Sam Parnia
Es profesor asistente de medicina de
cuidados críticos en la Universidad Estatal de Nueva York, donde dirige el
proyecto de investigación "Resurrección" (Resuscitation Research) y
es miembro de la unidad de medicina pulmonar y cuidados críticos de la Universidad
de Cornell en Nueva York. Es conocido por ser un destacado experto en la
investigación de las ECM. Fundó el Grupo de Investigación de la Conciencia
(Consciousness Research Group), y es presidente de la Fundación para la
Investigación Horizonte (Horizon Research Foundation). Se graduó en la Escuela
de Medicina "Guys and St. Thomas" de la Universidad de Londres, donde
pasó a obtener su doctorado en biología celular y molecular por la Universidad
de Southampton en el Reino Unido.
Completó su formación de postgrado
en medicina interna, crítica y pulmonar en la Universidad de Southampton, la
Universidad de Londres, y el Centro Médico Weill Cornell en Nueva York. Es
miembro del "Royal College of Physicians" y ha servido como miembro
en el "Cornell and Columbia Medical Centers Cardiac Arrest Resuscitation
Committee", junto con el
"Southampton University Trust Hospitals Cardiac Arrest Resuscitation
Committee", donde puso en marcha el primer estudio de habilidades
cognitivas y procesos mentales que ocurren durante un paro cardiaco en el Reino
Unido. Además ha publicado numerosos artículos en revistas científicas sobre
medicina pulmonar y mecanismos de los procesos cognitivos asociados a paro
cardíaco. Además, colabora con "The New England Journal of Medicine",
así como la revista "Resuscitation and critical care medicine". Su
trabajo ha sido presentado en varias reuniones científicas nacionales e
internacionales. Los resultados de sus estudios se publicaron en la revista
médica "Resuscitation".
El Dr. Sam Parnia ha hecho numerosas
apariciones en diversos medios de comunicación como CNN, NBC, New York Times,
Newsweek, Time y BBC, donde es presentado como orador, columnista y
conferenciante. Su investigación pionera sobre las ECM fue presentada en la BBC
y Discovery documentary, con su documental "The Day I Died" (El día
en que morí). Sam Parnia es autor del libro "¿Qué sucede cuando
morimos?" el cual ha sido traducido a nueve idiomas diferentes y su
segundo libro se llamó "El Efecto Lázaro", publicado en 2012. También
ha colaborado como asesor para la creación de numerosos documentales de la BBC,
Discovery Channel y el National Geographic, que incluyen "El día en que
morí", y "En el momento de la muerte" (At the Moment of Death).
Además, el Dr. Parnia es el líder del estudio AWARE el cual es promovido por
Parnia y la ONU para estudiar la conciencia y las ECM.
El Dr. Parnia comenta en una
entrevista realizada por Wired que “la muerte no es un momento en el tiempo,
sino que es un proceso. Antes del descubrimiento del RCP (reanimación
cardiopulmonar) se llamaba muerte (irreversible) a la detención del corazón,
pero hoy sabemos que no es así”. De hecho, el Dr. Parnia indica que durante su
carrera ha visto resucitar a personas que se han mantenido hasta 30 minutos en estado
de muerte clínica. Es más, el Dr. Parnia indica que las células del cerebro
pueden mantenerse utilizables hasta 8 horas después de que el bombeo de sangre
se detiene. Sin sangre el cerebro deja de funcionar, pero aun así las personas
que vuelven de ese estado recuerdan cosas que sucedieron entre su muerte
clínica y su resurrección.
Parnia indica que es posible que la
idea histórica de que los procesos electroquímicos en el cerebro crean la
conciencia pueden no ser correctos, y que es posible que exista algo en el
cerebro que aún no hemos descubierto, y que tal vez la conciencia esté
totalmente separada de él.
Cuando las personas descubrieron el
electromagnetismo (fuerzas que no se podían ver, tocar o medir), muchos
científicos hicieron burla de ello; en este sentido, Parnia indica que no
existen experimentos que avalen que la conciencia esté ligada al cerebro, por
lo que debe existir otra correlación. El estudio AWARE busca responder y
aportar a la comprensión de la conciencia.
