Peter Fenwick
El doctor Peter Fenwick nació en
1935; es un neuropsiquiatra y neurofisiólogo que es conocido por sus estudios
sobre la epilepsia y las ECM. Es reconocido como una autoridad de prestigio en
el estudio de la relación mente-cerebro. Se graduó en el Trinity College de
Cambridge, donde estudió Ciencias Naturales. Obtuvo su experiencia clínica en
el "St Thomas' Hospital".
Fenwick fue professor en el King 's
College de Londres, donde trabajó como consultor en el Instituto de
Psiquiatría. Fue neuropsicólogo consultor, en los hospitales Maudsley y John
Radcliffe, y también ofrecía servicios en el hospital Broadmoor. Trabajó en la
unidad de salud mental de la Universidad de Southampton y mantiene visitas
profesionales en el Instituto Riken de Neurociencias en Japón. Además, fue el
presidente de la "Horizon Research Foundation”, una organización que apoya
la investigación sobre las experiencias de casi muerte. Fenwick
formó parte del consejo editorial de varias revistas, incluyendo el
"Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry", el "Journal
of Consciousness Studies" y el "Journal of Epilepsy and
Behaviour".
“No existen pruebas convincentes
para afirmar la teoría que establece que la conciencia solo puede existir en el
cerebro, y eso es lo que tratamos de demostrar; la conciencia puede realmente
vivir sin el cuerpo… esto es de enorme importancia a la hora de comprender la
mente” (Peter Fenwick)
Este neuropsiquiatra registró un
caso espectacular, hace unos cuantos años, cuando uno de sus colaboradores
atendió a un ciego que había sido atropellado. El hombre llegó al hospital en
coma profundo y sufrió un paro cardiaco en la camilla del hospital; intentaron
revivirlo por todos los medios, pero pasados diez minutos el
electroencefalograma no mostraba signos de actividad neuronal. Aún así, el
médico no se rindió y le inyectó adrenalina directamente en el corazón. El
cuerpo experimentó una sacudida y el corazón comenzó a latir de nuevo. A la
semana salió de la terapia intensiva y a los dos meses fue dado de alta (una
recuperación muy rápida, ya que según afirma el mismo Profesor Fenwick, debió
haber sufrido daños cerebrales irreversibles debido a la ausencia de oxígeno).
Lo realmente sorprendente de ese caso, es que tras varios días, cuando el
paciente ciego recuperó la conciencia, identificó y describió perfectamente al
médico que le había salvado la vida y que por supuesto, él no pudo ver a través
de sus ojos físicos. Nunca antes se había relatado el caso de un no vidente que
pudo describir la figura, el color del pelo y de los ojos del médico que lo
había atendido durante ese estado de muerte clínica. A consecuencia de este
caso, el Profesor Peter Fenwick está investigando a pacientes que han tenido
una experiencia cercana a la muerte, ya que consideran que aproximadamente un
30% de estas personas tienen posteriormente experiencias extracorpóreas.
Peter Fenwick entrevistó a 60
pacientes de la unidad coronaria del Hospital Southampton después de que éstos
sufrieran un ataque al corazón, y como consecuencia de ello mostraran
posteriormente un electroencefalograma plano, pudiéndose diagnosticar una
muerte cerebral. Siete de ellos reportaron experiencias de ECM, definiendo
claramente la sensación característica de dejar el cuerpo, entrar en un túnel y
entrar en un área de amor, gozo y gran conciencia.
“Es significativo, y tenemos que
hacer notar, que después de un paro cardiaco, se pierde la conciencia en ocho
segundos, y que las ondas cerebrales se vuelven planas; después de este espacio
de tiempo, la totalidad de las ondas cerebrales dejan de funcionar, el cerebro
ya no tiene la capacidad para recrear un modelo de mundo o un entorno; por lo
tanto, la presencia de estas experiencias en el espacio tiempo en el que no se
aprecia actividad, es algo notable”, comentó el Dr. Fenwick.
