k. ADN Basura
El llamado ADN basura, es ADN que no
codifica proteínas. Existen cuatro tipos de principios de ADN basura:
- Los intrones son segmentos
internos dentro de genes que son eliminados al nivel del ARN.
- Los pseudogenes
son inactivados por una inserción o supresión.
- Las secuencias satélites son
repeticiones cortas.
- Y las repeticiones dispersas son
secuencias repetitivas más largas, mayormente derivadas de elementos móviles de
ADN.
Los darwinistas a menudo citan al
ADN basura como evidencia a favor de las más grandes afirmaciones de la teoría
de la evolución, aseverando que tal ADN basura no tiene mucho sentido dentro
del marco del diseño inteligente. Pero ¿es ésta una afirmación justa?
Contrariamente a las afirmaciones
darwinianas, recientes descubrimientos científicos han mostrado que las
regiones no codificadoras de proteínas del genoma dirigen la producción de
moléculas de ARN que regulan el uso de las regiones codificadoras de proteínas
del ADN. Biólogos de célula y de genoma también han descubierto que estas
regiones supuestamente no codificadoras de proteínas del genoma realizan
funciones tales como las siguientes:
- Regulación de la réplica del ADN.
- Regulación de la transcripción.
- Marcar lugares para
reorganizaciones programadas de material genético.
- Influenciar el plegamiento y
mantenimiento apropiado de cromosomas.
- Controlar las interacciones de los
cromosomas con la membrana nuclear.
- Controlar el procesamiento, corte
y empalme del ARN.
- Modular la traducción.
- Regular el desarrollo
embriológico.
- Reparar ADN.
- Ayudar a combatir enfermedades.
El neo-darwinismo sostiene que la
nueva información biológica surge como resultado de un proceso de mutaciones de
ensayo y error, prediciendo que habrá una tendencia de que el ADN no funcional
se acumule en los genomas de organismos eucariotas. Por otra parte, la teoría de
diseño inteligente plantea que la mayoría de las secuencias no codificadoras de
proteínas en el genoma deben ejecutar alguna función biológica.
Esta es un área en la que el diseño
inteligente, lejos de ser un paralizador de la ciencia, como los darwinistas a
menudo afirman, realmente fomenta el esfuerzo científico. Desde una perspectiva
darwiniana, esperamos mucho ADN inútil. En cambio, si los organismos son
diseñados, entonces debemos predecir, tanto como sea posible, que el ADN
mostrará funcionalidad. No obstante, en esta situación, son las afirmaciones
del darwinismo (no las del diseño inteligente) las que son responsables de
actuar como un paralizador de la ciencia, desalentando a investigadores de
buscar funcionalidad en el llamado 'ADN basura'.
Para concluir, el ADN basura o el
ADN no codificador de proteínas, lejos de ser restos inútiles de permutaciones
evolutivas pasadas, como los modelos materialistas afirman, dirige el uso de
otra información en el genoma. Esta es una de las muchas áreas donde el diseño
inteligente (contrariamente a las críticas frecuentemente hechas -- hace
predicciones científicas que pueden ser, y ciertamente han sido, verificadas
por la experimentación científica).
De cualquier modo, es enteramente
plausible dentro del marco del diseño inteligente que lo que solía ser ADN
funcional/codificador haya perdido sus respectivas funciones, posiblemente
debido a una inactivación mutacional. De cualquier manera, tal argumento ya no
puede ser utilizado más como una crítica al diseño inteligente como modelo
científico o en un esfuerzo de promover las afirmaciones darwinianas.
l. Método científico
A menudo, se pasa por alto que el
método científico fue realmente desarrollado en la Europa cristiana por hombres
que creían que la materia tenía un orden porque Dios había creado un universo
ordenado. Si el universo existe en un vacío estrictamente materialista,
producto de choques aleatorios de partículas, entonces no existe ninguna base
por la que se pueda esperar observar orden en la naturaleza. Muchos de los
fundadores de las principales disciplinas científicas (tales como Newton,
Galileo y Kepler), fueron cristianos, creyentes en la Biblia. Johannes Kepler
-- uno de los fundadores de la disciplina de la astronomía -- dijo que la ciencia
estaba "pensando los pensamientos de Dios después de el".
El método científico puede ser
dividido en dos categorías principales: Ciencia empírica y Ciencia histórica.
