miércoles, 28 de diciembre de 2016

La Creación de Dios Parte III

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c. La Religión del Evolucionismo

Darwin, Huxley, Spencer, y otros primeros evolucionistas no comenzaron en esa dirección debido principalmente a evidencias científicas, sino debido a prejuicios emocionales y espirituales en contra de Dios, de la Biblia, y del cristianismo. Al mantener tal actitud, fue fácil para ellos interpretar la evidencia física favoreciendo una explicación materialista de las cosas. La evolución se convirtió en su sustituto de Dios (Why Scientists Accept Evolution (Grand Rapids, Mich: Baker Book House, 1966), por Robert T. Clark y James D. Bales).

El Dr. Davidheiser, quien recibió un PhD en zoología en la Universidad John Hopkins, explicó en detalle por qué la creencia en la evolución es una fe: "Se ha observado que muchos fenómenos ocurren tan regularmente bajo ciertas condiciones que se han dado por sentado, y no se entiende que la fe en la uniformidad de la naturaleza está siendo ejercitada. Pero la situación es muy diferente en lo que respecta a la teoría de la evolución, ya que muchos supuestos fenómenos en la evolución de la vida son misteriosos, y el aceptarlos requiere de fe" (Evolution and Christian Faith (Nutley, NJ.: Presbyterian and Reformed Publishing Co., 1969), por Bolton Davidheiser).

Se ha dicho que la evolución demanda de sus partidarios una mayor fe en lo desconocido que la que demanda la creación (el diseño inteligente). La doctrina evolucionista está basada en una larga serie de suposiciones, muchas de ellas infundadas y otras inciertas. Cada una de esas suposiciones es tratada como si hubiera sido probada tan pronto el escritor u orador avanza al próximo paso. El resultado es algo como construir una casa sobre una estructura de paja, pero con el tiempo, cualquier visión del mundo que no sea verdadera se desintegra, debido a la acumulación de la contra evidencia, o a los descubrimientos, o contradicciones e inconsistencias dentro de la misma visión del mundo. Esta desintegración continuará hasta que solo quede el núcleo; una fe ciega que tiene algunas conexiones imaginarias con el mundo real. Esto le está ocurriendo a la creencia en la evolución hoy en día.

El Dr. William Dembski dice: "La idea de Darwin fue una buena idea mientras duró. Pero con los avances en la tecnología, así como en la información y las ciencias vivas (especialmente en la biología molecular), ahora, el acto de magia de Darwin se acabó. Es hora de poner de lado los trucos -- las cortinas de humo, y la agitación de manos, los cuentos de niños, y las evasivas, las bravuconerías y los engaños -- y explicar científicamente lo que la gente ha sabido todo el tiempo, esto es, el por qué no se puede tener diseño sin un diseñador" (The Design Revolution (IVP, 2004), por Dr. William Dembski).

A la mayoría de los periódicos científicos se les ha despojado completamente de cualquier alusión de que alguien, en alguna parte, alguna vez creyó en la creación. Los autores no dudan discutir teorías contrarias, sin importar lo ridículas, siempre que éstas no involucren a un ser sobrenatural que deba ser considerado seriamente. La ciencia moderna parece estar tan deseosa de ignorar el fundamento puesto por los grandes científicos cristianos, tales como Kepler, Newton, Joule, Boyle, Kelvin, Faraday y Van Leeuwenhoek, quienes no se avergonzaron de su fe, y basaron su conocimiento de leyes científicas en su creencia de que realmente existe un Creador y Hacedor de Leyes.

Los libros de texto de secundaria y universitarios siguen la tendencia de los periódicos científicos. Francis Crick, ganador del Premio Nobel de biología por su trabajo con la molécula de ADN, una vez comentó acerca de las escuelas inglesas. Dijo: "Personalmente, iré más allá, pienso que es lamentable también que exista tanta enseñanza religiosa" (Of Molecules and Man (Seattle: University of Washington Press, 1966) por Francis H.C. Crick); ésta es una opinión de la que hacen eco muchos otros científicos de nuestro tiempo. El dilema es si la alternativa sugerida por estos científicos es poco menos que otra religión (que plantea un postulado de fe en la evolución). Otro ejemplo es Eugenie Scott, director ejecutivo del Centro Nacional para la Educación de las Ciencias (NCSE, National Center for Science Education), quien no está tratando de ocultar el objetivo: "Me he convertido en un evangelista de la evolución" (More Magazine, August 2005).

"Sostener la evolución es incredulidad, fe solo en la negación" escribió T. Robert Ingram (Letter to Editor in Creation Research Society Quarterly - Vol 8. 1971). Él dijo que mientras que la evolución materialista es a menudo caracterizada como una religión, al mirar más de cerca, se encuentra que es más acertadamente una "no-fe". Y esta "no-fe" puede ser plantada tan firmemente, que nada -- ni siquiera la evidencia más contundente imaginable -- podría hacerles considerar otra cosa.

Geoffrey Simmons dice: "Existen tantos eslabones perdidos, descubrimientos desconectados, complejidades anatómicas y funcionales, y cambios genéticos inexplicados, y un número demasiado abrumador de coincidencias inexplicables e improbables, para que la evolución sea puesta entre las teorías científicas probadas. Un enorme tsunami de eslabones perdidos, el cual crece rápidamente, se aproxima a la playa de Charles Darwin, aunque algunos residentes de la costa no pueden escuchar el rugido. Algunos pueden permanecer por siempre sordos" (Billions of Missing Links (Harvest House, 2007), por Geoffrey Simmons, M.D.).

A menudo, los científicos no tienen miedo de proclamar nuevas ideas, siempre y cuando éstas no cuestionen la evolución. Una de esas ideas es, por ejemplo, el concepto hipotético de un "multiverso" (o "universos paralelos"): la idea de que existe un número infinito de universos (los cuales, de paso, contienen un número infinito de copias idénticas de usted -- el lector). Aunque esta idea no es comprobable, es inobservable e imposible de examinar -- y por lo tanto, no es científica -- ha sido muy bien recibida por la comunidad científica. La razón es que el multiverso para ellos es una posible explicación del acoplamiento preciso de nuestro universo sin requerir de un Acoplador.

En este clima científico, la mayoría de los investigadores parecen sentir que tienen que relacionar toda investigación al esquema evolucionista de las cosas. Requiere coraje de parte de individuos científicos el salirse de esta chaqueta de fuerza inhibidora y restrictiva. Charles Darwin una vez acusó a algunos oponentes de ser "la ceguera de la opinión preconcebida" (El Origen de las Especies, Mentor Edition (New American Library, 1958), por Charles Darwin). De aquí surge la pregunta: ¿encajan estas palabras en algunos de los científicos de hoy, quienes sin darse cuenta han sido influenciados a aceptar la idea no científica de que debe ser hallada una explicación evolucionista para todo lo que existe? Tal creencia simplemente no es académica, pero conlleva ciertas connotaciones prácticas al llegar al público.