“La experiencia se produjo sin lugar
a dudas cuando no existía flujo sanguíneo en el cerebro; por lo tanto, la
conciencia parece continuar existiendo fuera del cerebro” continuó comentando
el Dr. Fenwick.
En el pasado se pensaba que estas
experiencias se solían producir en el intervalo de reanimación y que eran
meramente anecdóticas. Sin embargo, recientes estudios en el que se ha
rastreado todo vestigio de actividad eléctrica cerebral sugiere que no es así.
Este y otros estudios acaban por
demostrar que la mente y el cerebro no son la misma cosa; parece que la mente
puede funcionar sin el cerebro como una especie de campo electromagnético.
El Dr. Fenwick comentó que la idea
de una mente que existe fuera del cuerpo, puede ayudar a explicar los fenómenos
psíquicos. Basándonos en las entrevistas realizadas con sobrevivientes de la
unidad coronaria de la ADA del Southampton General Hospital, en un estudio
realizado anteriormente que fue publicado en 2001, los autores, el Dr. Peter
Fenwick [neuropsiquiatra, NDT] consultor del Instituto de Psiquiatría de
Londres, y el Dr. Sam Parnia, un colega investigador, clínico del Hospital de
Southampton, el Dr. Parnia comentó: “Estas personas no tienen estas
experiencias cuando deberían de producirse, es decir, cuando el cerebro aún
presenta actividad… la tienen cuando el cerebro está muerto. Lo que podría dar
una respuesta a la pregunta de si la mente o la conciencia es producto del
cerebro o si éste es una especie de intermediario para la mente, que existe de
una forma independiente”
El Dr. Fenwick también comentó: “Si
la mente y el cerebro son independientes, a
continuación, nos lleva a preguntarnos sobre la supervivencia de la
conciencia después de la muerte”.
Todo esto plantea, por lo tanto, la
cuestión de la existencia de un componente espiritual en los seres humanos.
Los investigadores también pudieron
excluir que estas personas hubieran sido tratadas con algún tipo de droga, ya
que el procedimiento de atención de la unidad de cuidados coronarios intensivos
del hospital fue la misma en todos los casos.
Fuente: (en inglés)
http://www.scotsman.com/news/sci-tech/study-into-near-death-experiences-supports-theory-of-a-sixth-sense-1-664738
Otra investigación realizada por Sam
Parnia y Peter Fenwick proporcionó evidencias de que la consciencia continúa
después de que el cerebro de una persona ha dejado de funcionar, y de que él o
ella ha sido declarado muerto, lo cual apoya la veracidad del dualismo. El
médico Sam Parnia y Peter Fenwick describen sus estudios de 63 víctimas de
ataques al corazón, quienes fueron declarados clínicamente muertos, pero más
tarde fueron revividos o resucitados (mediante técnicas médicas) y
entrevistados. Cerca de un 10% reportó tener procesos de pensamiento lúcido,
bien estructurado, con la formación de recuerdos y razonamiento durante el
tiempo en que sus cerebros no estuvieron funcionando. Los efectos de la falta
de oxígeno o de drogas fueron eliminados como factores. Los investigadores
también encontraron que numerosos casos fueron similares.
Mientras que la ciencia se preocupa
por saber si existe una conciencia independiente de la actividad cerebral,
muchísima gente considera que una prueba contundente de la inmortalidad del
alma son los numerosos testimonios de personas que han "regresado de la
muerte", de aquellos que han estado clínicamente muertos por un breve
lapso y han vuelto a la vida. Típicamente, estas experiencias incluyen verse a
sí mismo fuera del cuerpo, un ascenso por un túnel oscuro con una luz al fondo,
encuentros con parientes fallecidos y una inefable sensación de bienestar.