La CIENCIA EMPÍRICA conlleva un
enfoque sistemático en la epistemología que utiliza la experimentación
observable, probable, repetible, y refutable para comprender cómo se comporta
comúnmente la naturaleza. Encuentra su implementación en tales disciplinas como
la inmunología, la astronáutica, la biología molecular, etc.
La CIENCIA HISTÓRICA involucra la
interpretación de evidencia y la deducción de ocurrencias pasadas, lo cual está
basado normalmente en un paradigma fundamental subyacente.
Es importante reconocer que cada
persona tiene supuestos que moldean la manera en que la evidencia empírica es
interpretada. Los teístas y los no-teístas poseen la misma evidencia pero esa
evidencia es interpretada dentro de un marco que corresponde a la cosmovisión
respectiva de cada individuo.
En su forma original, la
"ciencia" podría ser definida simplemente como
"conocimiento". Hoy, sin embargo, la ciencia -- en la opinión de una
abierta parte de la empresa científica -- es el método sistemático de obtener
conocimiento acerca del universo en referencia a la causalidad puramente naturalista
o materialista. La ciencia, en este sentido, automáticamente elimina la idea de
Dios, porque las afirmaciones sobrenaturales (se dice) no pueden ser probadas y
repetidas. Si una idea no es probable, repetible, observable y refutable, no es
considerada científica.
El problema con esta definición de
la ciencia es que, aunque la ciencia naturalista afirma ser neutral e
imparcial, comienza con un conjunto de axiomas metafísicos básicos, que solo la
materia y la energía existen y todas las explicaciones y causas deben estar
relacionadas directamente con las leyes que rigen la materia y la energía.
Muchos científicos han afirmado que permitir explicaciones sobrenaturales en
nuestra comprensión del universo haría que dejemos de buscar respuestas y que simplemente
invoquemos a un "dios de las brechas". Esto, por supuesto, es falso.
La inferencia del diseño no está
basada en la falta de conocimiento (como algunos contenderían), sino que está
basada en nuestra experiencia repetida y uniforme. Aunque no conocemos ninguna
causa naturalista por la que información biológica compleja y especificada
pueda surgir de materia inorgánica, sí sabemos que en todas las otras
circunstancias la información se origina de la inteligencia. Además, muchos
científicos ahora ven evidencias de diseño inteligente en la "complejidad
irreducible" de máquinas y circuitos moleculares en la célula, el patrón
de aparición de los principales grupos de organismos en el registro fósil, el
ajuste preciso de las leyes y constantes de la física para soportar la vida
compleja, el ajuste preciso de nuestro entorno terrestre, el sistema de
procesamiento de información de la célula, e incluso del fenómeno conocido como
"homología" (evidencia que anteriormente se pensaba que proporcionaba
apoyo inequívoco a favor del neo-darwinismo).
Aunque los críticos pueden no estar
de acuerdo con las conclusiones de los argumentos del diseño, no pueden negar
razonablemente que están basadas en observaciones comúnmente aceptadas del
mundo natural. El término "ciencia" connota comúnmente una actividad
en la que las teorías son desarrolladas para explicar observaciones del mundo
natural. La base empírica y observacional de la teoría del diseño inteligente
proporciona una buena razón para considerar el diseño inteligente como una
teoría científica.
m. Diseño Inteligente
El diseño inteligente se hace obvio
al examinar de cerca cualquier máquina hecha por el hombre. El concepto y
diseño inherente a una máquina, ya sea simple o compleja, es auto-evidente. Ya
sea una máquina de alta calidad o de baja calidad, su diseñador es al mismo
tiempo necesario y aparente. La Teoría de la Información afirma que el concepto
y el diseño solo pueden ser el resultado de una mente. Hasta la calidad
disminuida de una maquina mal construida no puede oscurecer la necesidad de un
diseñador. Las máquinas, como las define el bioquímico francés y ganador del
Premio Nobel, Jacques Lucien Monod (1910-1976), son "conglomerados de
materia con propósito que, utilizando energía, ejecutan tareas
específicas". Por esta definición autorizada, los sistemas vivos son
reconocidos como máquinas. Un organismo vivo cumple con la definición de una
máquina hasta a nivel molecular. Y aún así, debido a las implicaciones
filosóficas y religiosas de la vida, resultantes del Diseño Inteligente,
sorprendentemente, una gran porción de la élite intelectual busca encontrar un
mecanismo por el cual la vida pudo haber surgido naturalmente al azar y los
evolucionistas admiten tal contradicción. Por ejemplo, George Wald, un
evolucionista, declara: "En lo referente al origen de la vida existen solo
dos posibilidades: Creación o generación espontánea. No hay un tercer camino.
