c. Diseño
Dios provee
la mejor explicación sobre la complejidad absoluta inherente a sistemas
cosmológicos, estelares, planetarios, químicos y biológicos.
* La teoría
alternativa es que probabilidades al azar fabricaron el “diseño aparente” (éste
es el término usado por los promotores de la teoría de la evolución).
Ahora bien,
existe suficiente evidencia científica para respaldar la creencia y la realidad
de un diseñador. Así pues, creo en Dios porque creo y reconozco que toda vida,
en su magnificencia, belleza, esplendor, maravilla, y orden de fina precisión,
existe porque fue diseñada por una Mente Maestra; donde hay un sistema ordenado
y estructurado con información (como es el universo), ¿no es razonable asumir
que existe un diseñador inteligente? Yo creo que lo hay, y creo que el
diseñador es Dios… el dueño y Señor de todo el universo y de todo lo que hay en
él (incluidos nosotros los seres humanos, creyentes o ateos).
Como ya se
ha planteado, solo hay dos opciones: 1) Todo el universo fue delineado y
preparado por un Diseñador; o 2) comenzó a existir por sí mismo. Creer lo
primero nos da una explicación suficiente. Verdaderamente, ¿qué tiene más
sentido?, ¿creer en un Diseñador reflejado en su obra maravillosa?, ¿o en
Tierra + Agua + Tiempo = Todas las Criaturas Vivas? Definitivamente, se
necesita más fe (así las evidencias no respalden esta teoría absurda) para
creer en esta fórmula que creer en Dios como Creador.
“Porque tú
eres grande, y hacedor de maravillas; solo tú eres Dios” (Sal. 86:10).
Las
evidencias muestran lo siguiente: biólogos moleculares han descubierto miles de
máquinas exquisitamente diseñadas a nivel molecular; cada una con una(s)
tarea(s) específica(s) a realizar. La información requiere inteligencia y el
diseño requiere de un diseñador.
Si usted da
un paseo por el bosque y encuentra un reloj en el camino, usted no concluye que
el reloj se ensambló solo, a pesar del hecho de que podemos desarmar el reloj,
mirar todos sus componentes, y entender cómo funciona. Por eso, miramos el
reloj en el camino y reconocemos por lógica que fue diseñado por alguna
inteligencia más elevada que el mismo reloj y no que es el producto del azar o
la suerte ni mucho menos que es autoexistente.
I. El Diseño
Inteligente
¿Necesita un
diseño un diseñador? ¿Es el diseño inherente en los sistemas biológicos
simplemente un producto accidental de la selección natural?
La teoría de
la evolución declara que todo tiene una simple apariencia de diseño. Richard
Dawkins, autor de The Blind Watchmaker y profesor de la Universidad de Oxford
(Gran Bretaña), es probablemente el defensor principal de la teoría de la
evolución desde la muerte de Stephen Jay Gould. Dawkins escribe: “La Biología
es el estudio de cosas complicadas que dan la apariencia de haber sido
diseñadas con un propósito” (Richard Dawkins, The Blind Watchmaker, ch. 1). No
obstante, Dawkins es un ateo que sostiente que el diseño que vemos es
simplemente una ilusión y que estos asombrosos sistemas complejos son un
producto accidental de la selección natural.
Es extraño y
sospechoso pensar que en todos los otros campos del esfuerzo humano se reconoce
racionalmente que "todo diseño requiere un diseñador". De esta
manera, la metodología de detección del diseño es un requisito previo en muchas
disciplinas, incluyendo la arqueología, la antropología, la ciencia forense y
criminal, en la jurisprudencia, en leyes de derechos de autor, etc. En general,
encontramos que la "complejidad específica" es un indicador confiable
de la presencia de diseño inteligente. El azar puede explicar cierta
complejidad pero no la especificación. Una secuencia aleatoria de letras es
compleja, pero no es específica ya que carece de sentido. Un soneto de Mozart
es complejo y específico a la vez (tiene significado) pero jamás podríamos
tener, escuchar y explicar plenamente un soneto de Mozart sin reconocer el
estilo personal de Mozart.