Si todo puede ser explicado materialistamente, eso significaría que Dios no existe. Si Dios no existe, nosotros somos amos de todo y responsables ante nadie. Y esta idea solo sirve para alimentar el orgullo y la arrogancia en las mentes de los que proponen esta creencia. Sin embargo, la creciente evidencia en contra de la evolución forzará eventualmente a los evolucionistas a enfrentar que la posición es insostenible.

"Una ciencia saludable es una ciencia que busca la verdad y deja que la evidencia hable por sí misma" dice el Dr. Paul Nelson - Film "Unlocking the Mystery of Life" (Illustria Media, 2001).

Aunque algunos científicos rehusarán sin duda abandonar el becerro de oro de la evolución, y persistirán en encontrar nuevas avenidas materialistas a cualquier costo, otros explorarán, con la mente abierta, la idea de una creación especial. De hecho, algunos ya lo han hecho.

Por muchas décadas, Antony Flew, Profesor de Filosofía, fue el ateo más famoso del mundo. En todas esas décadas, Flew ganó fama por argumentar que cada uno debería presuponer el ateísmo hasta que surja la evidencia de un Dios. Él todavía defiende este enfoque evidencialista, aunque ha sido persuadido, en años recientes, de que tal evidencia existe.

El profesor Flew sí siguió la evidencia a donde le llevó: al reconocimiento de la existencia de un Ser omnisciente, omnipotente, inmaterial, inmutable, auto-existente, responsable de las leyes de la naturaleza, de la vida, con su organización teológica, y de la existencia del universo.

"Hubieron dos factores en particular que fueron decisivos. Uno, fue mi creciente empatía con la perspectiva de Einstein y otros científicos notables de que tenía que existir una Inteligencia detrás de la complejidad integrada del Universo físico. La segunda, fue mi propia perspectiva de que la complejidad integrada de la vida misma - la cual es mucho más compleja que el universo físico - solo puede ser explicada en términos de una Fuente Inteligente... Fue la evidencia misma la que me llevó a esta conclusión" (Entrevista con el Dr. Benjamin Wiker el 10 de noviembre, 2007 – ver tothesource.org).

Aunque el profesor Flew todavía no ha conocido a Dios como a un Dios personal, ha llegado al punto donde sabe que la existencia de Dios es innegable. ¿Qué cree usted hoy? ¿Ha examinado la evidencia alguna vez usted mismo? ¿Hasta dónde la seguirá cuando lo haga?

Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad,y la verdad os hará libres” (Jn. 8:32) 

lunes, 26 de diciembre de 2016

La Creación de Dios Parte II

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b. ¿Es la evolución una ciencia?

¿Por qué los científicos creen? ¿Cuáles son los hechos? La evolución, en este sentido, puede ser definida como la CREENCIA de que todas las cosas, incluyendo al hombre, resultaron de cambios naturales a partir de materia sin vida, sin involucrar ninguna intervención sobrenatural. Si la vida en la tierra realmente surgió de esta manera, por casualidad y a partir de materia sin vida, entonces ¿por qué hay tanta gente inteligente - hasta científicos con PhD - que rechazan esta teoría? Por otra parte, si esta teoría de la evolución no es cierta, entonces ¿por qué es tan ampliamente aceptada y difundida en escuelas y universidades?

Todos estamos observando la misma evidencia: por ejemplo, los mismos fósiles, las mismas características geológicas, y los mismos métodos de fechado. Esto indica que las diferencias en nuestras creencias no son causadas por la evidencia -- sino que son causadas por nuestra interpretación de la evidencia, y nuestra interpretación depende muchísimo de las cosas que estemos dispuestos a creer. Por lo tanto, echemos un vistazo a algunas de las razones del por qué muchos científicos están dispuestos a creer en la evolución. Estas razones fueron descritas por James F. Coppedge en su libro “Evolución: Posible o Imposible” y es fácil ver que desde la publicación de este libro en 1973, muy poco ha cambiado (http://crev.info).

La teoría de la evolución es parte del dominio científico, el cual involucra la observación exacta de la evidencia y la experimentación controlada. El método científico "se basa en recolectar evidencia cuantificable, empírica, y observable sujeta a principios específicos de razonamiento. El método científico consiste en la recolección de datos a través de la observación y la experimentación, y la formulación y prueba de hipótesis" (wikipedia.org).

Un problema de la teoría de la evolución es que no ha sido establecida utilizando dicho método científico. El Dr. Jonathan Wells dice acerca de esto: "La verdad es que el darwinianismo no es una teoría científica, sino un mito de creación materialista que se hace pasar como ciencia" (The Politically Incorrect Guide to Darwinism and Intelligent Design-Regnery, 2006).

Muchos partidarios en el campo de la ciencia han estado “vendiendo” una filosofía, en lugar de presentar evidencia científica. El daño se hace cuando esta filosofía es proclamada como si fuera un hecho científico, supuestamente respaldado por evidencias experimentales y observacionales.

El público tiende a creer que todo científico está 100 por ciento en lo correcto en cada pronunciamiento. Es casi increíble para algunas personas que los científicos puedan estar sujetos a errores humanos, pero debemos tener en cuenta que los científicos no son perfectos ni infalibles. No debería sorprendernos que la historia nos haya mostrado muchos ejemplos de errores científicos:

- Los científicos pueden creer en cosas que no son verdad. Los ejemplos son la idea equivocada de que el universo es eterno, o la idea que los órganos vestigiales y la "basura de ADN" no tienen funciones.
- Los científicos pueden cometer errores y equivocarse en los cálculos. Algunos ejemplos son la destrucción accidental del Orbitador Climático de Marte en 1998, y la muy costosa reparación del proyecto del nuevo Telescopio Espacial Hubble en 1993.
- Los científicos pueden ser deshonestos como cualquier otra persona. Un ejemplo reciente fue el caso ampliamente publicado en el 2004 que involucraba acusaciones de fraude, malversación de fondos, y fabricación de trabajos científicos por un investigador de clonación humana.
- No debemos olvidar que los científicos, siendo humanos, muestran una gran cantidad de creencias, actitudes, y caracteres, como los políticos, los maestros o los vendedores.
- Cualquier científico tratará de hacer encajar la evidencia en su filosofía general de las cosas. A veces, esta tendencia natural ignora a la lógica y le lleva a mirar solo la evidencia favorable. El entusiasmo por las ideas populares lleva fácilmente a ignorar los datos contradictorios o "los que no cooperan".