Pim Van Lommel
Lommel es un médico cardiólogo y
científico holandés; desde el año 1977 y hasta el año 2003 trabajó como
cardiólogo en el Hospital Rijnstate-Krankenhaus en Arnhem, Países Bajos,
permaneciendo en esta función durante 26 años. A partir de 2003, Pim van Lommel
ha trabajado principalmente en el área de la investigación de las ECM y los
temas científicos aledaños; el doctor ha demostrado a través de un estudio
prospectivo (que es un estudio longitudinal en el tiempo que se diseña y
comienza a realizarse en el presente, pero los datos se analizan transcurrido
un determinado tiempo, en el futuro) de 344 enfermos que fueron reanimados tras
sufrir ataques al corazón. Van Lommel no es creyente, pero rechaza, tal como
enseñan algunos científicos hoy, que la conciencia sea producto o efecto de la
función cerebral.
"La conciencia no está en el
cerebro. Sobrevive a la muerte", afirma Pim Van Lommel
Este heterodoxo holandés habla de la
muerte como un cambio de conciencia. La muerte supone entrar en lo que él llama
una conciencia no local, sin tiempo ni espacio.
Este cardiólogo e investigador
publicó su estudio prospectivo con 344 supervivientes de paro cardíaco, para
medir la frecuencia, la causa y el contenido de las ECM que estos
experimentaron. Dicho estudio fue publicado en la revista científica The Lancet
en diciembre de 2001, con un informe titulado: Experiencias Cercanas a la
Muerte (ECM) en supervivientes de paro cardíaco; un estudio prospectivo en
Holanda (En inglés: Near-death experience in survivors of cardiac arrest; a
prospective study in the Netherlands).
Una experiencia cercana a la muerte
es el informe [o el relato] de los recuerdos de todas las impresiones durante
un estado especial de conciencia, incluyendo elementos específicos tales como
la experiencia fuera del cuerpo, sentimientos agradables, y ver un túnel, una
luz, parientes difuntos, o una revisión de la vida. En este estudio, 282
pacientes (82%) no tuvieron ningún recuerdo del período de inconsciencia; 62
pacientes (18%) sin embargo informaron haber tenido una ECM con todos los
elementos clásicos mencionados antes. Entre los dos grupos no hubo diferencia
en la duración del paro cardíaco, ni el período de inconsciencia, intubación,
medicinas, miedo a la muerte antes del paro cardíaco, género, religión,
educación ni conocimiento previo sobre las ECM. Se informó con más frecuencia
haber tenido una ECM en edades por debajo de los 60 años, en aquellos que
tuvieron más de una resucitación cardiopulmonar (CPR) durante su permanencia en
el hospital, y entre los que tuvieron ECM previas. Los pacientes con defectos
de memoria después de una larga y complicada resucitación cardiopulmonar
informaron con menos frecuencia haber tenido una ECM.
Las ECM no son meras alucinaciones
ni intervienen las endorfinas. El regreso siempre es abrupto y doloroso.
Además, no se pierde la identidad propia, y las personas ven y escuchan todo lo
que ocurre a su alrededor, pese a estar en otro estado, sin tiempo ni espacio.
Los que viven una ECM constatan la
existencia de una conciencia no local, lo que comúnmente es denominado como
alma (más allá de la muerte física).