Extraordinariamente,
el proyecto SETI (SEARCH FOR EXTRATERRESTRIAL INTELLIGENCE o Búsqueda de
Inteligencia Extraterrestre), un esfuerzo multibillonario para explorar el
cosmos en busca de alguna señal de inteligencia, está basado en una idea
simple: “si encontramos ondas de radio que contengan algún tipo de secuencia de
sonidos, entonces habremos descubierto inteligencia en alguna parte del
universo” ¿Piensa en esto? Toda la premisa de estos científicos es que no
podemos tener sonidos ordenados (tales como los ecos y números indefinidos en
la transmisión del código Morse) sin una fuerza diseñadora detrás de ellos.
Charles B.
Thaxton, PhD en Química e Investigador Post-doctoral de la Universidad de
Harvard, concuerda: “una comunicación inteligible a través de una señal de
radio proveniente de alguna galaxia distante sería ampliamente aclamada como
una fuente de inteligencia” ¿Por qué, entonces, el mensaje en secuencia de la
molécula de ADN no constituye también evidencia de una fuente de inteligencia?
Después de todo, la información del ADN es un mensaje en secuencia
infinitamente más complejo y asombroso que el código Morse (Charles B. Thaxton,
The Mystery of Life's Origin: Reassessing Current Theories, Philosophical
Library, 1984).
Entonces, ¿a
dónde conduce esto? Si nos deshacemos de nuestras preconcepciones y examinamos
lógicamente nuestro mundo orgánico (como hacemos con todo lo demás)
comenzaremos a ver las cosas de forma diferente y reconoceremos un diseñador
inteligente.
II. Imágenes
de la Naturaleza
Podemos
encontrar una multitud de imágenes milagrosas en toda la naturaleza. Por
dondequiera que miremos, en cualquier parte del mundo… no vamos muy lejos, a
nuestro alrededor, podemos ver la maravilla de los brillantes colores de las
flores, la exótica vida vegetal, la variedad de plantas y animales, el
comportamiento de cada especie, el delicado aleteo de mariposas y aves o la
extraordinaria vida marina, con especies de todos los tamaños y estilos. Campos
de recursos alimenticios, como los campos de grano de Kansas y sembradíos de
arroz de China, pueden ser tan bellos como los mares del Mediterráneo o los
golfos de Noruega. Desde montañas pintorescas o esculpidas dunas de arena,
hasta la luz brillante del sol bailando sobre un lago cristalino, la naturaleza
proporciona imágenes de belleza, asombro y exquisitez.
¿Cómo puede
ser todo esto? La Biblia dice: “En el principio Dios creó los cielos y la
tierra” (Gn. 1:1). Dios creó todas las cosas. En esta simple afirmación,
podemos comenzar a entender uno de los temas más difíciles que el hombre trata
de explicar. Aunque en el relato bíblico de la creación no se nos da una
descripción tan detallada (desde un punto de vista científico o estadístico) de
cómo y por qué llegó a existir todo esto, la conclusión es simple: todas las
cosas fueron creadas simplemente por Dios mediante el poder de su palabra. En
este sentido, su palabra escrita (la Biblia) nos muestra que Dios tiene la
habilidad para crear hasta los más pequeños detalles en todas las cosas:
- Dios creó
la hierba verde y el árbol de fruto con la capacidad de dar su semilla para
multiplicarse sobre la tierra (Gn. 1:11).
- Dios creó
todas las aves (Gn. 1:20)
- Dios creó
los grandes mostruos marinos, y todo ser viviente que se mueve con la capacidad
de multiplicarse (Gn. 1:21, 22).
- Dios creó
las bestias, los ganados y todos los animales con la capacidad de multiplicarse
(Gn. 1:23-25).
- Dios creó
al hombre y a la mujer y les dio la capacidad de ejercer un dominio sobre toda
la tierra y los animales (Gn. 1:26, 27). Asimismo, les dio la capacidad de
multiplicarse y llenar la tierra (Gn. 1:28).