La generación espontánea fue refutada cien años atrás, pero ello nos lleva a
solo otra conclusión, la de la creación sobrenatural. No podemos aceptar eso en
terrenos filosóficos, por lo tanto, escogemos creer lo imposible: ¡Que la vida
surgió espontáneamente al azar!" ("The Origin of Life,"
Scientific American, 191:48, Mayo 1954).
Ignorando el obvio Diseño
Inteligente que impregna la vida y el universo, los científicos han
desarrollado la teoría de la evolución en un intento de explicar el origen de
la vida a través de la generación espontánea. Esta teoría mal llamada
"científica" es bien característica. Comúnmente, los científicos
observan los datos, interpretan los datos, y luego formulan conclusiones
basadas en esos datos. Pero, los evolucionistas han formulado su conclusión
"científica" sin recurrir para nada a datos precisos. De hecho, los
evolucionistas han mantenido resueltamente su conclusión a pesar de que los
datos indican lo contrario.
La evidencia indicando un Diseño
Inteligente es abundante y abrumadora. Desde el resurgimiento del pensamiento
evolucionista en los últimos doscientos años (popularizado por Darwin en El
Origen de las Especies en 1859), los evolucionistas han buscado celosamente
evidencias para validar su teoría. Nada hasta ahora ha resistido el cuidadoso
escrutinio de una evaluación científica a profundidad. Y aún así, curiosamente,
el pensamiento evolucionista prevalece en la corriente dominante. Por esto, los
"científicos" evolucionistas han desechado la verdadera ciencia, y la
han reemplazado con la filosofía, la imaginación y la suposición. "De
hecho, la evolución se convirtió en cierto sentido en una religión científica;
casi todos los científicos la han aceptado, y muchos están dispuestos a
´torcer´ sus observaciones para que concuerden con ella" (H. S. Lipson,
Profesor de Física, Universidad de Manchester, Reino Unido, "A Physicist
Looks at Evolution", Physics Bulletin, vol. 31, Mayo 1980, pág. 138).
Desde el comienzo del movimiento
evolucionista moderno, han sido presentadas bastantes evidencias fraudulentas a
favor de la evolución, y permanecen en los libros de texto, a pesar de haber
sido expuestas como engaños descarados. El trabajo de Ernst Haeckel es un
ejemplo apropiado. Haeckel, un embriólogo alemán, alteró dibujos de varios
animales y embriones humanos, haciéndolos casi idénticos. Él presentó sus
imágenes alteradas como evidencia a favor de la evolución entre las especies, y
las utilizó como una plataforma para promover exitosamente la evolución. En
1874, los dibujos de Haeckel fueron expuestos como fraudes por el renombrado
embriólogo Wilhelm His. Poco después, Haeckel fue declarado culpable de fraude
por su propia universidad. Aún así, sus falaces dibujos de embriones casi
idénticos permanecen todavía en los libros de texto, más de 100 años después,
¡como evidencia a favor de la evolución! Esos dibujos están siendo enseñados a
niños en la escuela hoy como evidencia a favor de la evolución. ¿Por qué? ¿Por
qué no se presenta evidencia real? ¡Porque no hay ninguna!
David M. Raup, un evolucionista,
admite libremente: "En los años después de Darwin, sus defensores
esperaban encontrar previsibles progresiones. En general, esas no han sido
encontradas pero el optimismo ha persistido, y puras fantasías se han
introducido paulatinamente en los libros de texto" ("Evolution and
the Fossil Record," Science, vol. 213, Julio 1981, pág. 289). Parece que
las "puras fantasías" es el término políticamente correcto para las
"mentiras calculadas".
Un ejemplo excelente de diseño
inteligente es la molécula del ADN. Desde su descubrimiento por James Watson y
Francis Crick en 1953, los evolucionistas han enfrentado un obstáculo
insuperable. Cualquiera que verdaderamente investigue el milagro de la molécula
de ADN (este increíble sistema micro, digital, corregidor de errores,
redundante, auto-repetitivo, de almacenamiento y recuperación de información,
con su propia convención de lenguaje inherente, que tiene el potencial de
desarrollar cualquier organismo a partir de crudo material biológico) entiende
que la vida es el resultado de un Diseño Inteligente. A la luz de
descubrimientos recientes, tales como la molécula del ADN, lo absurdo del
argumento de la evolución es bastante claro, cuando su fórmula básica es
comparada con aquella del modelo de creación de orígenes. La creación establece
que materia + energía + información = vida increíblemente compleja. La
evolución establece que materia + energía + azar = vida increíblemente
compleja. Definitivamente, la teoría de la evolución es simplemente una
religión que sirve para desacreditar al Diseñador Inteligente.
