¿Es la Biblia realmente la Palabra
de Dios o es simplemente una recolección de mitos antiguos? ¿Cómo podemos saber
realmente si la Biblia es verdad?
La Biblia es uno de los libros que
ha ejercido mayor influencia en la historia. Millones de personas creen que es
la Palabra de Dios y muchos la usan como el fundamento de su vida. Sin embargo,
muchos críticos de la Biblia cuestionan la certeza de los hechos históricos
narrados en la Biblia, así como su validez científica y el valor de las
profecías. Por otro lado, muchos basan su escepticismo en aparentes
discrepancias y contradicciones bíblicas.
¿Cómo responde la Biblia a estas
críticas? ¿Acaso la única manera de entender la Biblia es por medio de la fe?
Es cierto que las Escrituras
destacan la importancia de la fe al comprobar nuestras creencias con solidez
(Heb. 11:1), pero la Biblia también proporciona evidencia de su veracidad para
quienes aún no creen. De hecho, en 1 Ts. 5:21, el apóstol Pablo nos dice: “Examinadlo todo; retened lo bueno”.
¿Cómo podemos comprobar la certeza
de la Biblia? Existen varias maneras:
- Analice los datos arqueológicos
que aparecen en las Escrituras.
- Compare lo que dicen la Biblia y
la ciencia con la mente abierta.
- Estudie las profecías que ya se
han cumplido.
- Analice con cuidado aparentes
contradicciones.
- Aplique sus principios. Aplicar
las enseñanzas bíblicas en su vida cotidiana es una manera fundamental de
verificar la certeza de las Sagradas Escrituras. Dios desea que comprobemos la
eficacia de su camino al andar por él (Mal. 3:10). Quiere que le pidamos su
ayuda, según su voluntad, y que nuestra fe sea fortalecida cuando veamos que él
responde nuestras oraciones. Y así, a medida que le obedezcamos, nuestro
entendimiento aumentará (Sal. 111:10).
- Si desea conocer pruebas de la
veracidad de la Biblia, podrá encontrarlas en este libro.
¿Por qué es la Biblia diferente de
otros libros? ¿Por qué debemos confiar en este libro más que en cualquier otro
tratado espiritual, religioso o filosófico? ¿Cómo podemos estar seguros de que
la Biblia que leemos hoy es la misma colección de libros que fueron escritos en
épocas antiguas?
Para validar o verificar la
veracidad de cualquier tema (discusión, texto o razonamiento), es indispensable
buscar evidencias que sustenten y demuestren los planteamientos, los argumentos
y los hechos que dicho tema presenta. En este libro, el objetivo es exponer la
evidencia interna y la evidencia externa que existe en relación con la Biblia:
- La EVIDENCIA INTERNA se refiere al
testimonio que se encuentra dentro de la Biblia misma.
- La EVIDENCIA EXTERNA se refiere a
las demostraciones que se encuentren fuera de la Biblia (la historia, la
arqueología, los manuscritos antiguos, la ciencia, la filosofía, etc).
a. Evidencia interna
Los escépticos dirán que no podemos
utilizar la misma Biblia para probar su propia legitimidad, pero el hecho de
que la Biblia (una colección de varios documentos antiguos), sea totalmente
consistente en su mensaje, nos da una prueba más de que las Escrituras son
ciertas.
La Biblia declara ser la Palabra de
Dios
- Cuando examinamos el origen de la
Biblia, muchos estudiosos buscan en todas partes, menos en la Biblia; sin
embargo, ella misma afirma que su origen es Dios. Si la Biblia es en realidad
lo que afirma ser, entonces debemos tomar con seriedad todo lo que ella nos
enseña. La Biblia afirma directamente ser inspirada por Dios y útil para
enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia de Dios
(2 Tim. 3:16). La palabra griega usada por inspiración es theopneustos que significa “Dios respiró”. En 2 Ped. 1:21 entendemos
que cada escritor fue inspirado por Dios. Por lo tanto, Dios usó a cada uno de
los escritores de la Biblia, incluyendo su cultura diversa, su personalidad y
sus posiciones para llevar su palabra divina a toda la humanidad.
- Por supuesto, la Biblia no es el
único libro que afirma ser de inspiración divina, pero es el único que ofrece
evidencia sustancial para apoyar sus afirmaciones. Incluso va tan lejos como
para desafiar a sus lectores a comprobarla, exhortándonos a someterlo todo a
prueba (1 Ts. 5:21).
- En muchas ocasiones y de forma
reiterativa, los escritores, los mensajeros y los profetas de la Biblia
testifican que lo que afirman proviene directamente de Dios.
- Jesucristo mismo autentificó las
escrituras del AT como Palabra de Dios y promete la inspiración del NT mediante
la obra del Espíritu Santo en los escritores bíblicos (Jn. 16: 13) y en los
creyentes, trayendo convicción de pecado, justicia y juicio (Jn. 16:8) y dando
un testimonio interno de ser hijos de Dios por medio de Cristo (Rom. 8:16).
- La pregunta acerca del origen de
la Biblia nos lleva a la verdad de su inspiración divina. En Lc. 24:27, 44; Jn.
5:39 y Heb. 10:7 Jesús habla de lo que se escribió acerca de él en el AT. Rom.