Parnia menciona que los pasos que
están siguiendo se dividen en dos partes: entre la conciencia y el cerebro:
- Para ver qué sucede en el cerebro,
están haciendo mediciones con sensores especiales no invasivos y en tiempo
real, para monitorear la actividad cerebral durante el periodo de muerte
clínica.
- Por otra parte, está la
comprensión de la conciencia, para lo cual se busca entender cómo se aloja en
el cerebro. ¿Qué ayuda a una persona a estar consciente o inconsciente?, ¿Cómo
podemos utilizar esta información para ayudar a personas que parece que están
inconscientes? Son incógnitas que el estudio AWARE está abierto a responder.
“Actualmente estoy estudiando cómo
la conciencia puede estar presente en personas que han ido más allá del umbral
de la muerte (EMC)... todo lo que podemos decir por ahora es que los datos
sugieren que la conciencia no se aniquila” dice Parnia.
¿Qué sucedería si en realidad la conciencia no
fuese parte del cerebro?... si no se aniquila durante la muerte clínica, ¿dónde
se aloja? No queda más que esperar mayores resultados del estudio AWARE que se
inició en el año 2008 y que ha estado recopilando información.
En el año 2014, en un artículo que
fue escrito por M.J. Stephey y publicado el 18 de Septiembre de 2008 al diario
estadounidense Time, el Doctor Parnia y sus colegas anunciaron su primer
descubrimiento, resultado de su Proyecto sobre la Consciencia Humana (Human
Consciousness Project) que es un estudio intensivo de tres años (2005-2008)
sobre las experiencias fuera del cuerpo; en este proyecto colaboraron 25
centros médicos de los Estados Unidos, Canadá y Europa y han estudiado 1.500
casos de supervivientes a ataques cardiacos.
Time habló con Parnia sobre los
orígenes del proyecto, su escepticismo y la diferencia entre mente y cerebro. A
continuación, algunos apartes de la entrevista:
- ¿Qué tipo de métodos utilizará
este proyecto para verificar la veracidad de lo que la gente dice haber vivido
como ECM? Parnia responde: Cuando tu corazón deja de latir, no hay sangre
llegando a tu cerebro. Entonces, lo que sucede es que desde los primeros 10
segundos aproximadamente, la actividad cerebral se detiene. Paradójicamente, el
10% o 20% de la gente que han regresado a la vida después de ese periodo de
tiempo, que pudo haber sido entre cinco minutos o más de una hora, aseguran
haber estado conscientes. Entonces, el punto clave en estas situaciones, es
determinar, si ese estado de consciencia es real o ilusorio. La única manera de
determinarlo es tener fotos sacadas desde el techo de la habitación, porque la
gente asegura que pueden verlo todo desde el techo de la misma. Por lo tanto,
si nosotros obtenemos una serie de 200 ó 300 personas que estuvieron
clínicamente muertas, y que pudieron volver de ese estado y contarnos qué es lo
que nosotros estábamos haciendo en la habitación durante ese lapso de tiempo y
comparamos sus relatos con las fotos sacadas desde el techo, podremos así
confirmar si su estado de consciencia realmente continuó a pesar de que su
cerebro no estaba funcionando.
- ¿Cómo se relaciona este proyecto
con la percepción de la muerte que tiene la sociedad? Parnia responde: La gente
muy comúnmente percibe la muerte como un momento. O estás vivo o estás muerto.
Esto es solo una definición social de la muerte. Pero la definición clínica de
la muerte es otra: es cuando tu corazón, y tus pulmones dejan de funcionar, y
en consecuencia el cerebro mismo deja de trabajar. Cuando los doctores iluminan
con una linterna las pupilas de un paciente es para determinar que no hay
ningún reflejo presente en el mismo. El reflejo del ojo esta generado por el
tronco encéfalo que se encuentra en la cavidad craneal y es el área del cuerpo
que nos mantiene vivos; si deja de funcionar, es que el cerebro mismo ya no
está funcionando. En ese momento llamo a una enfermera para poder certificar
que el paciente ha fallecido. Hace 50 años nadie sobrevivía después de algo
así.
- ¿Cómo está la tecnología cambiando
la percepción de que la muerte es un momento?
