lunes, 6 de febrero de 2017

Otras reflexiones sobre Creación y Evolución Parte I

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a. Teoría de la Brecha

La Teoría de la Brecha fue propuesta inicialmente en 1814 por un ministro escocés llamado Chalmers. Fue durante este período que los científicos comenzaron a enseñar que la edad de la tierra era billones de años. Como respuesta a la comunidad científica, Chalmers teorizó una "brecha" en el tiempo entre Gn. 1:1 y Gn 1:2. Probablemente sus motivos fueron bien intencionados, pero no existe ninguna razón basada en las Escrituras para deducir que tal brecha alguna vez existió.

La Teoría de la Brecha afirma que las edades de la evolución (los períodos y eras de la "ciencia moderna") ocurrieron antes de los seis días bíblicos de la Creación, pero formaron parte del proceso creativo de Dios. Según dicha teoría, estas eras terminaron entonces con un cataclismo, seguido de un período de rellenado, de acuerdo a las siguientes instrucciones de Dios en Génesis: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gn. 1:28).

Podemos relacionar el concepto moderno de "rellenar" al de volver a llenar el vaso de soda en un restaurante de comida rápida, cuando "volvemos a llenar" un vaso medio vacío. Pero la palabra rellenar en inglés "replenish" ha cambiado de significado desde que la versión King James de la Biblia fue escrita en 1611 d.C. En ese tiempo, la palabra hebrea "varón" [ma-lay] era usada en lugar de la palabra "replenish" y significaba "llenar" como en un acto inicial de finalización. La palabra "replenish" (rellenar), no tomó el significado de "volver a llenar" hasta que fue incorporada al lenguaje inglés cerca de 1650 d.C. La palabra hebrea para "replenish", en el sentido de "volver a llenar lo que una vez estuvo lleno", es "shana". Gn. 1:28 usa la palabra "varón" en el texto original hebreo. Así que Dios le dijo a Adán "llenad la tierra" y no implicaba volver a llenar o rellenar lo que una vez estuvo lleno, o completo.

Probablemente el mayor problema de la teoría de la Brecha es que pretende hacer responsable a Dios de la creación del mal. La teoría implica que Dios usó los métodos de muerte y descomposición en una escala global por billones de años para lograr algún propósito en un mundo primitivo. Supuestamente, los fósiles y los registros geológicos, a los cuales la teoría trata de ubicar antes de Gn. 1:2, son el testimonio directo de esta violencia y muerte. Sin embargo, Pablo escribe acerca de la manera en la cual Cristo destruirá al último enemigo - la muerte: “Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de Sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte” (1 Cor. 15:25, 26).

La muerte no puede ser interpretada como un beneficio que Dios instituyó para ayudar a la humanidad o a la Creación. El Evolucionismo enseña que la muerte es parte de un proceso que la naturaleza usa para renovar continuamente cada especie y permitir la adaptación al medio ambiente (supervivencia del más apto). No obstante, la Biblia claramente enseña que la muerte es el resultado de la rebelión de Satanás y del pecado de Adán y Eva, y no algo que Dios creó durante el período de tiempo que los teorizadores de la Brecha creen que existió entre Gn. 1:1 y 1:2.

La teoría de la Brecha ha sido defendida por muchos pero en realidad involucra numerosas falacias serias. En general, expertos bíblicos contemporáneos y científicos no aceptan esta teoría. Además, no existe ningún apoyo en las Escrituras para ninguno de sus alegatos que pase la prueba de una sana interpretación bíblica.

b. El diluvio

El diluvio (también conocido como el diluvio de Noé) es el cataclismo mundial que devastó totalmente la tierra en algún momento entre el 2000 y 3000 a.C. De acuerdo con el Génesis, capítulos 6 al 9, la humanidad en la tierra se había degenerado de tal manera que Dios, en su soberanía, decidió depurar la tierra. Él por gracia escogió salvar a una sola familia y a una variedad de representantes del reino animal para repoblar la tierra después de que las aguas del diluvio retrocedieran. A Noé, el patriarca de esta familia escogida, el hombre que halló gracia ante los ojos de Dios (Gn. 6:8), se le ordenó construir un arca inmensa. Esta arca (también conocida como el Arca de Noé) fue el instrumento de su salvación y la de su familia. Tras la desgracia, ocho sobrevivientes humanos desembarcaron del arca. Estos ocho fueron todo lo que quedó de la raza humana: Noé, su esposa, sus tres hijos, y las tres esposas de sus hijos (1 Ped. 3:).

De acuerdo a la Biblia, cada humano que ha vivido desde el diluvio es un descendiente directo del pequeño remanente de Noé. Se concluye lógicamente, que a pesar del relativo aislamiento de las varias culturas que han florecido desde el diluvio, debido a que cada cultura desciende directamente de los sobrevivientes del diluvio, tradiciones de este evento traumático deben ser abundantes y universales, habiendo sido pasadas de generación en generación. Ciertamente, las tradiciones acerca del diluvio son abundantes y universales. Literalmente, cientos de tradiciones acerca del diluvio han sido preservadas a través del mundo, abundando en Europa, Asia, África, Australia, y las Américas. Colectivamente, estas tradiciones acerca del diluvio sirven para corroborar el relato bíblico del diluvio del Génesis. Estas tradiciones acerca del diluvio que han permanecido incluyen dos de las más antiguas historias que han sobrevivido los embates del paso del tiempo: El clásico de China "Hihking", y el poema épico "Gilgamesh" de Babilonia. Estas leyendas de diluvios son extraordinariamente consistentes, considerando el relativo aislamiento de las culturas, la cantidad de tiempo que pasó desde el Diluvio, y la tendencia humana a embellecer y exagerar las historias con el tiempo.

Muchos ateos y escépticos llaman el relato bíblico del Diluvio como el mito del Diluvio, pero muchas evidencias en la corteza de la tierra apuntan a que es un relato histórico real y nos deja una enseñanza acerca del juicio de Dios por el pecado de la humanidad.

Considere el registro fósil: Billones de cosas muertas sepultadas en sedimento ("roca disuelta por agua") encontradas por toda la tierra. El geólogo, Dr. Hohn Morris explica: "Las rocas sedimentarias, por definición, se forman por los sedimentos de fluidos en movimiento (agua), y están hechas de piezas de roca u otro material que existió en alguna otra parte, y fue erosionado o disuelto y re-depositado en su lugar presente" (John D. Morris, The Young Earth, 2001, p. 51). Más del 70% de la superficie de la tierra es roca sedimentaria (el resto de la superficie de la tierra es roca ígnea volcánica y roca metamórfica). En estas capas de roca sedimentaria, los geólogos han encontrado cosas muy extrañas. Por ejemplo: Árboles fosilizados sepultados en todos los ángulos, al revés, derechos, a menudo pasando a través de múltiples capas de roca, obviamente el resultado de un cataclismo marino. Estos fósiles "poli estratos" (poli, significa más de uno; estrato, significa capa de roca) son un fenómeno mundial.

Considere las proporciones de las cosas muertas que encontramos sepultadas en esta roca sedimentaria: "El 95% de todos los fósiles son invertebrados marinos, particularmente mariscos. Del 5% restante, el 95% son algas y plantas fosilizadas (4.74%). El 95% del 0.25% restante consiste de otros invertebrados, incluyendo insectos 0.2375%). El restante 0.0125% incluye todos los vertebrados, mayormente peces. El 95% de los pocos vertebrados terrestres consta de menos de un hueso (por ejemplo: solo cerca de 1.200 esqueletos de dinosaurios han sido encontrados)" (John D. Morris, The Young Earth, 2001, p. 70).

Considere también los abundantes restos de fósiles de vida marina encontrados sobre cada cordillera del mundo. Por ejemplo: Agrupaciones de cientos de ostras gigantes (300kg) encontradas en los picos de la cordillera de los Andes en Suramérica (David Catchpoole, Creation magazine, vol. 24:2, p. 54, 55).

c. Las falacias del Uniformitarismo

El geólogo escocés James Hutton (1726-1797) puso las bases para el desarrollo de la escala de tiempo geológico a finales del siglo XVIII con la publicación de su Teoría de la Tierra (1785). En ella, Hutton apoya el "Uniformitarismo," una doctrina geológica que básicamente asume que los procesos geológicos actuales, ocurriendo a las mismas tasas observadas hoy, de la misma manera, son responsables de todas las características geológicas de la tierra, un principio más tarde apoyado por el geólogo británico Sir Charles Lyell (1797-1875). Luego, el ingeniero civil británico, perito y geólogo amateur, William Smith (1769-1839) descubrió que los fósiles se encuentran enterrados en un cierto orden. La escala de tiempo geológico fue desarrollada poco después.