- Dios les
dio a todos los seres vivos el mantenimiento de la tierra para su alimentación
(Gn. 1:29)
- Cuando
Dios hubo creado todas las cosas, manifestó su satisfacción y complacencia con
su obra maravillosa (Gn. 1:31). Como un artista admira su obra de arte más
preciada, a Dios le complace proveer, compartir y esparcir sus bellas y
milagrosas imágenes en la naturaleza por todo el universo.
III.
Argumento Teleológico
La impresión
de que el universo fue diseñado para mantener la vida en la tierra es
abrumadora. Los científicos han observado que para que sea posible la vida
física en el universo, muchas características deben asumir valores específicos.
En el medio científico, esta circunstancia de fino ajuste aparente en el
universo no es disputada, y es llamada "El Principio Antrópico".
La lista que
apoya este principio parece estar creciendo más y más a medida que los
científicos descubren más acerca del universo. Muchos piden "detalles
sobre el llamado fino ajuste"; a continuación veamos algunos ejemplos:
- Constante
de la fuerza nuclear fuerte.
-Constante de la fuerza nuclear débil.
- Constante
de la fuerza gravitacional.
- Constante
de la fuerza electromagnética.
- Proporción
de la constante de la fuerza electromagnética con la constante de la fuerza
gravitacional.
- Proporción
de la masa del protón con la masa del electrón.
- Proporción
del número de protones con el número de electrones.
- Proporción
de la carga del protón con la carga del electrón.
- Velocidad
de expansión del universo.
- Densidad
de la masa del universo.
- Densidad
de bariones (protón y neutrón) del universo.
- Energía
espacial o densidad de la energía oscura del universo.
- Proporción
de la densidad de la energía espacial con la densidad de la masa.
- Nivel de
entropía del universo.
- Velocidad
de la luz.
-
Uniformidad de la radiación.
-
Homogeneidad del universo.
- Distancia
promedio entre galaxias.
- Distancia
promedio entre grupos de galaxias.
- Distancia
promedio entre estrellas.
- Tamaño
promedio y distribución de grupos de galaxias.
- Números,
tamaños, y ubicaciones de vacíos cósmicos.
- Constante
de fina estructura electromagnética.
- Constante
de fina estructura gravitacional.
- Tasa de decaimiento
de protones.
- Nivel
energético inferior del helio-4.
- Proporción
del nivel de energía nuclear del carbono-12 con el oxígeno-16.
- Tasa de
decaimiento del berilio-8.
- Proporción
de la masa del neutrón con la masa del protón.
- Exceso
inicial de nucleones sobre antinucleones.
- Polaridad
de la molécula del agua.
- Época de
erupciones de hipernovas.
- Número y
tipo de erupciones de hipernovas.
- Época de
erupciones de supernovas.
- Número y
tipo de erupciones de supernovas.
- Época de
enanas blancas binarias.
- Densidad
de enanas blancas binarias.
- Proporción
de materia exótica con materia ordinaria.
- Número de
dimensiones efectivas en el universo primitivo.
- Número de
dimensiones efectivas en el universo presente.
- Valores de
masa de neutrinos activos.
- Número de
especies diferentes de neutrinos activos.
- Número de
neutrinos activos en el universo.
- Valor de
masa de neutrinos estériles.
- Número de
neutrinos estériles en el universo.
- Tasas de
decaimiento de partículas de masa exótica.
- Magnitud
de las ondas de temperatura en la radiación cósmica de fondo.
- Tamaño del
factor de dilatación relativista.
- Magnitud
de la incertidumbre de Heisenberg.
- Cantidad
de gas depositado en el medio intergaláctico profundo por las primeras
supernovas.
- Naturaleza
positiva de presiones cósmicas.
- Naturaleza
positiva de densidades de energía cósmica.
- Densidad
de cuásares.
-
Decaimiento de partículas de materia oscura fría.
-
Abundancias relativas de diferentes partículas de masa exótica.
- Grado en el
que la materia exótica interactúa consigo misma.