Existe una gran variedad entre científicos:
- Unos creen en la evolución y son verdaderos caballeros cruzados de la doctrina.
- Otros, simplemente la siguen porque parece ser lo indicado.

La mayoría de los científicos no son expertos en los campos relevantes, tales como la microbiología y la genética, y simplemente tienen una opinión de la materia como cualquier persona. Muchos de esos científicos tienen serias dudas acerca de la evolución, pero se guardan sus reservas. Y, por supuesto, una gran cantidad de personas -- incluyendo científicos -- están verdaderamente confundidas acerca de este asunto (no por la evidencia, sino debido a la presunta evidencia).

Muchas veces en los círculos académicos (escuelas y universidades) y en la sociedad, existe una presión para aceptar la evolución. Esta presión no es solo aplicada por la institución científica, sino también por simpatizantes en los medios de comunicación y la política, por razones que van más allá de la ciencia, y con una influencia y publicidad enormes en las masas. Janet Browne escribe acerca de cómo comenzó: "Es a los amigos de Darwin a quienes se les debe atribuir primeramente la primera ola de respuestas positivas. Porque era obvio que las teorías de Darwin les eran tan útiles como lo eran para sus teorías. En las décadas siguientes, los defensores de Darwin vinieron a ocupar posiciones de influencia en la vida intelectual inglesa y americana. Juntos, estos hombres podían controlar los medios de comunicación científicos de su tiempo, especialmente los periódicos importantes... los oponentes de Darwin no pudieron alcanzar nada parecido al control de los medios o a la penetración de instituciones significativas" (Charles Darwin: The Power of Place, Princeton, 2002), por Janet Browne.

Con el paso de los años, el poder que el "mito" de la evolución ha ganado sobre el público, a través del deseo humano de ajustarse, casi equivale a una hipnosis en masa. Tuvo su efecto, porque a la gente se le había hecho creer que era la visión "ortodoxa" entre aquellos que ellos consideraban como científicos y conocedores.

Un científico, afectado de esta manera, está renuente a examinar la evidencia con una mente abierta. El problema no es científico -- es emocional. Una persona puede fácilmente llegar a comprometerse con lo que parece ser una filosofía de moda, lo "in" entre los pares. El factor decisivo es la presión para ajustarse, si es positiva o negativa. Siempre requiere coraje y honestidad intencionada el buscar la verdad de cara a la compulsión de ser considerado "in" por "ser igual", por pensar como la mayoría.

Cuando una idea de moda está en el centro del escenario en una sociedad, tiende a repeler los puntos de vista opuestos. Algunos lectores encontrarán que es difícil localizar ciertos trabajos científicos serios que critiquen la evolución, en las universidades y bibliotecas públicas. Los libros de este tipo parecen no terminar en la sección de ciencias, sino en la sección de religión. Trabajos científicos que no apoyen la evolución pueden a veces encontrar dificultades para ser publicados, y no es excepcional el ver que empleados de instituciones científicas pierdan ciertas posiciones (o nunca ocupen ciertas posiciones) debido a su visión no ortodoxa de la evolución. Hoy, muchos investigadores y científicos que rechazan la teoría de la evolución, u ocultan completamente sus pensamientos e ideas, o se ocultan detrás de pseudónimos cuando publican ideas controversiales, temiendo la burla o la pérdida del trabajo.

En un mundo que gradualmente se vuelve más familiarizado con una representación falsa de los hechos científicos, como resultado de un prejuicio generalizado, de esfuerzos para sofocar la verdadera libertad académica y el deseo natural humano de estar "a la moda," no es difícil imaginar por qué la teoría de la evolución se ha vuelto tan ampliamente aceptada, hasta entre los científicos.

Colón zarpó con la perspectiva de descubrir India a través de una nueva ruta. Cuando llegó al Nuevo Mundo, no lo reconoció como tal, sino que pensó que debía ser parte de la India, o islas cercanas a la India. Él llamó a los nativos "indios". Es lo mismo con los evolucionistas. Han determinado en su mente la idea de que no hay ningún Creador. Las cosas tuvieron que pasar sin intervención sobrenatural. Habiendo determinado esto en su pensamiento, absolutamente nada puede hacerles considerar algo que no sea una explicación materialista. No importa lo presionada que dicha persona pueda estar por la falta de evidencia o lógica, especialmente a la luz de los recientes descubrimientos en microbiología, tiene que buscar alguna manera de explicar las cosas sin un actor inteligente. Esta es la razón principal de la persistencia de la evolución. Es una visión del mundo o filosofía de vida escogida, en vez de una ciencia.

Sin un fuerte compromiso para fomentar la filosofía de la evolución, ¿podría cualquier persona razonable estirar tanto la lógica para llegar a creer, por ejemplo, que las pesadas quijadas de reptiles evolucionaron hasta el intrincado y delicado juego de huesos del oído interno, cuya longitud exacta y preciso movimiento articulado transmite el sonido al tímpano interior, sin mencionar la complejidad irreducible del sistema químico y eléctrico del oído y cerebro, que nos permite realmente escuchar los sonidos?

El creyente en un Dios creador puede que no sea capaz ahora de dar respuestas ideales a algunas preguntas, pero el evolucionista está en peores condiciones cuando se trata de dar soluciones a preguntas difíciles. De hecho, solo la creencia en un Creador inteligente puede proporcionar una visión del mundo realmente adecuada. Aunque todavía existen problemas, descubrimientos recientes han resuelto, para el creyente de la Biblia, varios problemas que anteriormente no tenían explicación. Para cualquiera de los misterios que permanecen, considere esta afirmación de Pierre Lecomte de Noüy: "Misterio por misterio, parece más sabio, más lógico y más inteligente el escoger a aquél que explica, de esta manera satisfaciendo nuestra necesidad de comprender; aquél que abre la puerta a la esperanza, en lugar de aquél que cierra esas puertas y no explica nada" (Human Destiny (New York: Longmans, Green & Co., 1947), por Pierre Lecomte du Noüy).

Muchos materialistas parecen tenerle miedo a la idea de que puede existir propósito o diseño en la naturaleza. Este miedo parece estar basado en la aversión a considerar que pueda haber Alguien en control del universo, a quien le rendiremos cuentas. Hasta gente inteligente resistirá a veces el conocimiento sensato, aunque humillante, de que son partes y no amos del misterio impresionante llamado creación.

Hay una tendencia humana de querer exaltarnos a nosotros mismos. El orgullo del hombre es un hecho bien conocido para los estudiantes de la naturaleza humana. Si no existe un Dios, el hombre puede tomarse todo el crédito o dárselo a algo menor que él, como a la "casualidad". Él puede hacer entonces “lo que le venga en gana”, sin estar limitado por ideas de un futuro ajuste de cuentas, un juicio, un cielo o un infierno.