Parnia responde: Hoy en día la
tecnología ha mejorado hasta el punto de que podemos resucitar a algunos
pacientes. De hecho, se están desarrollando drogas, quién sabe si saldrán al
mercado, que podrían reducir el proceso de daño celular del cerebro y por ende,
de la muerte. Imagínese a Ud. mismo diez años más allá y que puede darle a su
paciente (cuyo corazón acaba de pararse) una droga tan impactante que ralentiza
todo tanto, que lo que sucedería en una hora se pospone dos días. A medida que
la medicina avance en casos así, iremos teniendo cada vez más cuestiones éticas
qué resolver. Pero ¿qué es lo que le sucede al individuo durante ese lapso de
tiempo? Porque hay una falta de flujo sanguíneo, las células tratarán de
mantenerse vivas; para eso comienzan, dentro de un lapso de cinco minutos, a
dañarse o cambiar. Después de una hora más o menos, el daño es tan grande que
aunque intentemos reactivar el latido del corazón, la persona no podrá
recuperarse porque sus células cambiaron demasiado. Luego, las células
continuarán el cambio hasta que en un par de días el cuerpo se descompone. Así
que no es un momento, sino un proceso que comienza cuando el corazón deja de
latir, y termina con la completa descomposición de las células del cuerpo. Sin
embargo, lo interesante es ¿qué está sucediendo en la mente de la persona? ¿Qué
le sucede a la mente humana y a la conciencia durante la muerte? ¿Se acaba
inmediatamente, en cuanto el corazón se para? ¿Cesa la actividad a los dos
segundos, a los dos minutos…? Porque nosotros sabemos que las células siguen
cambiando durante ese tiempo. ¿Acaba a los 10 minutos, a la media hora, una
hora después? Y es ese punto en el que no sabemos.
- ¿Cómo fue tu primera entrevista
con alguien que aseguraba haber vivido una experiencia fuera del cuerpo? Parnia
responde: Me hizo sentir muy humilde y me abrió mucho la mente, porque lo que
ves es que, ante todo, son personas genuinamente honestas, que no están
buscando fama ni atención. En muchos casos ni siquiera lo han compartido con
nadie, porque temen lo que la gente pueda llegar a pensar sobre ellos. Tengo
como 500 casos de personas que he entrevistado desde que empecé hace más de 10
años. Es la consistencia en la narración de las experiencias lo impresionante.
También hablé con los médicos y enfermeras que estuvieron presentes cuando
estas personas tuvieron la experiencia, y el relato de lo que los pacientes les
han contado a ellos es igual al que me contaron durante la entrevista. Tengo
estos casos documentados en mi libro “What Happens When we Die” porque quería
que la gente tuviera ambos ángulos de la historia. No solo el lado de los
pacientes, sino también el de los médicos, y ver cómo se siente el doctor que
tiene un paciente que ha regresado y le cuenta lo que le ha ocurrido. Hablé con
un cardiólogo que me dijo que nunca le había contado a nadie lo ocurrido porque
no sabía explicar cómo su paciente podía ser capaz de describir con todo
detalle cada cosa que él había dicho y había hecho. Realmente estaba tan
asustado, que decidió no pensarlo más.
- ¿Por qué cree que hay tanta
resistencia a estudios como el suyo? Parnia responde: Porque estamos tratando
temas que sobrepasan los límites de la ciencia y trabajamos contra ideas
preconcebidas y percepciones que están fuertemente arraigadas. Muchas personas
mantienen la idea de que cuando uno muere, se muere y eso es todo. La muerte es
un momento, o se está muerto o se está vivo.Todas esas cosas no son
científicamente válidas… son creencias sociales muy asentadas. Si volvemos la
vista a los finales del siglo XIX, los físicos de aquella época estaban trabajando
con las leyes de Newton y creían realmente tener todas las respuestas a todo lo
que había en el universo. Cuando miramos el universo que nos rodea, las leyes
de Newton son perfectamente suficientes. Explican la mayoría de las cosas con
las que tenemos que bregar. Pero después se descubrió que hay niveles más
diminutos, más allá de los átomos, en los que las leyes newtonianas no
funcionan. Se necesitó una nueva Física, y así surgió la Física cuántica. Si
hablamos de la mente, la consciencia y el cerebro, hoy en día se asume que la
mente y el cerebro son lo mismo y trabajan exactamente al mismo tiempo. Pero
luego surgen estos casos extremos, donde el cerebro se apaga, y la conciencia
no, y podemos ver cómo lo asumido no es tan real. Así, una nueva forma de
ciencia es necesaria, como lo fue la Física cuántica.
