lunes, 7 de noviembre de 2016

¿Cuál es la Verdad? Parte XXII

Resultado de imagen para experiencia cercana a la muerte

Peter Fenwick
El doctor Peter Fenwick nació en 1935; es un neuropsiquiatra y neurofisiólogo que es conocido por sus estudios sobre la epilepsia y las ECM. Es reconocido como una autoridad de prestigio en el estudio de la relación mente-cerebro. Se graduó en el Trinity College de Cambridge, donde estudió Ciencias Naturales. Obtuvo su experiencia clínica en el "St Thomas' Hospital".

Fenwick fue professor en el King 's College de Londres, donde trabajó como consultor en el Instituto de Psiquiatría. Fue neuropsicólogo consultor, en los hospitales Maudsley y John Radcliffe, y también ofrecía servicios en el hospital Broadmoor. Trabajó en la unidad de salud mental de la Universidad de Southampton y mantiene visitas profesionales en el Instituto Riken de Neurociencias en Japón. Además, fue el presidente de la "Horizon Research Foundation”, una organización que apoya la investigación sobre las experiencias de casi muerte. Fenwick formó parte del consejo editorial de varias revistas, incluyendo el "Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry", el "Journal of Consciousness Studies" y el "Journal of Epilepsy and Behaviour".

“No existen pruebas convincentes para afirmar la teoría que establece que la conciencia solo puede existir en el cerebro, y eso es lo que tratamos de demostrar; la conciencia puede realmente vivir sin el cuerpo… esto es de enorme importancia a la hora de comprender la mente” (Peter Fenwick)

Este neuropsiquiatra registró un caso espectacular, hace unos cuantos años, cuando uno de sus colaboradores atendió a un ciego que había sido atropellado. El hombre llegó al hospital en coma profundo y sufrió un paro cardiaco en la camilla del hospital; intentaron revivirlo por todos los medios, pero pasados diez minutos el electroencefalograma no mostraba signos de actividad neuronal. Aún así, el médico no se rindió y le inyectó adrenalina directamente en el corazón. El cuerpo experimentó una sacudida y el corazón comenzó a latir de nuevo. A la semana salió de la terapia intensiva y a los dos meses fue dado de alta (una recuperación muy rápida, ya que según afirma el mismo Profesor Fenwick, debió haber sufrido daños cerebrales irreversibles debido a la ausencia de oxígeno). Lo realmente sorprendente de ese caso, es que tras varios días, cuando el paciente ciego recuperó la conciencia, identificó y describió perfectamente al médico que le había salvado la vida y que por supuesto, él no pudo ver a través de sus ojos físicos. Nunca antes se había relatado el caso de un no vidente que pudo describir la figura, el color del pelo y de los ojos del médico que lo había atendido durante ese estado de muerte clínica. A consecuencia de este caso, el Profesor Peter Fenwick está investigando a pacientes que han tenido una experiencia cercana a la muerte, ya que consideran que aproximadamente un 30% de estas personas tienen posteriormente experiencias extracorpóreas.

Peter Fenwick entrevistó a 60 pacientes de la unidad coronaria del Hospital Southampton después de que éstos sufrieran un ataque al corazón, y como consecuencia de ello mostraran posteriormente un electroencefalograma plano, pudiéndose diagnosticar una muerte cerebral. Siete de ellos reportaron experiencias de ECM, definiendo claramente la sensación característica de dejar el cuerpo, entrar en un túnel y entrar en un área de amor, gozo y gran conciencia.

“Es significativo, y tenemos que hacer notar, que después de un paro cardiaco, se pierde la conciencia en ocho segundos, y que las ondas cerebrales se vuelven planas; después de este espacio de tiempo, la totalidad de las ondas cerebrales dejan de funcionar, el cerebro ya no tiene la capacidad para recrear un modelo de mundo o un entorno; por lo tanto, la presencia de estas experiencias en el espacio tiempo en el que no se aprecia actividad, es algo notable”, comentó el Dr. Fenwick.