Antes estas investigaciones, hubo
muchos escépticos que refutaron las conclusiones de Van Lommel; un caso
concreto es la publicación de Michael Shermer, quien refutó al doctor con
opiniones expresadas en el diario especializado “Scientific American”. Ante las
declaraciones de Shermer, el doctor Lommel expresó: “Yo siempre habría esperado
un artículo bien documentado y científico, y no sé cuan rigurosa fue la revisión
editorial del artículo de Shermer por parte del personal de redacción de la
revista antes de su publicación. Mi reacción a este artículo escrito por
Shermer se debe a que soy el autor principal del estudio publicado en The
Lancet, diciembre 2001, titulado Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) en
supervivientes de paro cardíaco; un estudio prospectivo en Holanda. Lo que
Shermer escribe acerca de las conclusiones de nuestro estudio, así como del
efecto de la estimulación magnética y eléctrica del cerebro, me obliga a
escribir este texto, porque estoy en desacuerdo con sus teorías así como con
sus conclusiones. Hay varias teorías que deberían explicar la causa y el
contenido de las ECM. La explicación fisiológica: la ECM se experimenta como
resultado de anoxia en el cerebro [anoxia = falta de oxígeno]; posiblemente
también esté causada por la liberación de endorfinas, o por el bloqueo del
receptor NMDA. Pero en dicho estudio no hubo diferencia en la duración del paro
cardíaco ni el período de inconsciencia, intubación, medicinas, miedo a la
muerte antes del paro cardíaco. En nuestro estudio todos los pacientes tuvieron
un paro cardíaco; ellos estaban clínicamente muertos, inconscientes, debido a
un insuficiente suministro de sangre al cerebro, ocasionado a su vez por una
inadecuada circulación sanguínea, respiración, o ambas. Si en esta situación no
se comienza con la resucitación cardiopulmonar [CPR] antes de 5-10 minutos, se
produce un daño irreparable en el cerebro y el paciente morirá. De acuerdo con
esta teoría, todos los pacientes en nuestro estudio deberían haber tenido una
ECM; todos estuvieron clínicamente muertos debido a anoxia del cerebro causada
por la inadecuada circulación de la sangre al cerebro, pero solo 18% de ellos
informaron haber tenido una ECM. La explicación psicológica: la ECM está
causada por temor a la muerte. Pero en nuestro estudio solo un porcentaje muy
pequeño de pacientes dijeron haber tenido miedo los segundos que precedieron al
paro cardíaco, puesto que sucedió de forma demasiado repentina como para que se
dieran cuenta de lo que les estaba pasando. Sin embargo, el 18% de los
pacientes informó haber tenido una ECM. Y la medicina que se les dio tampoco
tuvo influencia. Sabemos que los pacientes con paro cardíaco se quedan inconscientes
en cuestión de segundos, ¿pero cómo sabemos que el encefalograma (EEG) se queda
plano en esos pacientes, y cómo podemos estudiar esto? Se ha descubierto que la
circulación cerebral se detiene completamente en el paro cardíaco debido a la
fibrilación ventricular (VF) durante las pruebas de umbral [threshold testing]
en la implantación de desfibriladores internos. Este completo modelo isquémico
cerebral se puede utilizar para estudiar el resultado de la anoxia [falta de
oxígeno] del cerebro”.
Este cardiólogo también plantea que
la neuroplasticidad ha demostrado que la conciencia puede cambiar la estructura
física y el funcionamiento del cerebro, a esto lo llama distorsión no
localizada y significa que la conciencia tiene un impacto que puede afectar la
materia; para ello, el doctor cita los estudios que se han realizado en
meditadores prolongados.
La meditación, como práctica, puede
desencadenar cambios moleculares específicos en el cerebro humano. El grupo que
realizó esta investigación incluyó a científicos de la Universidad de
Wisconsin-Madison (UWM). En asociación con unos investigadores de Francia y
España, el equipo de UWM demostró en un nuevo estudio que la práctica de la
meditación de la atención plena (mindfulness) durante todo un día puede provocar
estos efectos en los practicantes experimentados, en comparación con los
principiantes, informa PsychCentral y la página oficial de la Universidad de
Wisconsin-Madison. Aquí puede leerse la investigación: Experienced Mindfulness
Meditators Exhibit Higher Parietal-Occipital EEG Gamma Activity during NREM
Sleep que afirma que tras haber meditado durante unas 8 horas, los individuos
más experimentados exhibieron diferentes niveles de capacidades de regulación
génica frente a los individuos con poca experiencia, así como unos niveles
reducidos de genes de moléculas proinflamatorias en sus cuerpos. Ambos rasgos
potencialmente ayudan a los meditadores expertos a aliviar los efectos del
estrés mucho más rápido de lo habitual.
Este es el primer documento que
muestra unas rápidas alteraciones en la expresión génica en los individuos que
practican la meditación de la atención plena, dijo el investigador Richard J.
Davidson, quien también es autor del nuevo documento, que está detallado en la
revista Psychoneuroendocrinology.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario