jueves, 23 de julio de 2015

El mensaje de la Biblia - Parte II


La historia de la salvación
A pesar de que los libros de la Biblia fueron escritos por distintos hombres, en distintos sitios y en distintas épocas, sin embargo, todos los libros, ya sea en profecía, y en tipos o narraciones, unos en verso y otros en prosa, todos presentan un solo mensaje para el hombre: la salvación del hombre en la persona de Jesucristo.

La primera promesa del Salvador está en Gn. 3:15, donde se le llama "la simiente de la mujer". En el mismo capítulo se verifica el primer sacrificio, al sacrificar Dios animales para vestir con sus pieles a la primera pareja que había pecado. De ahí en adelante corre por toda la Biblia una vena de sangre… de sangre redentora. Los sacerdotes la anuncian con sus sacrificios, los profetas la proclaman con su mensaje y los salmistas la cantan con sus Salmos. Ese mensaje de redención que la Biblia proclama es anunciado en el A.T. por medio de las profecías y los tipos y en el N.T., por el relato del cumplimiento de esas profecías y tipos de la persona de nuestro Señor Jesucristo; es narrado en los Evangelios, predicado en los Hechos, explicado y analizado en las Epístolas y consumado en Apocalipsis.

CRISTO EN LA BIBLIA
Para que usted pueda tener una idea más clara en cuanto al lugar simbólico y profético que Cristo ocupa en cada libro de la Biblia, le damos a continuación la lista respectiva:

Génesis - La simiente de la mujer
Éxodo - El cordero pascual
Levítico - El sumo sacerdote
Números - La estrella de Jacob
Deuteronomio - Un profeta como Moisés
Josué - Un gran capitán
Jueces - Mensajero de Jehová
Ruth - El pariente más cercano
1 y 2 Samuel - Simiente de David
1 y 2 Reyes - Rey de Reyes
1 y 2 Crónicas - El verdadero Rey
Esdras - Libertador
Nehemías - Restaurador
Esther - Nuestro Mardoqueo
Job - Redentor resucitado
Salmos - El Ungido de Dios
Proverbios - La Sabiduría
Eclesiastés - El que está por encima del sol
Cantares - El Amado
Isaías - El profeta sufriente pero glorificado
Jeremías - Señor de justicia
Lamentaciones - Varón de dolores
Ezequiel - El sumo sacerdote
Daniel - El Rey eterno
Oseas - El esposo divino
Joel - El suministrador del Espíritu Santo
Amós - El Dios de Israel
Abdías - El Señor en Su Reino
Jonás - El profeta resucitado
Miqueas - El Mesías de Belén
Nahúm - Portador de buenas nuevas
Habacuc - El Señor en Su Santo Templo
Sofonías - El Señor en medio de Israel
Hageo - El deseado de las naciones
Zacarías - Profeta, Sacerdote y Rey
Malaquías - El sol de Justicia
Mateo - El Rey de los Judíos
Marcos - El Siervo
Lucas - El Hijo del Hombre
Juan - El Hijo de Dios
Hechos - Cristo en el cielo
Romanos - El Señor de Justicia
1 Corintios - El resucitado
2 Corintios - El todo suficiente
Gálatas - Nuestra libertad
Efesios - La Cabeza de la Iglesia
Filipenses - El Señor en el cielo
Colosenses - La plenitud de Dios
1 y 2 Tesalonicenses - El Rey que viene
1 y 2 Timoteo - El Poderoso
Tito - Dios nuestro Salvador
Filemón - El que paga nuestra deuda
Hebreos - Nuestro Sumo Sacerdote
Santiago - El Médico Divino
1 Pedro - El Cordero suficiente
2 Pedro - El Señor de la Gloria
1 Juan - El Hijo de Dios que viene
2 Juan - Hijo de Dios e Hijo del Hombre
3 Juan - La verdad divina
Judas - El Juez que viene
Apocalipsis - El que está sentado en el Trono

Se puede ver claramente que la Biblia es un libro Cristocéntrico porque Cristo es su plenitud, su eje principal, su interés y su finalidad.

De la Biblia puede decirse: "Porque la gloria de Dios la ilumina y la lumbrera de ella es el Cordero"

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