lunes, 16 de enero de 2017

La Creación de Dios Parte VII

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k. ADN Basura

El llamado ADN basura, es ADN que no codifica proteínas. Existen cuatro tipos de principios de ADN basura:
- Los intrones son segmentos internos dentro de genes que son eliminados al nivel del ARN. 
- Los pseudogenes son inactivados por una inserción o supresión.
- Las secuencias satélites son repeticiones cortas.
- Y las repeticiones dispersas son secuencias repetitivas más largas, mayormente derivadas de elementos móviles de ADN.

Los darwinistas a menudo citan al ADN basura como evidencia a favor de las más grandes afirmaciones de la teoría de la evolución, aseverando que tal ADN basura no tiene mucho sentido dentro del marco del diseño inteligente. Pero ¿es ésta una afirmación justa?

Contrariamente a las afirmaciones darwinianas, recientes descubrimientos científicos han mostrado que las regiones no codificadoras de proteínas del genoma dirigen la producción de moléculas de ARN que regulan el uso de las regiones codificadoras de proteínas del ADN. Biólogos de célula y de genoma también han descubierto que estas regiones supuestamente no codificadoras de proteínas del genoma realizan funciones tales como las siguientes:

- Regulación de la réplica del ADN.
- Regulación de la transcripción.
- Marcar lugares para reorganizaciones programadas de material genético.
- Influenciar el plegamiento y mantenimiento apropiado de cromosomas.
- Controlar las interacciones de los cromosomas con la membrana nuclear.
- Controlar el procesamiento, corte y empalme del ARN.
- Modular la traducción.
- Regular el desarrollo embriológico.
- Reparar ADN.
- Ayudar a combatir enfermedades.

El neo-darwinismo sostiene que la nueva información biológica surge como resultado de un proceso de mutaciones de ensayo y error, prediciendo que habrá una tendencia de que el ADN no funcional se acumule en los genomas de organismos eucariotas. Por otra parte, la teoría de diseño inteligente plantea que la mayoría de las secuencias no codificadoras de proteínas en el genoma deben ejecutar alguna función biológica.

Esta es un área en la que el diseño inteligente, lejos de ser un paralizador de la ciencia, como los darwinistas a menudo afirman, realmente fomenta el esfuerzo científico. Desde una perspectiva darwiniana, esperamos mucho ADN inútil. En cambio, si los organismos son diseñados, entonces debemos predecir, tanto como sea posible, que el ADN mostrará funcionalidad. No obstante, en esta situación, son las afirmaciones del darwinismo (no las del diseño inteligente) las que son responsables de actuar como un paralizador de la ciencia, desalentando a investigadores de buscar funcionalidad en el llamado 'ADN basura'.

Para concluir, el ADN basura o el ADN no codificador de proteínas, lejos de ser restos inútiles de permutaciones evolutivas pasadas, como los modelos materialistas afirman, dirige el uso de otra información en el genoma. Esta es una de las muchas áreas donde el diseño inteligente (contrariamente a las críticas frecuentemente hechas -- hace predicciones científicas que pueden ser, y ciertamente han sido, verificadas por la experimentación científica).

De cualquier modo, es enteramente plausible dentro del marco del diseño inteligente que lo que solía ser ADN funcional/codificador haya perdido sus respectivas funciones, posiblemente debido a una inactivación mutacional. De cualquier manera, tal argumento ya no puede ser utilizado más como una crítica al diseño inteligente como modelo científico o en un esfuerzo de promover las afirmaciones darwinianas.

l. Método científico

A menudo, se pasa por alto que el método científico fue realmente desarrollado en la Europa cristiana por hombres que creían que la materia tenía un orden porque Dios había creado un universo ordenado. Si el universo existe en un vacío estrictamente materialista, producto de choques aleatorios de partículas, entonces no existe ninguna base por la que se pueda esperar observar orden en la naturaleza. Muchos de los fundadores de las principales disciplinas científicas (tales como Newton, Galileo y Kepler), fueron cristianos, creyentes en la Biblia. Johannes Kepler -- uno de los fundadores de la disciplina de la astronomía -- dijo que la ciencia estaba "pensando los pensamientos de Dios después de el".

El método científico puede ser dividido en dos categorías principales: Ciencia empírica y  Ciencia histórica.