La ciencia no puede crear la verdad de la realidad. Tampoco la religión. Ellas tienen solo dos elecciones: describir y ajustarse a la verdadera realidad, o crear una realidad falsa y pagar el precio de las consecuencias de estar equivocado. Muchos científicos cierran sus mentes a considerar a Dios.

Al decidir que no existe Dios, el hombre piensa que se ha librado de él. La pérdida es enorme. Es un pobre sustituto cuando el hombre se vuelve a la CASUALIDAD como a su dios. 

sábado, 24 de diciembre de 2016

La Creación de Dios Parte I

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Al examinar las teorías de la evolución a la luz del primer libro de la Biblia, haríamos bien en preguntarnos: “¿Qué está tratando de decirme Dios aquí en el Génesis?” ¿Está tratando de darme una explicación científica acerca de cómo y cuándo fue formado el universo? ¿O está comunicando la verdad de que "todo lo que hay" existe porque él lo ordenó (de la nada)?

La idea principal del Génesis es que las magníficas obras de la creación no son producto de algún proceso progresivo, glacial, de la naturaleza y de la necesidad, sino de una efusión de intención y poder divinos; por tanto, existe un diseño inteligente y un patrón reiterativo de propósito en cada una de sus obras (aunque la mayoría de veces nos cuesta comprenderlo).

A través de todas las Escrituras, las obras creadoras, sanadoras, y milagrosas de Dios suceden repentinamente y completamente, no en cuotas parciales durante largos periodos de tiempo. Con una orden, un toque, una palabra, es dado a luz el universo, es formado el hombre, es abierto un mar, el ciego ve, el sordo oye, es curado el enfermo, y es resucitado el Cordero de Dios.

Al mismo tiempo, la creación no es una colección de formas de vida homogéneas e inflexibles. Cada especie es un mosaico majestuoso de formas, colores, tamaños y características, con capacidad de adaptarse a cambiantes desafíos ambientales dentro de las limitaciones “según su especie”.

No somos algún producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el resultado de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es deseado, cada uno de nosotros es amado, cada uno de nosotros es necesario.

Hay mucha evidencia bíblica a favor de la creación; un ejemplo está en las palabras de Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Jn. 1:1). Él estaba revelando algo elemental acerca del Creador y su creación: Dios es un comunicador cuya obra “aparentemente” no contiene ningún sello del artista, pero está llena de información hecha perceptible mediante palabras.

Consideremos lo siguiente… los seres humanos pensamos en términos de palabras y procesamos nuestros sentimientos con palabras. Las palabras son portadoras de información que, cuando están gobernadas por reglas de vocabulario y gramática, forman el lenguaje, la estructura organizadora de información. Las palabras y el lenguaje están incorporados en la creación misma. Como escribe el salmista: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Sal. 19:1-4).

La creación logocéntrica refleja a su Creador logocéntrico que, con una palabra: “Hágase” (Gn. 1) llenó el vacío y volvió el caos en cosmos, dándole forma y orden a lo que estaba sin forma, haciéndolo inteligible. El no es una deidad que padece del Síndrome de Déficit de Atención, que engendra y se olvida a medida que pasa a otras diversiones divinas. En cambio, con la palabra "Hagamos" crea a una pareja de seres inteligentes para cuidar su creación y disfrutar de comunión con él (Gn. 1 y 2).

Como el resto de la creación, la pareja viene equipada de fábrica con un lenguaje. Apenas formados del polvo de la tierra les son dadas instrucciones a Adán y a Eva, ¡y desde el mismo principio las entienden! No solo comprenden las palabras de Dios sino que comprenden cómo esas palabras se relacionan con su hogar terrenal y sus deberes morales.

La historia del Génesis comienza con el Creador estableciendo un mundo inteligible con seres inteligentes dotados con la herramienta del LENGUAJE, permitiéndoles aprender, comunicar, y utilizar información.

El lenguaje presupone relaciones—correlaciones verdaderas y conocibles entre objetos y sujetos, causas y efectos, informaciones sensoriales y percepciones humanas, el hombre y su ambiente, la materia y la energía, las fuerzas y los objetos que afectan. Los fascinantes éxitos de la ciencia y la utilidad práctica de las matemáticas confirman que hay congruencia entre lo que es, y lo que puede ser conocido. Relaciones reales y conocibles hacen comprensible a nuestro universo. Esto es evidencia directa a favor de la Creación.

Considere esto que dijo el físico de la Universidad de Princeton y ganador del Premio Nobel, Steven Weinberg: "Mientras más comprensible parece el universo, más sin sentido parece"

¿La comprensibilidad sugiere falta de sentido? Al contrario; la comprensibilidad es evidencia de sentido… propósito, objetivos, fines. Por ejemplo, los efectos gravitatorios señalan el propósito de los objetos de seguir los contornos del espacio-tiempo, los comportamientos cuánticos señalan el propósito de la estabilidad de la materia, y las instrucciones de codificado del ADN señalan el propósito de la fabricación y reparación de las células. La TELEOLOGÍA forma la urdimbre y trama del universo. El Dr. Weinberg está desconcertado para poder explicar cómo surgió toda esta teleología de un proceso no-inteligente; de manera que "carece de sentido" según su corta y muy limitada percepción. Este es un molesto credo que él tiene que aceptar si ha de mantener los dedos divinos apartados de la máquina.

Otra evidencia a favor de la creación es la relación preeminente presupuesta por un lenguaje entre creación y Creador. Como escribe el teórico de diseño inteligente William Dembski: "El lenguaje humano es un regalo divino para ayudarnos a entender el mundo, y al entender el mundo, entender a Dios mismo".

El lenguaje le permite a los seres inteligentes decir cosas inteligentes acerca del mundo inteligible que habitan; apunta a una realidad inmaterial, y a una Fuente de inteligencia que desea ser conocida. El conocimiento humano no está confinado solo al mundo sensorial; los humanos también pueden conocer y decir cosas significativas acerca del mundo ultra-sensorial.

a. Creación y Evolución

¿Cómo llegamos aquí? ¿Fuimos creados o evolucionamos al azar? ¿Somos el producto de inteligencia intencional o somos meramente el resultado de incontables accidentes cósmicos? ¿Qué dice la evidencia?

Sin evidencia sólida, el debate de creación vs evolución no llegará a ser más que un combate de rencillas filosóficas. Cada quien tiene su propia opinión. La pregunta es: ¿Cuál es la base de esa opinión? La gente puede creer lo que quiera, pero eso no significa que tengan la razón. Es la evidencia sólida lo que separa el proverbial trigo de la paja. Tenga presente que "evidencia" no es lo mismo que "prueba". La evidencia ayuda en la formación de conclusiones, mientras que la prueba concluye el asunto de un todo. Si tuviésemos la prueba, la teoría de la evolución no sería llamada teoría. Entonces, ¿qué constituye una evidencia?