- Época en
que las primeras estrellas (estrellas de población III sin metales) comienzan a
formarse.
- Época en
que las primeras estrellas (estrellas de población III sin metales) dejan de
formarse.
- Densidad
numérica de estrellas de población III sin metales.
- Masa
promedio de estrellas de población III sin metales.
- Época de
la formación de las primeras galaxias.
- Época de
la formación de las primeras cuásares.
- Cantidad,
tasa, y época de decaimiento de defectos contenidos.
- Proporción
de la densidad de materia exótica tibia y de la densidad de materia exótica
fría.
- Proporción
de la densidad de materia exótica caliente y de la densidad de materia exótica
fría.
- Nivel de
cuantización del tejido cósmico de espacio-tiempo.
- La
planitud de la geometría del universo.
- Tasa
promedio de aumento en tamaños de galaxias.
- Cambio de
la tasa promedio de aumento en tamaños de galaxias a través de la historia
cósmica.
- Constancia
de factores de energía oscura.
- Época de
máxima formación estelar.
- Ubicación
de materia exótica relativa a materia ordinaria.
- Fuerza del
campo magnético cósmico primordial.
- Nivel de
turbulencia magnetohidrodinámica primordial.
- Nivel de
violación de simetría CP.
- Número de galaxias
en el universo observable.
- Nivel de
polarización de la radiación cósmica de fondo.
- Fecha de
terminación del segundo evento de re-ionización del universo.
- Fecha de
disminución de la producción de estallidos de rayos gamma.
- Densidad
relativa de estrellas de masa intermedia en la historia primitiva del universo.
-
Temperatura de máxima densidad del agua.
- Calor de
fusión del agua.
- Calor de
vaporización del agua.
- Densidad
numérica de "clumpuscules" (densas nubes de gas hidrógeno molecular frío)
en el universo.
- Masa
promedio de "clumpuscules" en el universo.
- Ubicación
de "clumpuscules" en el universo.
- Tasa
cinética de oxidación de moléculas orgánicas del dioxígeno.
- Nivel de
conducta para-magnética en el dioxígeno.
- Densidad
de galaxias ultra-enanas (o grupos globulares supermasivos) en el universo de
la edad media.
- Grado de
curvatura y torsión del espacio-tiempo por factores relativistas generales.
- Porcentaje
de función de la masa inicial del universo constituida por estrellas de masa
intermedia.
- Fuerza del
campo magnético primordial cósmico.
La mayoría
de las fuentes de información de "La Lista" se encuentran en The
Creator and the Cosmos, tercera edición por Hugh Ross (Colorado Springs,
Colorado: NavPress, 2001), págs. 145-157, 245-248.
El Argumento
Teleológico refleja una de las tres posibilidades a favor de la existencia de
este asombroso fino ajuste: la ley, el azar o el diseño. Los científicos han
cavilado respecto a esto durante años y no han encontrado ninguna ley natural
que pueda explicarlo. Las probabilidades en contra de que tal teoría sea
descubierta alguna vez parecen ser insuperables. Hasta Stephen Hawking, quien
creía originalmente en una "Teoría del Todo" que posiblemente pudiera
explicar el fino ajuste como necesario por ley, después de considerar el
Teorema de Gödel concluyó que ella no era obtenible. En este sentido, él afirma
que "algunas personas se van a desilusionar mucho si no existe una teoría
suprema que pueda ser formulada como un número finito de principios. Yo solía
pertenecer a ese campo, pero he cambiado de opinión"
(http://en.wikipedia.org/wiki/Theory_of_everything).
Ya que el
umbral de la imposibilidad matemática es 1 en 10 a la 50 potencia, y las
probabilidades de que este ajuste fino surja por azar van mucho más allá de
eso, entonces podemos excluir el azar. Solo un Creador trascendente le puede
dar sentido a este orden increíblemente complejo del universo.