“La experiencia se produjo sin lugar a dudas cuando no existía flujo sanguíneo en el cerebro; por lo tanto, la conciencia parece continuar existiendo fuera del cerebro” continuó comentando el Dr. Fenwick.

En el pasado se pensaba que estas experiencias se solían producir en el intervalo de reanimación y que eran meramente anecdóticas. Sin embargo, recientes estudios en el que se ha rastreado todo vestigio de actividad eléctrica cerebral sugiere que no es así.

Este y otros estudios acaban por demostrar que la mente y el cerebro no son la misma cosa; parece que la mente puede funcionar sin el cerebro como una especie de campo electromagnético.

El Dr. Fenwick comentó que la idea de una mente que existe fuera del cuerpo, puede ayudar a explicar los fenómenos psíquicos. Basándonos en las entrevistas realizadas con sobrevivientes de la unidad coronaria de la ADA del Southampton General Hospital, en un estudio realizado anteriormente que fue publicado en 2001, los autores, el Dr. Peter Fenwick [neuropsiquiatra, NDT] consultor del Instituto de Psiquiatría de Londres, y el Dr. Sam Parnia, un colega investigador, clínico del Hospital de Southampton, el Dr. Parnia comentó: “Estas personas no tienen estas experiencias cuando deberían de producirse, es decir, cuando el cerebro aún presenta actividad… la tienen cuando el cerebro está muerto. Lo que podría dar una respuesta a la pregunta de si la mente o la conciencia es producto del cerebro o si éste es una especie de intermediario para la mente, que existe de una forma independiente”

El Dr. Fenwick también comentó: “Si la mente y el cerebro son independientes, a  continuación, nos lleva a preguntarnos sobre la supervivencia de la conciencia después de la muerte”.

Todo esto plantea, por lo tanto, la cuestión de la existencia de un componente espiritual en los seres humanos.

Los investigadores también pudieron excluir que estas personas hubieran sido tratadas con algún tipo de droga, ya que el procedimiento de atención de la unidad de cuidados coronarios intensivos del hospital fue la misma en todos los casos.

Fuente: (en inglés) 
http://www.scotsman.com/news/sci-tech/study-into-near-death-experiences-supports-theory-of-a-sixth-sense-1-664738 

Otra investigación realizada por Sam Parnia y Peter Fenwick proporcionó evidencias de que la consciencia continúa después de que el cerebro de una persona ha dejado de funcionar, y de que él o ella ha sido declarado muerto, lo cual apoya la veracidad del dualismo. El médico Sam Parnia y Peter Fenwick describen sus estudios de 63 víctimas de ataques al corazón, quienes fueron declarados clínicamente muertos, pero más tarde fueron revividos o resucitados (mediante técnicas médicas) y entrevistados. Cerca de un 10% reportó tener procesos de pensamiento lúcido, bien estructurado, con la formación de recuerdos y razonamiento durante el tiempo en que sus cerebros no estuvieron funcionando. Los efectos de la falta de oxígeno o de drogas fueron eliminados como factores. Los investigadores también encontraron que numerosos casos fueron similares.

Mientras que la ciencia se preocupa por saber si existe una conciencia independiente de la actividad cerebral, muchísima gente considera que una prueba contundente de la inmortalidad del alma son los numerosos testimonios de personas que han "regresado de la muerte", de aquellos que han estado clínicamente muertos por un breve lapso y han vuelto a la vida. Típicamente, estas experiencias incluyen verse a sí mismo fuera del cuerpo, un ascenso por un túnel oscuro con una luz al fondo, encuentros con parientes fallecidos y una inefable sensación de bienestar.

Pim Van Lommel
Lommel es un médico cardiólogo y científico holandés; desde el año 1977 y hasta el año 2003 trabajó como cardiólogo en el Hospital Rijnstate-Krankenhaus en Arnhem, Países Bajos, permaneciendo en esta función durante 26 años. A partir de 2003, Pim van Lommel ha trabajado principalmente en el área de la investigación de las ECM y los temas científicos aledaños; el doctor ha demostrado a través de un estudio prospectivo (que es un estudio longitudinal en el tiempo que se diseña y comienza a realizarse en el presente, pero los datos se analizan transcurrido un determinado tiempo, en el futuro) de 344 enfermos que fueron reanimados tras sufrir ataques al corazón. Van Lommel no es creyente, pero rechaza, tal como enseñan algunos científicos hoy, que la conciencia sea producto o efecto de la función cerebral.

"La conciencia no está en el cerebro. Sobrevive a la muerte", afirma Pim Van Lommel

Este heterodoxo holandés habla de la muerte como un cambio de conciencia. La muerte supone entrar en lo que él llama una conciencia no local, sin tiempo ni espacio.

Este cardiólogo e investigador publicó su estudio prospectivo con 344 supervivientes de paro cardíaco, para medir la frecuencia, la causa y el contenido de las ECM que estos experimentaron. Dicho estudio fue publicado en la revista científica The Lancet en diciembre de 2001, con un informe titulado: Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) en supervivientes de paro cardíaco; un estudio prospectivo en Holanda (En inglés: Near-death experience in survivors of cardiac arrest; a prospective study in the Netherlands).

Una experiencia cercana a la muerte es el informe [o el relato] de los recuerdos de todas las impresiones durante un estado especial de conciencia, incluyendo elementos específicos tales como la experiencia fuera del cuerpo, sentimientos agradables, y ver un túnel, una luz, parientes difuntos, o una revisión de la vida. En este estudio, 282 pacientes (82%) no tuvieron ningún recuerdo del período de inconsciencia; 62 pacientes (18%) sin embargo informaron haber tenido una ECM con todos los elementos clásicos mencionados antes. Entre los dos grupos no hubo diferencia en la duración del paro cardíaco, ni el período de inconsciencia, intubación, medicinas, miedo a la muerte antes del paro cardíaco, género, religión, educación ni conocimiento previo sobre las ECM. Se informó con más frecuencia haber tenido una ECM en edades por debajo de los 60 años, en aquellos que tuvieron más de una resucitación cardiopulmonar (CPR) durante su permanencia en el hospital, y entre los que tuvieron ECM previas. Los pacientes con defectos de memoria después de una larga y complicada resucitación cardiopulmonar informaron con menos frecuencia haber tenido una ECM.

Las ECM no son meras alucinaciones ni intervienen las endorfinas. El regreso siempre es abrupto y doloroso. Además, no se pierde la identidad propia, y las personas ven y escuchan todo lo que ocurre a su alrededor, pese a estar en otro estado, sin tiempo ni espacio.

Los que viven una ECM constatan la existencia de una conciencia no local, lo que comúnmente es denominado como alma (más allá de la muerte física).