La Creación denota la existencia de una Diseñador divino, el cual ejerció sus habilidades creadoras, estableciendo este mundo y las formas de vida que vemos. La vida es el producto de una creación inteligente. De esta manera, el “diseño aparente” en biología constituiría evidencia a favor de un Diseñador. Es una verdad auto-evidente y universalmente reconocida: Concepto y diseño requieren de un diseñador inteligente. Entonces, mientras reconocemos que el diseño en biología no está basado en premisas religiosas (sino en observación empírica y lógica), ciertamente tiene implicaciones teológicas.

¿Encontramos “diseño aparente” en biología? Sí. De hecho, el diseño aparente domina el reino biológico (Michael Denton, Evolution: A Theory in Crisis, 1986; Michael Behe, Darwin's Black Box, 1996).

Cuando aplicamos los principios generales de detección de diseño a criaturas vivas, encontramos que es razonable inferir la existencia de un Creador.

La Evolución hace hincapié en la descendencia naturalista (al azar, sin dirección) de todas las criaturas vivas provenientes de un común ancestro, quien originalmente evolucionó de materia inorgánica. La vida es el producto de la casualidad. Lo que necesitamos aquí es un mecanismo plausible, viable, y una historia de funcionalidad. El naturalista británico Charles Darwin le dio crédito científico a la opinión mundial evolucionista al suplir el tan conocido concepto de "selección natural". Eso fue hace 150 años. Hoy, sabemos que ese mecanismo es deficiente porque tenemos avances extraordinarios en biología molecular, bioquímica y genética durante los pasados cincuenta años y hemos sido expuestos a toda una nueva dimensión de sistemas vivos previamente desconocida. Biólogos evolucionistas están ahora buscando un nuevo mecanismo, uno que supere las restricciones genéticas y otras barreras de orientación química que han sido identificadas en años recientes. Hasta que este mecanismo sea encontrado, la teoría de la evolución (una teoría que ha disfrutado prominencia en los círculos biológicos por más de 100 años) simplemente carece de viabilidad, y por lo tanto, de credibilidad.

Los medios de comunicación populares representan el debate de creación vs evolución como ciencia vs religión, donde la creación es religión y la evolución es ciencia. De una manera irónica, son los creacionistas quienes tienen una sólida base empírica a favor de su teoría, mientras que los evolucionistas han quedado aferrados a sus convicciones por fe.

¿Es razonable reconocer la existencia de un Creador? El Dr. Werner von Braun, cuando fue desafiado por escépticos a que probara científicamente la existencia de un Creador, el "Padre del Programa Americano de Cohetes y Espacio" respondió: "¿Tenemos realmente que encender una vela para ver el sol? El electrón es materialmente inconcebible, aún así es tan perfectamente conocido a través de sus efectos que lo usamos para iluminar nuestras ciudades, guiar nuestros aviones a través de los cielos en la noche y hacer las mediciones más exactas. ¿Qué razonamiento extraño hace que algunos físicos acepten el inconcebible electrón como real, mientras que rehúsan aceptar la realidad de un Diseñador, basándose en que no lo pueden concebir? No se debe permitir que la incapacidad de concebir algún asunto fundamental (el cual siempre estará fuera de los propósitos científicos) descarte ninguna teoría que explique la interrelación de la data observada, y que es útil para la predicción... Desechar simplemente el concepto de un Creador como no científico es "violar la objetividad misma de la propia ciencia" (Originalmente publicado en Edward F. Blick's Special Creation vs. Evolution, 1988, pp. 29-31).

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Creación vs. Evolución Parte X

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q. De Mono a Hombre

En el estreno televisivo de Ape Man: The Story of Human Evolution, el narrador de noticias de CBS, Walter Cronkite, declaró que los monos eran sus "primos recién descubiertos". Cronkite continuó diciendo: "Si retrocedemos lo suficiente, nosotros y los chimpancés compartimos un ancestro común. El padre del padre, del padre, de mi padre, retrocediendo tal vez medio millón de generaciones - cerca de cinco millones de años - fue un mono".

¿Tiene razón Cronkite? ¿Compartimos nosotros y los chimpancés un ancestro común? ¿O es esto una ilustración del anti-conocimiento que rodea al hombre-mono?

Primero, ya sea en Ape Man, en National Geographic, o en Time, el ícono de mono a hombre se ha convertido en sí mismo en el argumento. Dicho de otra manera, la ilustración de un mono arrastrándose sobre sus nudillos, evolucionando a través de una serie de formas transicionales imaginarias hasta un hombre moderno, ha aparecido tantas veces, en tantos lugares, que la imagen ha evolucionado llegando a convertirse en la “prueba”.

Los evolucionistas normalmente no toman en cuenta los fraudes de los íconos que se presentan como evidencia de esta teoría en cuanto al paso de mono a hombre. Adicionalmente, a medida que el cuerpo de especímenes fósiles de homínidos continúa creciendo, se ha hecho cada vez más evidente que existe un abismo insalvable entre los homínidos y los humanos, tanto en composición como en estructura. Más aún, estructuras homólogas (estructuras similares en especies diferentes) no proporcionan pruebas suficientes de relaciones genealógicas - un descendiente común es simplemente una suposición evolucionista utilizada para “intentar” explicar las similitudes.

El suponer que los homínidos y los humanos están íntimamente relacionados debido a que ambos caminan erectos es similar a decir que los colibríes y los helicópteros están íntimamente relacionados debido a que los dos pueden volar. Ciertamente, la distancia entre un mono, que no puede leer ni escribir, y un descendiente de Adán, que puede componer una obra maestra musical, o mandar al hombre a la luna, es la distancia del infinito.

Finalmente, la evolución no puede responder satisfactoriamente por el génesis de la vida, el código genético, o el ingenioso proceso de sincronización necesario para producir la vida a partir de un solo óvulo humano fertilizado. La evolución tampoco puede explicar satisfactoriamente cómo procesos físicos pueden producir realidades metafísicas, tales como la conciencia y la espiritualidad.

El impulso insaciable de producir un "eslabón perdido" ha sustituido la ciencia pura por el vender teorías bajo el sensacionalismo y el subjetivismo. Como alguien dijera: "Cuando se trata de encontrar un nuevo agente para protagonizar como nuestro ancestro animal, no hay industria tan rentable como el negocio de los huesos".

r. Arqueópterix

Fue durante la llamada “era de los dinosaurios” que aparecieron los primeros pájaros en el registro fósil, en particular, el Arqueópterix de los estratos jurásicos (en Baviera). Debido a que tenía plumas completamente desarrolladas, incluyendo primarias y secundarias, las cuales estaban dispuestas en sus alas de la misma manera que las de los pájaros modernos, el Arqueópterix es reconocido y clasificado como un pájaro. Sin embargo, su esqueleto poseía varias características de reptiles. Estas incluían una larga cola ósea, garras en los dedos de sus extremidades anteriores (así como en las extremidades traseras, y dientes); de manera que es visto como un eslabón, mostrando supuestamente que los pájaros evolucionaron de los reptiles. Es ampliamente afirmado por los evolucionistas que los pájaros surgieron de un grupo de dinosaurios conocidos como terópodos. Las características del terópodo son: modesto tamaño en general, estatura bípeda, largas patas traseras con garras y tres dedos en sus patas delanteras. Adicionalmente, algunos de los terópodos poseían huesos huecos, y a algunos de los últimos ejemplares les faltaban dientes, y la boca se parecía un poco a un pico.

A pesar de las similitudes entre los terópodos y los pájaros, existen diferencias que claramente van en contra de una relación ancestral. Primeramente, contrario a lo que pudiera predecirse, los terópodos fueron Saurisquios, no Ornitisquios, es decir, tuvieron la distintiva pelvis parecida a la de los lagartos, en lugar de una como la de los pájaros. Adicionalmente, aunque, tanto los terópodos como los pájaros, tienen solo tres dedos en sus patas delanteras, éstos son diferentes: los terópodos tienen del primero al tercero de los cinco dígitos usuales, mientras que los pájaros tienen del segundo al cuarto. Una diferencia particularmente importante es que los terópodos, aunque poseían extremidades traseras largas y bien desarrolladas, tenían extremidades delanteras muy pequeñas. Tan cortas extremidades difícilmente fueron precursoras de las extremidades delanteras prolongadas y bien desarrolladas de los pájaros, incluyendo aquellas del Arquerópterix, las cuales deben soportar sus alas. También, típico de los animales que corren, carecen de clavículas, las cuales están presentes en el Arquerópterix y fusionadas para formar la familiar espoleta aviar (fúrcula) que contribuye a soportar el ala. Por último, el Arqueópterix tenía un espacio cerebral significativamente más grande, reflejando la necesidad de percepción sensorial y control motor adicionales requeridos para volar.

Quizás se deba notar que los pájaros tienen una disposición única para distribuir el aire alrededor de sus cuerpos, para soportar el alto metabolismo asociado con el volar, pero no existe nada que indique que algún grupo de reptiles tenía tal sistema o siquiera algo que pudiera ser considerado como un precursor de él. De hecho, algunos científicos han concluido que los terópodos tenían un modo de respirar como los cocodrilos, y que convertir éste al sistema de los pájaros significaría atravesar una etapa intermedia no viable.

Un punto importante adicional es que, según la teoría de la evolución, los terópodos (más parecidos a un pájaro) no surgieron sino hasta el final del período Cretáceo (aproximadamente 70 millones de años después del Arquerópterix), así que no pudo haber sido su antepasado. Ciertamente, ellos arribaron más tarde que varios grupos de pájaros cretáceos que están más cerca de los pájaros modernos que del Arquerópterix.

Un punto final que vale la pena mencionar es el problema de cómo comenzó el vuelo a propulsión. ¿Se desarrollaron las alas por el planear desde los árboles o por correr rápidamente por el suelo? No queda ninguna evidencia convincente a favor de alguna de las dos maneras, y ciertamente alguna evidencia en contra de cualquiera de las dos. El punto es que el Arqueópterix fue un pájaro de plumas, capaz de volar, no un corredor ni un planeador intermedio.

Aunque pueda ser justo concluir que el Arqueópterix fue de estructura intermedia (en el sentido de que fue un pájaro que compartió un puñado de características en común con los reptiles), no puede ser considerado como una transición en términos de filogenia. Al igual que tantas otras clases de animales, los pájaros surgen en el registro fósil sin ningún vínculo claro con criaturas anteriores.

s. Homología anatómica

Como ya se ha anotado, la homología se refiere a la similitud entre características en especies diferentes de organismos. Los murciélagos y las mariposas se diferencian bastante el uno del otro, pero ambos tienen alas para volar. Los murciélagos vuelan y las ballenas nadan, pero los huesos de un ala de murciélago y de la aleta de una ballena son extraordinariamente similares. Aunque "analogía" se refiere a estructuras diferentes que realizan la misma función, la "homología" se refiere a estructuras semejantes que realizan funciones diferentes.

Antes del advenimiento del Darwinismo, la homología era atribuida a la existencia de arquetipos: estructuras biológicas son semejantes porque se conforman más o menos a patrones preexistentes. Sin embargo, Charles Darwin ofreció una explicación diferente para la homología. Darwin propuso que los murciélagos y las ballenas poseen estructuras óseas semejantes, no porque fueron construidos según el mismo arquetipo (lo que implicaría diseño y por ende, causalidad inteligente y una creación especial), sino porque fueron heredadas de un antepasado común.

Claramente, en el antepasado común habría habido solo un órgano, siendo los homólogos actuales modificaciones de éste. De esta manera, si la explicación evolucionista de la homología es correcta, entonces la derivación de un órgano ancestral común debería estar reflejada en que los órganos homólogos estarían derivados de una fuente embriológica comparable -- equivalente a aquella del órgano en el antepasado común. En otras palabras, si dos órganos son derivados de diferentes fuentes embriológicas, entonces debería ser posible que ambos aparecieran en el mismo organismo (conjunción).

Combinado con esta comprensión de que estructuras homólogas deberían estar derivadas de tejidos embriológicos comparables, se pensó que también deberían ser formadas por procesos de desarrollo semejantes. Entonces, si la evolución ha de proporcionar una explicación adecuada para la homología, es necesario mostrar que existe una ruta viable por medio de la cual los homólogos de hoy pudieron haber surgido de un antecesor común. Esto implica una fuente embriológica común, y en segundo lugar, el uso de procesos de desarrollo comparables. El problema es, en muchos casos, que órganos y estructuras que parecen idénticos (o muy semejantes) en animales diferentes, de hecho, no se desarrollan de la misma estructura o grupo de células embrionarias. No es raro encontrar estructuras fundamentales (por ejemplo, el tubo digestivo) que se forman de tejidos embriológicos diferentes en animales diferentes. Por ejemplo, en los tiburones, el tubo digestivo se forma del techo de la cavidad intestinal embrionaria; en las ranas se forma del techo y del suelo intestinal; y en los pájaros y reptiles se forma de la capa inferior del disco embrionario o blastodermo.