La CIENCIA EMPÍRICA conlleva un enfoque sistemático en la epistemología que utiliza la experimentación observable, probable, repetible, y refutable para comprender cómo se comporta comúnmente la naturaleza. Encuentra su implementación en tales disciplinas como la inmunología, la astronáutica, la biología molecular, etc.

La CIENCIA HISTÓRICA involucra la interpretación de evidencia y la deducción de ocurrencias pasadas, lo cual está basado normalmente en un paradigma fundamental subyacente.

Es importante reconocer que cada persona tiene supuestos que moldean la manera en que la evidencia empírica es interpretada. Los teístas y los no-teístas poseen la misma evidencia pero esa evidencia es interpretada dentro de un marco que corresponde a la cosmovisión respectiva de cada individuo.

En su forma original, la "ciencia" podría ser definida simplemente como "conocimiento". Hoy, sin embargo, la ciencia -- en la opinión de una abierta parte de la empresa científica -- es el método sistemático de obtener conocimiento acerca del universo en referencia a la causalidad puramente naturalista o materialista. La ciencia, en este sentido, automáticamente elimina la idea de Dios, porque las afirmaciones sobrenaturales (se dice) no pueden ser probadas y repetidas. Si una idea no es probable, repetible, observable y refutable, no es considerada científica.

El problema con esta definición de la ciencia es que, aunque la ciencia naturalista afirma ser neutral e imparcial, comienza con un conjunto de axiomas metafísicos básicos, que solo la materia y la energía existen y todas las explicaciones y causas deben estar relacionadas directamente con las leyes que rigen la materia y la energía. Muchos científicos han afirmado que permitir explicaciones sobrenaturales en nuestra comprensión del universo haría que dejemos de buscar respuestas y que simplemente invoquemos a un "dios de las brechas". Esto, por supuesto, es falso.

La inferencia del diseño no está basada en la falta de conocimiento (como algunos contenderían), sino que está basada en nuestra experiencia repetida y uniforme. Aunque no conocemos ninguna causa naturalista por la que información biológica compleja y especificada pueda surgir de materia inorgánica, sí sabemos que en todas las otras circunstancias la información se origina de la inteligencia. Además, muchos científicos ahora ven evidencias de diseño inteligente en la "complejidad irreducible" de máquinas y circuitos moleculares en la célula, el patrón de aparición de los principales grupos de organismos en el registro fósil, el ajuste preciso de las leyes y constantes de la física para soportar la vida compleja, el ajuste preciso de nuestro entorno terrestre, el sistema de procesamiento de información de la célula, e incluso del fenómeno conocido como "homología" (evidencia que anteriormente se pensaba que proporcionaba apoyo inequívoco a favor del neo-darwinismo).

Aunque los críticos pueden no estar de acuerdo con las conclusiones de los argumentos del diseño, no pueden negar razonablemente que están basadas en observaciones comúnmente aceptadas del mundo natural. El término "ciencia" connota comúnmente una actividad en la que las teorías son desarrolladas para explicar observaciones del mundo natural. La base empírica y observacional de la teoría del diseño inteligente proporciona una buena razón para considerar el diseño inteligente como una teoría científica.

m. Diseño Inteligente

El diseño inteligente se hace obvio al examinar de cerca cualquier máquina hecha por el hombre. El concepto y diseño inherente a una máquina, ya sea simple o compleja, es auto-evidente. Ya sea una máquina de alta calidad o de baja calidad, su diseñador es al mismo tiempo necesario y aparente. La Teoría de la Información afirma que el concepto y el diseño solo pueden ser el resultado de una mente. Hasta la calidad disminuida de una maquina mal construida no puede oscurecer la necesidad de un diseñador. Las máquinas, como las define el bioquímico francés y ganador del Premio Nobel, Jacques Lucien Monod (1910-1976), son "conglomerados de materia con propósito que, utilizando energía, ejecutan tareas específicas". Por esta definición autorizada, los sistemas vivos son reconocidos como máquinas. Un organismo vivo cumple con la definición de una máquina hasta a nivel molecular. Y aún así, debido a las implicaciones filosóficas y religiosas de la vida, resultantes del Diseño Inteligente, sorprendentemente, una gran porción de la élite intelectual busca encontrar un mecanismo por el cual la vida pudo haber surgido naturalmente al azar y los evolucionistas admiten tal contradicción. Por ejemplo, George Wald, un evolucionista, declara: "En lo referente al origen de la vida existen solo dos posibilidades: Creación o generación espontánea. No hay un tercer camino. La generación espontánea fue refutada cien años atrás, pero ello nos lleva a solo otra conclusión, la de la creación sobrenatural. No podemos aceptar eso en terrenos filosóficos, por lo tanto, escogemos creer lo imposible: ¡Que la vida surgió espontáneamente al azar!" ("The Origin of Life," Scientific American, 191:48, Mayo 1954).