Diseño Inteligente y Evolución
El Diseño Inteligente es la
respuesta teísta a la ciencia convencional, mientras que la evolución
darwiniana es la historia de la creación del ateísmo. ¿Existe un acuerdo?
El Diseño Inteligente tiene en
cuenta significado y propósito, mientras que la evolución es el cuento de la
nada, convirtiéndose en todo mediante un proceso incrementado, no guiado, de
cambio y adaptación aleatorios. Aún así, a pesar de las muchas dificultades
lógicas y técnicas de la evolución (haciendo
el intento de explicar cómo la nada se convirtió en "algo" para dar
comienzo a todo el proceso), la narrativa ha captado la imaginación de un
amplio espectro de individuos, religiosos y no religiosos por igual.
Hoy, casi cualquier artículo o
programa televisivo refiriéndose a cualquier aspecto del mundo natural, desde
los hábitos alimenticios de los chimpancés hasta los sueños de los humanos, es
seguro que hará mención de "nuestra herencia evolutiva".
El atractivo del cuento se encuentra
no solo en lo que tiene que decir acerca de la historia, sino en lo que tiene
que decir acerca del futuro: la eterna lucha por sobrevivir conducirá a un
cambio… el cambio conducirá al progreso, y el progreso a la perfección.
A medida que esta mentalidad se
difundió, la fe en un Diseñador empezó a ser desplazada por la esperanza en un
mecanismo de cambio indiferente e impersonal: un cambio en el que podemos
creer, un cambio en el que debemos creer, si rechazamos el mito antediluviano y
a su Autor. Por ende, no es de extrañar que pocas frases en los últimos tiempos
hayan provocado tantos comentarios, críticas y mofa como el "Diseño
Inteligente".
En el corazón del debate entre el
Diseño Inteligente y la Evolución existe el miedo. Desde su inclusión en
léxicos modernos, el diseño inteligente (DI) ha sido llamado de muchísimas
maneras, desde "creacionismo en un esmoquin barato" hasta
"Caballo de Troya" y "farsa"… y ésos son algunos de los
epítetos más amables.
El oprobio al Diseño Inteligente no
ha estado restringido al ateísmo; educadores, jueces, políticos, científicos,
periodistas, e incluso supuestos “cristianos” han escrito comentarios
fulminantes acerca del Diseño Inteligente. Pero ¿a qué se deben los improperios
hacia esta postura?
Existe el miedo de que el Diseño
Inteligente gane y la Evolución falle en su intento de explicar el universo y
la vida; por ende, el miedo tiene razón de ser.
La ciencia, entendida
apropiadamente, es un método sistemático de investigación empírica,
filosóficamente abierto, para la adquisición de conocimiento. Es la ciencia
moderna dada a luz por individuos como Bacon, Ockham, Galileo, Kepler, y
Newton, entre otros, cuya apertura hacia una Fuente externa de orden, belleza,
y armonía, hizo posible los descubrimientos innovadores que condujeron a la
revolución científica. Sin embargo, la ciencia, como ha llegado a ser hoy, es
una empresa de investigación ideológicamente limitada al naturalismo, el cual
afirma que el mundo físico es un hecho bruto, totalmente explicable en términos
de materia y movimiento, sin apelar a causas externas.
Para esa ciencia, el Diseño
Inteligente representa muchos peligros; por ejemplo, el hecho de perder la
credibilidad y el respeto por parte de la gente, quien actualmente financia con
sus impuestos y su dinero este aparato social y educativo.
¿A quién no le interesa que la
Evolución sea desvirtuada por una explicación más razonable?
- Aquellos que han construido
carreras, laboratorios, y reputaciones a costa de Darwin.
- Aquellos cuya búsqueda
investigadora está impulsada por un compromiso ideológico.
- Aquellos que desean hacer las
paces con la "ciencia" y parecer razonables ante sus iguales.
- Aquellos que están más interesados
en proteger la ortodoxia que la búsqueda de la verdad.
- Aquellos cuyas esperanzas por el
planeta se basan en el progreso de la evolución.
- Aquellos que tratan de escapar de
las más profundas implicaciones de la existencia humana.
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