Es difícil imaginarse por qué o cómo procesos de desarrollo evolucionaron dramáticamente de forma distinta, pero todavía conducen substancialmente a la misma morfología, lo cual es el objetivo principal de la selección natural. No obstante, algunos ven los diferentes mecanismos de desarrollo en estructuras "homólogas" no como un desafío a la evolución, sino simplemente como evidencia de que mecanismos de desarrollo han evolucionado, aunque todavía mantengan una estructura final semejante. Pero ciertamente eso es un razonamiento en círculo porque está basado en la suposición de que los diferentes grupos con morfologías similares, pero con diferentes mecanismos de desarrollo, han evolucionado de un antepasado común.

Es claro que falta la esperada armonía entre la homología y la evolución. La evolución ya no explica los hechos de la homología morfológica y como consecuencia, la homología ya no es la evidencia a favor de la evolución que una vez se creyó que era. Además, la inconsistencia entre la homología morfológica y las supuestas relaciones filogenias le da un golpe adicional a la teoría de la evolución porque la evolución no explica la homología; por tanto, los hechos de la homología están en desacuerdo con la teoría de la evolución. En particular, si estructuras morfológicas semejantes (estructuras que parecieron homólogas e inicialmente habían sido vistas como evidencia de ascendencia común) se desarrollan en realidad de diferentes fuentes embriológicas, entonces esto es una poderosa evidencia que no apunta hacia una relación evolutiva para los organismos concernientes.

t. Quiralidad

Todos los organismos vivos están basados en ciertos isómeros "especulares" de aminoácidos. Aunque reacciones químicas normales producen espejos derechos e izquierdos en cantidades iguales, comúnmente llamados "mezcla racémica", las proteínas que constituyen los orgánulos en las células vivas están compuestas enteramente de formas diestras de azúcares y de formas zurdas de aminoácidos (llamadas "enantiómeros"). Debido a que tales sustancias químicas existen exclusivamente en una forma, se dice que son "homoquirales". Cualquier explicación naturalista para el origen de la vida debe, por lo tanto, proporcionar una explicación de cómo los mecanismos naturalistas pudieron producir los apropiados componentes especulares necesarios para la generación de la primera forma de vida auto-duplicativa.

La quiralidad es un enigma persistente para aquellos que sostienen una explicación naturalista para el origen de la vida. El ADN y el ARN no son capaces de aparearse complementariamente al no ser homoquirales. Esto significa que el ADN racémico o ARN no puede duplicarse. Los seres vivos poseen una maquinaria molecular para producir homoquiralidad, pero la química no dirigida produciría mezclas iguales de los isómeros zurdos y diestros, llamados racemos. No existe ningún mecanismo conocido por medio del cual polipéptidos racémicos pudieran formar las figuras específicas necesarias para enzimas; más bien, tendrían las cadenas laterales sobresaliendo por todas partes. Además, un aminoácido de orientación equivocada interrumpe la hélice estabilizadora alfa en las proteínas. El ADN no podría ser estabilizado en una hélice si siquiera una pequeña proporción de la forma equivocada de orientación estuviera presente; así que no podría formar cadenas largas. Solo se requiere de una fracción diminuta de moléculas de orientación equivocada para acabar con la réplica de ARN.

El problema de la quiralidad es crucial para el concepto de la abiogénesis, la teoría que sostiene que la vida puede originarse a partir de materia no-viva. Los defensores de tal modelo deben contestar preguntas tales como ¿Qué fue primero, la homoquiralidad o la vida? Si se sostiene que la homoquiralidad fue primero, es una admisión de que sin aminoácidos "zurdos" y azúcares "diestros", las estructuras y procesos de la vida no habrían sido posibles. Entonces se tiene que explicar el origen de esta homoquiralidad. A la inversa, si se afirma que la vida fue primero, entonces se está diciendo que la quiralidad no fue importante para el origen de las estructuras y procesos de la vida como ahora los conocemos. Se debe someter un argumento unilateral para un metabolismo enormemente diferente en el "protobionte", ignorando, por ejemplo, el papel esencial de los homopolímeros polipéptidos en redes vinculadas por hidrógeno para el transporte de protones y electrones. Además, también se debe explicar la transición exitosa a homoquiralidad como la tenemos hoy (un problema que es, discutiblemente, aún más insuperable). La conclusión lógica de estas consideraciones es que la homoquiralidad y la vida surgieron simultáneamente.

El origen de la homoquiralidad es de importancia fundamental en la investigación del origen de la vida, ya que mezclas no-homoquirales de aminoácidos o azúcares no son conducentes a la composición de ARN, ADN y proteínas (los componentes básicos de todos los organismos vivos). No queda ninguna explicación naturalista que describa cómo la homoquiralidad podría haber surgido mediante procesos enteramente materialistas. Procesos que pueden mejorar el exceso enantiomérico del aminoácido apropiado o de los componentes básicos del ácido nucleico solo producen modestos aumentos en el porcentaje de esas proteínas, mientras que requieren condiciones de laboratorio irreales. 

lunes, 19 de diciembre de 2016

Creación vs. Evolución Parte IX

Resultado de imagen para evolucion es una farsa

p. Evolución y Registro Fósil

En los años después de Darwin, sus defensores esperaban encontrar progresiones previsibles pero éstas no han sido encontradas; a pesar de ello, el optimismo ha persistido, y algunas fantasías se han introducido paulatinamente en los libros de texto (David M. Raup, "Evolution and the Fossil Record," Science, vol. 213, July 1981, 289. La realidad del "registro fósil humano" del siglo pasado).

Entonces, ¿qué diría Darwin hoy? Ahora, después de más de 120 años de la más extensa y meticulosa exploración geológica de cada continente y fondo de océano, el panorama es infinitamente más vívido y completo de los que lo era en 1859 (cuando Darwin vivió). Han sido descubiertas formaciones conteniendo cientos de billones de fósiles y nuestros museos están llenos con más de 100 millones de fósiles de 250.000 especies diferentes.

La disponibilidad de esta profusión de sólida información científica debería permitir a investigadores objetivos el determinar si Darwin estaba en lo cierto. ¿Cuál es el panorama que nos han dado los fósiles?... Las brechas entre los mayores grupos de organismos han continuado ampliándose más y más; esto es innegable. No pueden ser ya ignoradas o racionalizadas con apelaciones a la imperfección del registro fósil (Luther D. Sutherland, Darwin's Enigma: Fossils and Other Problems, 4th edition, Master Books, 1988, 9).

La supuesta “evolución humana” tiene sus actuales especímenes de moda que van desde pequeñas criaturas parecidas a monos hasta el Homo sapiens.