Ignorando el obvio Diseño Inteligente que impregna la vida y el universo, los científicos han desarrollado la teoría de la evolución en un intento de explicar el origen de la vida a través de la generación espontánea. Esta teoría mal llamada "científica" es bien característica. Comúnmente, los científicos observan los datos, interpretan los datos, y luego formulan conclusiones basadas en esos datos. Pero, los evolucionistas han formulado su conclusión "científica" sin recurrir para nada a datos precisos. De hecho, los evolucionistas han mantenido resueltamente su conclusión a pesar de que los datos indican lo contrario.

La evidencia indicando un Diseño Inteligente es abundante y abrumadora. Desde el resurgimiento del pensamiento evolucionista en los últimos doscientos años (popularizado por Darwin en El Origen de las Especies en 1859), los evolucionistas han buscado celosamente evidencias para validar su teoría. Nada hasta ahora ha resistido el cuidadoso escrutinio de una evaluación científica a profundidad. Y aún así, curiosamente, el pensamiento evolucionista prevalece en la corriente dominante. Por esto, los "científicos" evolucionistas han desechado la verdadera ciencia, y la han reemplazado con la filosofía, la imaginación y la suposición. "De hecho, la evolución se convirtió en cierto sentido en una religión científica; casi todos los científicos la han aceptado, y muchos están dispuestos a ´torcer´ sus observaciones para que concuerden con ella" (H. S. Lipson, Profesor de Física, Universidad de Manchester, Reino Unido, "A Physicist Looks at Evolution", Physics Bulletin, vol. 31, Mayo 1980, pág. 138).

Desde el comienzo del movimiento evolucionista moderno, han sido presentadas bastantes evidencias fraudulentas a favor de la evolución, y permanecen en los libros de texto, a pesar de haber sido expuestas como engaños descarados. El trabajo de Ernst Haeckel es un ejemplo apropiado. Haeckel, un embriólogo alemán, alteró dibujos de varios animales y embriones humanos, haciéndolos casi idénticos. Él presentó sus imágenes alteradas como evidencia a favor de la evolución entre las especies, y las utilizó como una plataforma para promover exitosamente la evolución. En 1874, los dibujos de Haeckel fueron expuestos como fraudes por el renombrado embriólogo Wilhelm His. Poco después, Haeckel fue declarado culpable de fraude por su propia universidad. Aún así, sus falaces dibujos de embriones casi idénticos permanecen todavía en los libros de texto, más de 100 años después, ¡como evidencia a favor de la evolución! Esos dibujos están siendo enseñados a niños en la escuela hoy como evidencia a favor de la evolución. ¿Por qué? ¿Por qué no se presenta evidencia real? ¡Porque no hay ninguna!

David M. Raup, un evolucionista, admite libremente: "En los años después de Darwin, sus defensores esperaban encontrar previsibles progresiones. En general, esas no han sido encontradas pero el optimismo ha persistido, y puras fantasías se han introducido paulatinamente en los libros de texto" ("Evolution and the Fossil Record," Science, vol. 213, Julio 1981, pág. 289). Parece que las "puras fantasías" es el término políticamente correcto para las "mentiras calculadas".

Un ejemplo excelente de diseño inteligente es la molécula del ADN. Desde su descubrimiento por James Watson y Francis Crick en 1953, los evolucionistas han enfrentado un obstáculo insuperable. Cualquiera que verdaderamente investigue el milagro de la molécula de ADN (este increíble sistema micro, digital, corregidor de errores, redundante, auto-repetitivo, de almacenamiento y recuperación de información, con su propia convención de lenguaje inherente, que tiene el potencial de desarrollar cualquier organismo a partir de crudo material biológico) entiende que la vida es el resultado de un Diseño Inteligente. A la luz de descubrimientos recientes, tales como la molécula del ADN, lo absurdo del argumento de la evolución es bastante claro, cuando su fórmula básica es comparada con aquella del modelo de creación de orígenes. La creación establece que materia + energía + información = vida increíblemente compleja. La evolución establece que materia + energía + azar = vida increíblemente compleja. Definitivamente, la teoría de la evolución es simplemente una religión que sirve para desacreditar al Diseñador Inteligente.