Fuente:
http://www.inspiracionplanetaria.com/quieres-saber-que-sucede-cuando-morimos
Existe otro estudio británico
relacionado con la conciencia en el momento de la muerte. La investigación fue liderada
por el científico Sam Parnia, de la británica Universidad de Southampton.
Durante cuatro años se estudiaron más de 2.000 casos de infarto cardíaco en 15
hospitales del Reino Unido, Estados Unidos y Austria. De los sobrevivientes, el
39 por ciento experimentó algún estado de conciencia. De ellos, casi la mitad
dijo haber tenido recuerdos, mientras que un 9% declaró haber vivido lo que se
conoce como una "experiencia cercana a la muerte" (ECM).
Lo más interesante es que se
verificó un caso que podría revolucionar el enfoque en la investigación del
fenómeno. Un paciente dijo haber visto, desde la esquina de la sala de
operaciones, los intentos de los médicos por reanimarlo. El relato es consistente
con lo que ocurrió en la realidad, pero eso no es lo más sorprendente…
"estuvo consciente -cuenta Parnia- durante un período de tres minutos
durante los cuales no había pulso. Esto es paradójico, ya que típicamente el
cerebro deja de funcionar entre 10 y 20 segundos después de que se detiene el
corazón, y no vuelve a retomar la actividad hasta que el corazón reinicia sus
latidos". Se pudo determinar que el paciente tenía conciencia en este
período crítico porque manifestó haber escuchado dos pitidos de una máquina que
emite sonidos cada tres minutos (un aparato que el equipo de investigación
utiliza para saber cuánto dura la experiencia de los pacientes).
Según la ciencia oficial, todo está
en el cerebro. Desde la óptica de las neurociencias (conjunto de disciplinas
que estudian el sistema nervioso) se da la siguiente explicación con respecto a
las ECM: éstas se deben a la forma en que interactúan las funciones vitales del
organismo. En situaciones cercanas a la muerte, debido a un trauma o a un mal
funcionamiento generalizado, el cerebro empieza a fallar. En estas
circunstancias, se produce una revolución en la actividad cerebral: numerosos
experimentos han demostrado que se liberan diversas hormonas y
neurotransmisores que convierten al sistema nervioso en un verdadero caos. En
ese estado de confusión, la conciencia realiza esfuerzos colosales para dotar
de sentido a ese desorden. La actividad anormal del cerebro se interpretaría,
entonces, como un "viaje al más allá", pero en realidad se trataría,
ni más ni menos, que de alucinaciones. Esa es la postura predominante en las
neurociencias, y logra mantener así la idea establecida de que la conciencia no
es más que el resultado de la actividad química y eléctrica del cerebro.
Con todo, aunque en su mayoría los
científicos están de acuerdo en considerar a las ECM como trampas de la mente,
juegos engañosos producidos por el sistema nervioso en una situación límite,
existen posturas diferentes a favor del dualismo (como las mencionadas en este
capítulo). Un ejemplo de ello es la posición de Arturo Famulari, especialista
en neurología cognitiva y del comportamiento y Director de Investigaciones
Clínicas de FACENE (Fundación Argentina Contra las Enfermedades Neurológicas
del Envejecimiento). Sin rechazar la posición tradicional que adjudica a la
conciencia un rol dependiente del cerebro, Famulari advierte: "A mi
criterio, son más exitosas las afirmaciones de aquellos investigadores que se
animan a modificar el paradigma científico tradicional que las de quienes continúan
con los ‘envases metodológicos tradicionales'. La explicación ‘científica' para
todas y cada de una de las ECM es prácticamente la misma: el estado pre-mortem
conlleva a una franca disminución de la llegada de sangre al cerebro… ésta a
una disminución de su metabolismo que puede alterar aún más la expresión de los
genes y la cantidad y calidad de electricidad y química que el cerebro necesita
producir. Así son las cosas, hoy. Si ésta es la última y definitiva explicación
a estos fenómenos, nadie se encuentra en condiciones de asegurarlo".
