f. ¿Cómo surgió el universo?
En general, el teísmo atribuye el
origen del universo a un Diseñador inteligente y trascendente. Los ateístas se
imaginan un proceso natural no dirigido, por el cual el universo se origina
espontáneamente. Antes del siglo XX, la mayoría de los ateístas creían que el
universo era eterno. Sin embargo, esto cambió a medida que descubrimientos a
través del siglo XX hicieron esta idea insostenible. La teoría de la gravedad
de Einstein (la cual ha sido validada completamente a través de extensiva
confirmación experimental) y las observaciones astronómicas del Hubble
descartan un universo eterno. Ahora sabemos más allá de la duda razonable que
el universo comenzó durante cierto punto de un pasado finito.
Ahora entendemos que hay solo dos
opciones legítimas para el origen del universo:
(1) Alguien hizo el universo (Diseño
Inteligente), o
(2) El universo se hizo a sí mismo
(Casualidad, al azar).
La tercera opción, el universo
siempre ha estado allí, no es ya más una alternativa viable porque contradice
la ciencia empírica.
Por otra parte, ninguna otra teoría
científica plausible para el origen del universo ha sido propuesta hasta ahora.
Las implicaciones de varios
descubrimientos del siglo XX han puesto a los ateístas en una situación
embarazosa. La lógica ahora requiere que identifiquen un mecanismo
incontrolado, por el cual el universo pudo haberse iniciado, diseñado, creado y
desarrollado a sí mismo sin un Diseñador Inteligente. De lo contrario, la
honestidad intelectual requiere la necesidad de un Creador.
De esta manera comenzó el esfuerzo
para proponer un mecanismo ateísta para el origen del universo. Entra la Teoría
del Big Bang y la Evolución de Darwin. La Teoría original del Big Bang busca
explicar la aparición súbita del todo desde la nada, mientras que la Evolución
de Darwin busca explicar el origen de formas de vida complejas desde sus
supuestos ancestros más simples. La premisa del Big Bang es que el universo
entero estaba compactado en una minúscula pelotita, la cual, después de
originarse por azar, sin ninguna razón aparente para empezar, explotó por todo
el espacio, tiempo, materia y energía, en un instante.
La Teoría del Big Bang proveyó una
explicación ateísta para el origen del universo, pero su obvia simplicidad fue
objeto de múltiples ataques. Como resultado, la teoría original no es ya más la
explicación científica para el origen ateísta del universo. Mientras que la
Teoría original del Big Bang está "muerta" ahora, de sus cenizas han
emergido las variadas Teorías Inflacionarias del Universo (TIU). Comenzando con
Alan Guth a finales de los 90 (El Universo Inflacionario: La Búsqueda de una
Nueva Teoría de Orígenes Cósmicos), la comunidad científica ha propuesto ahora
aproximadamente 50 variantes de TIU. Los científicos esperan que una de las
actuales TIU engendre una reconstrucción exacta del nacimiento del universo,
aunque es conocido universalmente que todas las actuales TIU tienen sus
problemas. Parece que la única manera de obtener cálculos realistas que igualen
un modelo TIU es hacer suposiciones que estén pobremente justificadas.
Las TIU no son esencialmente un
mejor intento de explicar el origen del universo sin Dios que el Big Bang. Las
diferencias primarias entre las TIU y la Teoría original del Big Bang son
realmente explicaciones pre-bang. ¿Qué pasó justo antes de la explosión? ¿Qué
pasó durante el primer milisegundo de la explosión? Por ejemplo: Algunas de las
TIU han incluido un concepto llamado la 'era de inflación' para explicar el
dinámico primer milisegundo después del Bang. Sin embargo, la premisa básica de
todas estas variantes de la teoría es la misma: el universo estaba compactado
en una pequeña pelota cósmica que subsecuentemente explotó con un gran bang en
todo lo que hoy existe. De esta forma, las TIU comparten los mismos problemas
post-bang que acosan a la Teoría original del Big Bang. Estos problemas
incluyen violaciones de Leyes Naturales establecidas, tales como:
- La Ley de La Causalidad (efectos
observados requieren una causa relacionada).