Durante los
últimos 35 años, poco más o menos, los científicos han descubierto que la
existencia de la vida inteligente depende absolutamente de este tan delicado y
complejo equilibrio de condiciones iniciales. Para los que creen en el Big
Bang, parece que "las circunstancias estaban dadas" en las
sustancias, constantes y cantidades del Big Bang mismo, para proporcionar un
universo que permitiera la vida. A través de la ciencia moderna, ahora sabemos
que los universos que no permiten la vida son infinitamente más probables que
algún universo que la permita, como el nuestro. ¿Cuánto más probable?
Bien, la
respuesta es que las probabilidades de que el universo permita la vida son tan
infinitesimalmente pequeñas que resultan incomprensibles e incalculables. Por
ejemplo, Stephen Hawking ha estimado que si la tasa de expansión del universo
un segundo después del Big Bang hubiera sido más pequeña, siquiera una parte en
cien mil billones, el universo habría re-colapsado en una bola de fuego
hirviendo, debido a la atracción gravitacional (Stephen Hawking, A Brief
History of Time/New York: Bantam Books, 1988, pág. 123).
El físico P.
C. W. Davies ha calculado que las probabilidades en contra de que las
condiciones iniciales fueran apropiadas para la formación de estrellas (sin las
cuales los planetas no podrían existir) son de un 1 seguido, por lo menos, de
mil trillones de ceros (P.C.W. Davies, Other Worlds (London: Dent, 1980), págs.
168, 169).
Davies
también calcula que un cambio en la fuerza de la gravedad o de la fuerza débil
de solamente una parte en 10 elevado a la 100 habría impedido la ocurrencia de
un universo que permitiera la vida (P.C. W. Davies, “The Anthropic Principle”,
en Particle and Nuclear Physics).
Como vimos
en las listas anteriores, hay docenas y docenas de esas constantes y cantidades
presentes en el supuesto Big Bang, las cuales tienen que estar ajustadas
exquisitamente de esta manera para que el universo permita la vida. Además, no
es solo las cantidades o constantes individuales las que deben estar finamente
ajustadas; las proporciones entre sí también tienen que estar ajustadas
exquisitamente. Por lo tanto, una enorme improbabilidad es multiplicada por una
enorme improbabilidad, y de nuevo por una enorme improbabilidad repetidamente
hasta que la mente simplemente nos empieza a dar vueltas con las probabilidades
cada vez más pequeñas.
No existe
ninguna razón física plausible del por qué estas constantes y cantidades deben
tener los valores que tienen. Reflexionando sobre esto, el ex-agnóstico físico
P C.W. Davies comenta: "A través de mi trabajo científico he llegado a
creer cada vez más decididamente que el universo físico fue creado con una
ingeniosidad tan asombrosa que no lo puedo aceptar simplemente como un hecho
bruto" (Paul Davies, The Mind of God (New York: Simon & Shuster,
1992), pág. 169).
Igualmente,
el astrofísico inglés, Sir Frederick Hoyle, observa: "Una interpretación
lógica de los hechos sugiere que un super-intelecto ha interferido con la
física" (Fred Hoyle, “The Universe: Past and Present Reflections,”
Engineering and Science (noviembre de 1981), pág. 12).
Robert
Jastrow, jefe del Instituto Goddard de la NASA para los Estudios del Espacio,
se refiere a esto como "la evidencia más poderosa a favor de la existencia
de Dios que alguna vez haya provenido de la ciencia" (Robert Jastrow, “The
Astronomer and God”, en The Intellectuals Speak Out About God, ed. Roy Abraham
Varghese/Chicago: Regenery Gateway, 1984, pág. 22).
En
conclusión, el Argumento Teleológico tiene fuertes bases científicas,
filosóficas y teológicas. La visión que los teístas cristianos han sostenido
históricamente que existe un Diseñador inteligente del universo parece tener
mucho más sentido que la alternativa atea, la cual se resumen en lo siguiente:
el universo, cuando comenzó a existir, sin causa, de la nada, simplemente
estaba, por casualidad, finamente ajustado para la vida inteligente, con una
improbable y abrumadora precisión y delicadeza. Llamar "astronómicas"
a las probabilidades en contra de la ocurrencia de este fino ajuste sería
subestimarlas en extremo.