Famulari se refirió también a la
controvertida investigación de la Universidad de Southampton, relacionada con
el Dr. Sam Parnia: "El estudio de Parnia es interesante porque sostiene
que es posible que pueda no ser correcta la idea histórica de que los procesos
electroquímicos en el cerebro crean la conciencia, y que es posible que exista
algo allí que aún no hemos descubierto, y que tal vez la conciencia esté
totalmente separada de él".
La psicología y la psiquiatría
también han propuesto sus propios modelos explicativos sobre ECM. Bruce Greyson
(citado en referencias anteriores en este capítulo), psiquiatra de la
Universidad de Virginia y una de las principales autoridades mundiales en la
materia, resume algunas de esas teorías en The Handbook of Near-Death
Experiencies ("Manual de experiencias cercanas a la muerte", 2009).
Según Greyson, hay diversas explicaciones posibles. Una hipótesis afirma que el
instante de la muerte es capaz de desencadenar recuerdos reprimidos del momento
del nacimiento. Así, la paz que se percibe es compatible con la vida del feto
en el útero; la experiencia de atravesar el túnel con la luz al fondo podría
ser una evocación del pasaje por el cuello uterino hasta el momento del parto,
en que aparece la luz cegadora del mundo exterior.
En cuanto a las vivencias que
experimentan muchas personas, se ha postulado que pueden deberse a una
necesidad psicológica (reconciliación con parientes fallecidos, por ejemplo),
lo cual podría explicar por qué se dan incluso en ateos declarados. Otra
explicación las interpreta como un mecanismo de defensa ante un evento nocivo
como la muerte: la mente reacciona con una negación, generando una situación de
bienestar que aleja a la conciencia de lo que sucede en su organismo. Esto
trataría de explicar los casos de despersonalización, como salirse del cuerpo.
Ricardo Rubinstein, médico
psicoanalista de APA (Asociación Psicoanalítica Argentina), recuerda que, según
Freud, existen dos pulsiones o instintos básicos: de vida y de muerte. Estos
últimos tienden a buscar un estado de vacío, de nirvana o estado cero. Ese
alivio de las tensiones se puede asociar con situaciones de placer; la
reducción de las tensiones genera sensaciones placenteras, que es lo que mucha
gente experimenta en las ECM. Por otra parte, Rubinstein enmarca la
representación de la muerte dentro de la categoría psicoanalítica de
"angustia de castración", un estado de corte, de finitud, de pérdida.
Ante estas situaciones límite, la psique buscaría, nuevamente, una respuesta
evasiva que la aleje de ese momento de angustia.
Estas interpretaciones no son
necesariamente incompatibles con las explicaciones fisiológicas, y hasta
podrían considerarse complementarias. Sin embargo, chocan de frente con quienes
creen firmemente que lo que ocurre durante las ECM es real. Muchos de sus
defensores, en sintonía con las experiencias beatíficas y hasta místicas que
han vivido, se declaran creyentes religiosos (mayormente cristianos, aunque hay
también de otros cultos).
Si bien hay diversas explicaciones
científicas para este fenómeno, ninguna es capaz de explicar claramente todos
los alcances de las ECM, las cuales no tienen una explicación médica
definitiva. Han existido más de 20 explicaciones distintas para las ECM, y
cubren cualquier posibilidad factible, ya sea fisiológica, psicológica,
biológica o cultural, pero la verdad es que ni siquiera una de ellas tiene
sentido, incluso para los escépticos; por eso es que hay tantas explicaciones.
A continuación, se relacionan
algunas referencias para que el lector tenga mayores argumentos:
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https://www.scribd.com/doc/203834647/Las-pruebas-cientificas-de-la-existencia-del-alma-23-cientificos-medicos-e-investigadores-presentan-la-evidencia
Videos del Dr. Parnia (en inglés)
https://www.youtube.com/watch?v=w1JarYYWDfQ
https://www.youtube.com/watch?v=qviKvjNecCQ
https://www.youtube.com/watch?v=WoCp5UOMonI
Publicacion en inglés: http://iands.org/news/news/front-page-news/930-aware-study-a-two-others-receive-templeton-grants.html
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