Antes estas investigaciones, hubo muchos escépticos que refutaron las conclusiones de Van Lommel; un caso concreto es la publicación de Michael Shermer, quien refutó al doctor con opiniones expresadas en el diario especializado “Scientific American”. Ante las declaraciones de Shermer, el doctor Lommel expresó: “Yo siempre habría esperado un artículo bien documentado y científico, y no sé cuan rigurosa fue la revisión editorial del artículo de Shermer por parte del personal de redacción de la revista antes de su publicación. Mi reacción a este artículo escrito por Shermer se debe a que soy el autor principal del estudio publicado en The Lancet, diciembre 2001, titulado Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) en supervivientes de paro cardíaco; un estudio prospectivo en Holanda. Lo que Shermer escribe acerca de las conclusiones de nuestro estudio, así como del efecto de la estimulación magnética y eléctrica del cerebro, me obliga a escribir este texto, porque estoy en desacuerdo con sus teorías así como con sus conclusiones. Hay varias teorías que deberían explicar la causa y el contenido de las ECM. La explicación fisiológica: la ECM se experimenta como resultado de anoxia en el cerebro [anoxia = falta de oxígeno]; posiblemente también esté causada por la liberación de endorfinas, o por el bloqueo del receptor NMDA. Pero en dicho estudio no hubo diferencia en la duración del paro cardíaco ni el período de inconsciencia, intubación, medicinas, miedo a la muerte antes del paro cardíaco. En nuestro estudio todos los pacientes tuvieron un paro cardíaco; ellos estaban clínicamente muertos, inconscientes, debido a un insuficiente suministro de sangre al cerebro, ocasionado a su vez por una inadecuada circulación sanguínea, respiración, o ambas. Si en esta situación no se comienza con la resucitación cardiopulmonar [CPR] antes de 5-10 minutos, se produce un daño irreparable en el cerebro y el paciente morirá. De acuerdo con esta teoría, todos los pacientes en nuestro estudio deberían haber tenido una ECM; todos estuvieron clínicamente muertos debido a anoxia del cerebro causada por la inadecuada circulación de la sangre al cerebro, pero solo 18% de ellos informaron haber tenido una ECM. La explicación psicológica: la ECM está causada por temor a la muerte. Pero en nuestro estudio solo un porcentaje muy pequeño de pacientes dijeron haber tenido miedo los segundos que precedieron al paro cardíaco, puesto que sucedió de forma demasiado repentina como para que se dieran cuenta de lo que les estaba pasando. Sin embargo, el 18% de los pacientes informó haber tenido una ECM. Y la medicina que se les dio tampoco tuvo influencia. Sabemos que los pacientes con paro cardíaco se quedan inconscientes en cuestión de segundos, ¿pero cómo sabemos que el encefalograma (EEG) se queda plano en esos pacientes, y cómo podemos estudiar esto? Se ha descubierto que la circulación cerebral se detiene completamente en el paro cardíaco debido a la fibrilación ventricular (VF) durante las pruebas de umbral [threshold testing] en la implantación de desfibriladores internos. Este completo modelo isquémico cerebral se puede utilizar para estudiar el resultado de la anoxia [falta de oxígeno] del cerebro”.

Este cardiólogo también plantea que la neuroplasticidad ha demostrado que la conciencia puede cambiar la estructura física y el funcionamiento del cerebro, a esto lo llama distorsión no localizada y significa que la conciencia tiene un impacto que puede afectar la materia; para ello, el doctor cita los estudios que se han realizado en meditadores prolongados.

La meditación, como práctica, puede desencadenar cambios moleculares específicos en el cerebro humano. El grupo que realizó esta investigación incluyó a científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison (UWM). En asociación con unos investigadores de Francia y España, el equipo de UWM demostró en un nuevo estudio que la práctica de la meditación de la atención plena (mindfulness) durante todo un día puede provocar estos efectos en los practicantes experimentados, en comparación con los principiantes, informa PsychCentral y la página oficial de la Universidad de Wisconsin-Madison. Aquí puede leerse la investigación: Experienced Mindfulness Meditators Exhibit Higher Parietal-Occipital EEG Gamma Activity during NREM Sleep que afirma que tras haber meditado durante unas 8 horas, los individuos más experimentados exhibieron diferentes niveles de capacidades de regulación génica frente a los individuos con poca experiencia, así como unos niveles reducidos de genes de moléculas proinflamatorias en sus cuerpos. Ambos rasgos potencialmente ayudan a los meditadores expertos a aliviar los efectos del estrés mucho más rápido de lo habitual.


Este es el primer documento que muestra unas rápidas alteraciones en la expresión génica en los individuos que practican la meditación de la atención plena, dijo el investigador Richard J. Davidson, quien también es autor del nuevo documento, que está detallado en la revista Psychoneuroendocrinology.

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