- La Ley de la Conservación del
Momento Angular (fenómenos observados como el movimiento retrógrado en nuestro
sistema solar son imposibles sin una causa intermedia)
- La Ley de Termodinámica
(Conservación de Materia/energía y Entropía Incrementada).
Adicionalmente, el Big Bang y las
TIU no son capaces de explicar una lista ilimitada de otros problemas
relacionados con causalidad planetaria y biológica, estelar, química,
cosmológica, y de orden y diseño. En primer lugar, ¿de dónde vino toda esa
materia y energía? ¿Qué causó su liberación inicial? ¿Cómo se ordenó a sí misma
esta explosión de todo (de la nada)? ¿Cómo puede la simplicidad convertirse en
complejidad? ¿De dónde vinieron los elementos químicos? ¿De dónde vinieron las
leyes matemáticas y las propiedades físicas? ¿Cómo explicamos la exactitud
inherente a las galaxias espirales, sistemas solares y estrellas? ¿Cómo explica
usted la existencia tanto de vacíos como de agrupaciones en nuestro cosmos? ¿De
dónde vino la primera roca? ¿Cómo se originó la vida desde una roca? ¿De dónde
vino el código de información para todas las formas biológicas? ¿De dónde vino
la convención del lenguaje que interpreta ese código?
Intentos para excluir un Creador de
la "ecuación del origen del universo" han sido extensos en cálculos
teóricos pero cortos en coherencia lógica. Los variados modelos meramente
mueven las preguntas de dónde, por qué, y cómo llegó todo aquí a un "mucho
tiempo atrás". Los ateístas son tenaces en sus esfuerzos de ignorar la
necesidad de una Primera Causa, un Diseñador Inteligente, un Dios Creador.
Pero, como Aldous Huxley dijo muy elocuentemente: "Los hechos no dejan de
existir porque son ignorados". Y parece que los ateístas deben ignorar
bastante para poder mantener su posición cosmogónica ateísta. ¿Es realmente el
universo entero el resultado de una explosión accidental de la nada? ¿Es el
diseño y la irreducible complejidad de todos los sistemas vivos realmente el
resultado de la casualidad? ¿Dónde está el tan mencionado "mecanismo
evolucionista"? La "ciencia" del siglo XXI ha declarado que algo
que suene "sobrenatural" está prohibido. Aún así, por definición, la
"ciencia" basada en el Big Bang y las TIUs tiene “licencia” para ir
en contra de las leyes naturales establecidas. En efecto, la ciencia ateísta
debe usar procedimientos "sobrenaturales" para justificar su
presuposición ateísta.
Anterior a los últimos 150 años, y a
la campaña reciente para excluir a Dios del campo de la ciencia, los
científicos, por regla general, creían en Dios. De hecho, los fundadores de la
mayoría de las disciplinas científicas fueron teístas.
Si todo es un accidente, no hay
razón para tratar de entender nada. Si todo es fútil, el propósito es un
concepto imaginario. Pero si todo fue creado, y si todo tiene un propósito, ¿no
debería ser la meta subyacente de la humanidad el descubrir ese Creador y
encontrar ese propósito? Entonces debemos dedicarnos a descubrir a nuestro
Creador y cumplir nuestro propósito, al mismo tiempo que usamos la ciencia como
una de nuestras herramientas.