3:2 y Heb. 5:12 se refieren al AT como la Palabra de Dios. Leemos en 1 Cor.
2:13: “lo cual también hablamos, no con
palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu”.
En 1 Ts. 2:13 Pablo se refiere a lo que él ha escrito diciendo: “la recibisteis no como palabra de hombres,
sino según es en verdad, la palabra de Dios”. Pedro habla acerca de la
inspiración en los escritos de Pablo en 2 Ped. 3:15, 16, y afirma lo siguiente:
“como también nuestro amado hermano
Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada os ha escrito casi en todas sus
epístolas”. En Ap. 22:18, 19, Juan, refiriéndose al libro de Apocalipsis,
declara: “si alguno añadiere a estas
cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si
alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su
parte del libro de la vida”.
- Jesucristo mismo declaró que la
Palabra de Dios es verdad (Jn. 17:17). De hecho, toda la Palabra de Dios es
verdad (Sal. 119:160), porque Dios no miente (Tito 1:2). Esto implica que si la
Escritura contuviera errores originados en Dios, no podríamos confiar en la
Biblia como una base para nuestras creencias y nuestra conducta.
- Al fin y al cabo, si la Biblia
afirma falsamente que es verdad en su totalidad, entonces ¿cómo podrían ser
verdad todas las otras cosas que afirma ser? ¿Cómo podríamos creer aquellos
pasajes en los que Dios declara que es un ser todopoderoso que nos quiere dar
vida eterna, si hay otras secciones de la Biblia que contienen falsedades?
Gracias a Dios que “la Escritura no puede
ser quebrantada” (Jn. 10:35) y podemos confiar en la validez del mensaje de
la Biblia.
El diseño de la Biblia
Una pregunta vital que merece una
seria investigación y un examen de los textos bíblicos y de evidencias
convincentes para comprobar la inspiración divina es la siguiente: ¿quién
escribió la Biblia?
La Biblia proporciona guías para
nuestro viaje de la vida a la eternidad, y también nos conduce a una relación
con el Dios del universo. La Biblia es una carta de Dios para la humanidad,
recolectada en 66 libros escritos por un promedio de 40 autores inspirados
divinamente. Estos autores proceden de todos los sectores de la vida y de toda
clase social (reyes, profetas, sacerdotes, agricultores, pescadores y otras
profesiones); ellos provienen de
diferentes zonas geográficas (tres continentes diferentes) y épocas (abarca un
periodo de 1.600 años aproximadamente); ellos usaron tres idiomas distintos;
asimismo, emplearon diferentes estilos literarios: historia, leyes, poesía
religiosa, poesía lírica, parábolas, alegorías, biografías, correspondencia
personal, memorias, diarios personales, profecías, y más. A pesar de esta
variedad de personalidades, trasfondos sociales y culturales, no hay
contradicciones ni errores en su contenido esencial (más adelante se ampliará
este punto). Es importante anotar que la Biblia no es una compilación de
información llevada a cabo por alguna persona sino que tiene un proceso de 1600
años para su composición.
La pregunta sobre quién escribió la
Biblia puede ser respondida definitivamente al examinar los textos bíblicos a
la luz de las evidencias externas que soportan sus afirmaciones. Dios no nos
deja solo con afirmaciones de su trabajo divino en la Biblia, sino que también
lo respalda con evidencias convincentes. El diseño de la Biblia misma es un
milagro. Escrita durante más de 1.500 años por autores totalmente diferentes, y
aún así cada libro de la Biblia es consistente en su mensaje. Estos 66 libros
hablan acerca de historia, profecías, poesía, y teología. A pesar de su
complejidad, de sus diferencias en estilo de escritura y enormes periodos de
tiempo, los libros de la Biblia concuerdan milagrosamente en cuanto a temas,
hechos, y referencias cruzadas. Ningún ser humano pudo haber planeado tan
intrincada combinación de libros a lo largo de un periodo de 1.500 años.
Los 66 libros de la Biblia están
divididos básicamente en dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento. El AT contiene 39 libros escritos aproximadamente entre los años
1500 a 400 a.C, y el NT contiene 27 libros escritos aproximadamente entre el 40
y el 90 d.C. La Biblia Judía (Tenac) es igual al Antiguo Testamento Cristiano
excepto por el orden de los libros. El Antiguo Testamento Original fue escrito
en hebreo, con partes en arameo, mientras que el NT fue escrito en griego.
Los manuscritos de la Biblia (recuerde
que no existieron imprentas sino hasta 1455 d.C.) han sobrevivido a pesar de
guerras, invasiones, destrucción, persecución, diversidad de climas y a pesar
del largo tiempo que ha pasado. La mayoría de los manuscritos antiguos escritos
en materiales débiles, como el papiro, se han desvanecido de un todo. Aún así,
muchas copias de las escrituras del AT sobrevivieron. Por ejemplo, los Rollos
del Mar Muerto contienen todos los libros del AT, excepto Ester, y han sido
fechados como pertenecientes a un tiempo anterior al de Cristo. Considere la
Guerra de las Galias de Julio César. Solo existen 10 copias, escritas alrededor
de 1.000 años después del evento. En comparación, existen más de 24.000
manuscritos del NT. El más antiguo data de un periodo alrededor de 24 años
después de Cristo.
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