La corteza de la tierra consta de muchas capas de roca sedimentaria (llamadas "estratos"). Los geólogos asumen que cada capa representa un largo período de tiempo, típicamente “millones de años”. Esto es realmente una suposición secundaria basada en la previa suposición del Uniformitarismo. Estas capas de roca sedimentaria contienen billones de restos de fósiles y algunos de estos fósiles son exclusivos de ciertas capas. Las capas son catalogadas y arbitrariamente arregladas en un orden específico (no necesariamente el orden en que fueron encontradas). Este orden refleja la suposición de la macro-evolución (la idea ampliamente sostenida de que toda la vida está relacionada y ha descendido de un ancestro común). Las criaturas que se piensa evolucionaron primero son consideradas como las más antiguas y por esto colocadas en la base de la columna de capas. Las criaturas que se piensa evolucionaron más tarde son colocadas más arriba y así en adelante. Esto ha conducido a que muchos competentes científicos acreditados hayan objetado, ya que esto propone un argumento en círculo: ¿Cómo puede la evolución ser la base para conclusiones geológicas al mismo tiempo que la geología es enseñada como la evidencia básica para la evolución? “¿Están las autoridades afirmando por una parte, que la evolución está documentada por la geología y, por otra parte, que la geología está documentada por la evolución? ¿No es esto un argumento en círculo? (Larry Azar, "Biologists, Help!" Bioscience, vol. 28, noviembre 1978, p. 714). Así pues, esto es una falacia y es un pensamiento subjetivo y nada de científico.

Una variedad de fósiles de cada capa de estratos ha sido escogida para ser lo que se ha denominado "índice fósil". Los índices fósiles son la manera en que fechamos las capas de rocas sedimentarias. Los paleontólogos suponen la edad de un fósil índice por la etapa de historia evolucionista en que se supone que el fósil está. Se imaginan cuánto le llevaría a un tipo de vida evolucionar a otro tipo de vida, y entonces, de acuerdo a esto, fechan los fósiles y las rocas. Una vez más, éste es un argumento en círculo. "Si fechamos las rocas por los fósiles, ¿cómo podemos entonces darnos la vuelta y hablar acerca de los patrones de cambios evolucionistas a través del tiempo en el registro fósil?" (Niles Eldridge, Time Frames, 1985, p. 52).

La escala de tiempo geológico emplea todavía otro argumento en círculo. Determinamos la edad de la roca por la supuesta edad del índice fósil que contiene, entonces, para determinar la edad de todos los otros fósiles en la misma capa de roca, tomamos la edad de la capa de roca en la que se encontraron. "Los geólogos están argumentando en círculo aquí. La sucesión de organismos ha sido determinada por un estudio de sus restos incrustados en las rocas, y las edades relativas de la rocas son determinadas por los restos de organismos que ellas contienen" (R. H. Rastall, "Geology", Encyclopedia Britannica, vol. 10, 1954, p. 168)

"Cerca de 1830, Charles Lyell, Paul Deshayes, y Heinrich George Bronn independientemente desarrollaron una técnica bioestratigráfica para fechar depósitos cenozoicos [la escala de tiempo geológico]. Extrañamente, poco esfuerzo se ha hecho para probar esta suposición. Este fracaso deja al método vulnerable a la circularidad" (Steven A. Stanley, Warron O. Addicott, and Kiyotaka Chizei, "Lyellian Curves in Paleontology: Possibilities and Limitations", Geology vol. 8, septiembre 1980, p. 422).


"El hombre común inteligente ha sospechado desde hace tiempo el razonamiento en círculo en el uso de rocas para fechar fósiles y fósiles para fechar rocas. Los geólogos nunca se han molestado en pensar en una buena respuesta, creyendo que las explicaciones no valen la pena en tanto que el trabajo tenga resultados. Esto se supone que es pragmatismo de cabeza dura" (J. E. O'Rourke, "Pragmatism Versus Materialism in Stratigraphy", American Journal of Science, vol. 276, enero 1976, p. 47).

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