemplo, la Escritura describe diversas
situaciones y ocasiones cuando Israel como nación buscaba a Dios con oración y
ayuno pero también lo hicieron personajes del A.T.; miremos lo siguiente:
- Moisés ayunó 40 días 2 veces en el monte Sinaí.
* Después del primer ayuno, Moisés recibe los Mandamientos del Señor escritos
en dos tablas de piedra con el dedo de Dios para el pueblo de Israel.
“Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de
piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en
el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y me dio
Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba
escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio
del fuego, el día de la asamblea. Sucedió al fin de los cuarenta días y
cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del
pacto” (Dt. 9:9-11).
* El segundo ayuno de Moisés fue después que pasara el juicio de Dios
sobre Israel por la adoración al becerro de oro. En esta ocasión, Moisés subió
al monte Sinaí por orden directa de Dios ya que él había quebrado las primeras tablas
que contenían los mandamientos del Señor (Éx. 34:1-3); una vez allí en el
monte, Moisés estuvo 40 días y 40 noches sin comer pan ni beber agua y escribió
por sí mismo los 10 mandamientos que estaban en las dos tablas anteriores (Éx. 34:28).
Este episodio lo narra también Dt. 10:10 señalando que fueron 40 días y noches,
al igual que el primer ayuno.
En estos dos periodos de ayuno Moisés intercede por su pueblo y el Señor
le concede no castigarlos por causa de sus rebeliones (Dt. 10:10).
Nota: es imposible para el cuerpo humano sobrevivir a un ayuno sin agua por
más de 4 días pero aquí vemos la mano de Dios sobre Moisés porque solo la
intervención divina en este caso sería la explicación para que Moisés aguantara
tanto tiempo sin agua. Así pues, lo más sensato sería pensar que Dios hidrató
de forma sobrenatural el cuerpo de Moisés para poder resistir a este periodo de
ayuno. Ahora bien, según la ciencia, una persona puede estar 2 meses sin
alimentarse como máximo; sin embargo, todo depende de las circunstancias y del
clima.
- En la Ley de Moisés, Dios ordenó a los israelitas dedicar un día al
año para la reconciliación con él y la idea era afligir el alma ante Dios en
oración y arrepentimiento. Este tiempo de recogimiento y retiro espiritual
daría lugar a la reflexión para que cada israelita examinara su corazón y su vida
ante la presencia de Dios.
“Cuando yo os quebrante el sustento del pan, cocerán
diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y
comeréis, y no os saciaréis. Si aun con esto no me oyereis, sino que
procediereis conmigo en oposición, yo procederé en contra de vosotros con ira,
y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados. Y comeréis la carne de
vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas” (Lv. 23:26-29).
La abstinencia de comida era requisito
de la Ley únicamente en el día de la expiación (Lv. 16:29-34). En este día,
todo el pueblo de Israel se afligía delante del Señor y traían ofrenda grata
delante de Jehová (Lv. 16); éste era el día en que el sumo sacerdote entraba al
lugar santísimo para ofrecer sacrificios por sus pecados y por los pecados de
todo el pueblo y era solo una vez al año. En este día nadie trabajaba y era
completo día de reposo, dedicado para Dios y para reconciliación con él. El
horario era desde las 6 de la tarde del día noveno (día anterior) hasta las 6
de la tarde del día decimo (día siguiente).
Aparte de este día nacional de ayuno,
cada israelita tenía la libertad de optar por esta práctica en otros momentos
(2 Sam. 12:16-23). Por otro lado, al regreso del exilio de Babilonia se
establecieron cuatro ayunos al año (mes cuarto, quinto, séptimo y décimo) para
recordar los días de la cautividad (Zac. 7:1-6; 8:19). Sin embargo, Dios no
aprobó la actitud de estos ayunos porque no se hicieron con un corazón recto y
anunció que estos ayunos se convertirían en gozo, alegría y fiesta por la
restauración del Señor en su pueblo, es decir, que el dolor y la desesperación
de su pueblo en estos días de ayuno sería superados por la bendición de Dios.