Diseño Inteligente y Evolución
El Diseño Inteligente es la respuesta teísta a la ciencia convencional, mientras que la evolución darwiniana es la historia de la creación del ateísmo. ¿Existe un acuerdo?

El Diseño Inteligente tiene en cuenta significado y propósito, mientras que la evolución es el cuento de la nada, convirtiéndose en todo mediante un proceso incrementado, no guiado, de cambio y adaptación aleatorios. Aún así, a pesar de las muchas dificultades lógicas y técnicas de la evolución  (haciendo el intento de explicar cómo la nada se convirtió en "algo" para dar comienzo a todo el proceso), la narrativa ha captado la imaginación de un amplio espectro de individuos, religiosos y no religiosos por igual.

Hoy, casi cualquier artículo o programa televisivo refiriéndose a cualquier aspecto del mundo natural, desde los hábitos alimenticios de los chimpancés hasta los sueños de los humanos, es seguro que hará mención de "nuestra herencia evolutiva".

El atractivo del cuento se encuentra no solo en lo que tiene que decir acerca de la historia, sino en lo que tiene que decir acerca del futuro: la eterna lucha por sobrevivir conducirá a un cambio… el cambio conducirá al progreso, y el progreso a la perfección.

A medida que esta mentalidad se difundió, la fe en un Diseñador empezó a ser desplazada por la esperanza en un mecanismo de cambio indiferente e impersonal: un cambio en el que podemos creer, un cambio en el que debemos creer, si rechazamos el mito antediluviano y a su Autor. Por ende, no es de extrañar que pocas frases en los últimos tiempos hayan provocado tantos comentarios, críticas y mofa como el "Diseño Inteligente".

En el corazón del debate entre el Diseño Inteligente y la Evolución existe el miedo. Desde su inclusión en léxicos modernos, el diseño inteligente (DI) ha sido llamado de muchísimas maneras, desde "creacionismo en un esmoquin barato" hasta "Caballo de Troya" y "farsa"… y ésos son algunos de los epítetos más amables.

El oprobio al Diseño Inteligente no ha estado restringido al ateísmo; educadores, jueces, políticos, científicos, periodistas, e incluso supuestos “cristianos” han escrito comentarios fulminantes acerca del Diseño Inteligente. Pero ¿a qué se deben los improperios hacia esta postura?

Existe el miedo de que el Diseño Inteligente gane y la Evolución falle en su intento de explicar el universo y la vida; por ende, el miedo tiene razón de ser.

La ciencia, entendida apropiadamente, es un método sistemático de investigación empírica, filosóficamente abierto, para la adquisición de conocimiento. Es la ciencia moderna dada a luz por individuos como Bacon, Ockham, Galileo, Kepler, y Newton, entre otros, cuya apertura hacia una Fuente externa de orden, belleza, y armonía, hizo posible los descubrimientos innovadores que condujeron a la revolución científica. Sin embargo, la ciencia, como ha llegado a ser hoy, es una empresa de investigación ideológicamente limitada al naturalismo, el cual afirma que el mundo físico es un hecho bruto, totalmente explicable en términos de materia y movimiento, sin apelar a causas externas. 

Para esa ciencia, el Diseño Inteligente representa muchos peligros; por ejemplo, el hecho de perder la credibilidad y el respeto por parte de la gente, quien actualmente financia con sus impuestos y su dinero este aparato social y educativo.

¿A quién no le interesa que la Evolución sea desvirtuada por una explicación más razonable?
- Aquellos que han construido carreras, laboratorios, y reputaciones a costa de Darwin.
- Aquellos cuya búsqueda investigadora está impulsada por un compromiso ideológico.
- Aquellos que desean hacer las paces con la "ciencia" y parecer razonables ante sus iguales.
- Aquellos que están más interesados en proteger la ortodoxia que la búsqueda de la verdad.
- Aquellos cuyas esperanzas por el planeta se basan en el progreso de la evolución.
- Aquellos que tratan de escapar de las más profundas implicaciones de la existencia humana.

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