g. Multiverso
El concepto de multiverso está
fundado en la idea de que lo que hemos considerado hasta ahora como "el
universo" es solo un pequeño componente de una vasta colección de
universos. De acuerdo con la tesis del multiverso, cada universo puede variar
con respecto a sus leyes físicas, de tal manera que todas las constantes
concebibles y leyes están representadas en un universo en alguna parte. La
hipótesis está íntimamente asociada con el llamado Principio Antrópico, el cual
afirma que nuestra existencia misma actúa como un principio de selección
determinando qué propiedades del universo podemos observar. Es decir, cualquier
propiedad observada del universo, que inicialmente puede parecer
extraordinariamente improbable, solo puede ser vista en su verdadera
perspectiva después que nos damos cuenta de que otras propiedades no podrían
ser observadas por nosotros, ya que solo podemos observar propiedades del
universo que son propicias a nuestra propia existencia. Por esto, el Principio
Antrópico es utilizado por muchas personas, a menudo en conjunción con el
concepto de Multiverso, para mostrar por qué no debemos sorprendernos del fino
ajuste extraordinariamente improbable del universo para la vida inteligente.
La explicación del multiverso es
sumamente problemática. Quizás la dificultad más grande es que la existencia de
tales universos paralelos no puede ser ni verificada ni negada. Por esto, el
modelo es hecho de forma intencional. Segundo, dado que la hospitalidad
biológica del universo no es de ninguna manera conducente a la sostenibilidad
cósmica, ningún tipo de proceso de selección ni de "evolución
cósmica" puede ser invocado. Tercero, si la tesis del multiverso es
presentarse a sí misma como una hipótesis plausible, entonces necesita ser
promocionado un mecanismo para generar tales universos. El concepto de una
"burbuja" de universos, cada una con sus propias constantes y valores
fundamentales, solo hace que la paradoja retroceda un paso -- ya que podríamos
preguntar fácilmente quién construyó el generador para dar lugar a esta lotería
cósmica.
Roger Penrose, de la Universidad de
Oxford, ha calculado que las probabilidades de obtención de la condición de
baja entropía de nuestro universo solo por azar están en el orden de 1:10123,
un número inconcebible. Si nuestro cosmos fuera verdaderamente solo un miembro
de un multiverso mucho más vasto de mundos ordenados al azar, entonces es
muchísimo más probable que estemos observando un universo mucho más pequeño. La
probabilidad de que nuestro sistema solar se haya formado al azar es
aproximadamente 1:1060, un número enorme pero inconcebiblemente más pequeño que
10123.
La ciencia está basada en la noción
de la racionalidad y uniformidad de la naturaleza. El universo está ordenado de
una manera racional, y los científicos buscan razones del por qué las cosas son
de la manera que son. Si el universo, como todo, carece de transcendencia o
propósito, entonces existe sin razón. Por lo tanto, es, en última instancia,
arbitrario y absurdo. Subsecuentemente, estamos invitados a contemplar una
situación en la que todas las líneas científicas de razonamiento están, en
última instancia, basadas en el absurdo. El concepto de un orden cósmico
entonces no tendría base. Por esto, la teoría del multiverso debilita la
premisa misma sobre la que se basa el método científico.
Todo esto ha sido dicho, por
supuesto, sin preguntar si el multiverso mismo no debería exhibir algún grado
de fino ajuste cósmico para existir. Si lo hace, como algunos han argumentado,
entonces es una imposibilidad como alternativa del diseño.
Sin un medio riguroso
científicamente por el que tal concepto de multiverso pudiera ser comprobado,
verificado y refutado, la idea permanece como solo una conjetura -- un factor
improvisado e invocado simplemente para evadir el diseño aparente de nuestro cosmos.
Una vez que los observadores existen
en el universo A, la teoría de la relatividad general indica que el límite de
espacio-tiempo de ese universo nunca puede superponerse al límite de
espacio-tiempo de cualquier otro universo que posiblemente exista. En otras
palabras, incluso si Dios hizo diez universos, nosotros careceríamos por
siempre de los medios científicos para detectar cualquier universo aparte del
nuestro. El tamaño de la muestra de universos, por lo tanto, está limitado a
uno (en una medida más pequeña de lo que podríamos imaginar). Por esto, la
única opción racional es que existe solo un universo y que Dios diseñó
exquisitamente el universo y el planeta tierra ha tenido la opción maravillosa
de la vida para el beneficio de la humanidad.
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