Miremos algunos ejemplos:

- El Ramapitheco fue ampliamente reconocido como un ancestro directo de los humanos. Ahora se ha establecido que era simplemente un tipo extinto de orangután.

- El Eoanthropus Dawsoni (el hombre de Piltdown) fue exageradamente promocionado en publicaciones como el eslabón perdido entre el hombre y el mono, con una supuesta antigüedad de 500.000 años. Los primeros fragmentos de Piltdown (Inglaterra) fueron descubiertos en 1912. De allí en adelante, más de 500 ensayos científicos fueron escritos acerca del hombre de Piltdown en un período de 40 años. El descubrimiento probó ser un engaño en 1953 porque los científicos John Winer y Samuel Oakley examinaron los restos de Piltdown y descubrieron el fraude.

El Hombre de Piltdown consistía de dos cráneos humanos, una quijada de orangután, una muela de elefante, un diente de hipopótamo, y un colmillo de chimpancé. Sir Kenneth Oakley ha determinado que estos cráneos humanos tienen aproximadamente 620 años. Han podido haber pertenecido a Indios Ona de la Patagonia, debido a que sus cráneos eran usualmente densos. Cráneos densos es un rasgo común entre los Indios Ona. La mandíbula de orangután tiene aproximadamente 500 años y tal vez proviene de Sarawak. Se piensa que la muela de elefante proviene de Tunisia. En cuanto al diente de hipopótamo, se cree que vino de Malta o de Sicilia. El colmillo perteneció a un chimpancé del Pleistoceno.

Los cráneos habían sido tratados con ácido. A todos los restos de fósiles se les aplicó una solución de sulfato de hierro. El colmillo fue pintado de marrón y remendado con goma de mascar. Las muelas fueron limadas. Rompieron cuidadosamente la parte de la mandíbula del orangután que la conectaba al cráneo, para que no mostrara evidencia de que la mandíbula no pertenecía a un cráneo humano. Por ende, tanto los dientes como los huesos habían sido manipulados con sustancias químicas para falsear la identidad y la antigüedad de los restos.

Los restos de Piltdown fueron esparcidos a propósito alrededor de una cantera en Piltdown para que fueran "descubiertos" más tarde como evidencia de la evolución y el desarrollo del hombre desde el mono. Se piensa que el engaño del hombre de Piltdown fue perpetrado por Charles Dawson, un arqueólogo, geólogo y coleccionista de fósiles para el Museo Británico. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta quién estuvo involucrado. Existen otros sospechosos, incluyendo a Sir Arthur Smith Woodward, encargado del departamento del Museo de Historia Natural de Inglaterra. Dicho en otras palabras, los autores de ese supuesto descubrimiento científico, habían cogido estos restos y habían maquillado el fraude para darle sensación de antigüedad. Y de ahí pasó directamente al Museo Británico, sin ningún problema.

El hombre de Piltdown fue obviamente un engaño deliberado. Después de una investigación crítica, el engaño fue descubierto rápidamente. Sin embargo, el "resultado" no fue investigado propiamente sino hasta 40 años después del "descubrimiento" inicial. Esto fue debido primeramente a las excelentes credenciales de los hombres que hicieron el "descubrimiento". Muy pocos expertos sospecharon de un fraude. No fue sino hasta 1949, cuando los fósiles fueron fechados usando la técnica de absorción de flúor, que la autenticidad del "descubrimiento" fue puesta en duda. Es verdad que la prueba de flúor no se desarrolló sino hasta muchos años después del engaño. Sin embargo, las marcas de limado en los dientes, y el hecho de que el "desgaste" era al revés, son factores que se hubieran deducido inmediatamente durante cualquier inspección desde el principio.

La historia del hombre de Piltdown constituye una advertencia para todos nosotros. Debemos investigar más profundamente y con cuidado toda la data. No solamente contendemos contra la oscuridad del pasado, sino contra las intenciones ocultas de hombres ambiciosos que hacen parte de círculos científicos o de comunidades interesadas en estos temas con fines económicos y personales porque no quieren perder dinero, prestigio y  credibildidad en el ámbito académico y a nivel mundial.

- El Hombre de Heidelberg. Hallado en Alemania, fue datado con una antigüedad de 3 millones de años. Todo se basaba en una quijada. De una mandíbula, reconstruyeron el dibujo de un individuo completo, con cejas marcadas y nariz aplastada, pero al final el maxilar resultó ser de un hombre normal.

- El hombre de Nebraska fue “descubierto” en 1922 por Harold Crook en Nebraska. Gran cantidad de literatura se publicó acerca de este presunto eslabón perdido pero fue un fraude basado en un solo diente perteneciente a un tipo raro de cerdo. De un solo diente encontrado, los evolucionistas trazaron el dibujo de un ser completo que supuestamente había habitado hacía 1 millón de años, para lo cual verdaderamente hay que tener una imaginación prodigiosa (éste es un típico caso de ciencia-ficción). Al final fue un fraude ya que se descubrió que el molar hallado en realidad pertenecía a una especie extinguida de cerdos. Algunas fuentes científicas indican que esta especie de cerdos vive todavía en Paraguay.

- El Hombre de Neandertal era descrito tradicionalmente como un hombre-mono encorvado (y era dibujado con reconstrucciones de los evolucionistas). Ahora se ha aceptado que la presunta postura se debió a una enfermedad y que el Neandertal es solo una variación de la especie humana. En otras palabras, se había observado el esqueleto de un hombre que padecía alguna enfermedad. Por otro lado, en 1958, A. J. E. Cave concluyó y demostró, tras un examen realizado al Hombre de Neandertal, que solo era un anciano que sufría de artritis. Hoy el Hombre de Neandertal es clasificado como Homo Sapiens (totalmente humano).

- El Australopitheco afarensis o "Lucy" ha sido considerado un eslabón perdido por años. Sin embargo, estudios del oído interno, cráneo y huesos han mostrado que ella era simplemente un chimpancé pigmeo que caminó un poco más derecho que otros monos. Definitivamente, ella no estaba en camino de convertirse en humana.

- El Homo-erectus ha sido encontrado alrededor de todo el mundo. Es más pequeño que el humano promedio de hoy, con una cabeza y cavidad cerebral proporcionalmente más pequeña. Sin embargo, el tamaño del cerebro está dentro del rango de la gente de hoy, y los estudios del oído medio han demostrado que era tan igual al Homo sapiens actual (totalmente humano). Sus restos son encontrados por todo el mundo en la misma proximidad de restos de humanos ordinarios (en los mismos escenarios y en los mismos estratos geológicos), sugiriendo coexistencia.

- Pitecánthropus (el hombre mono de Java-Sumatra, Indonesia). Fue “descubierto” en 1891 por el evolucionista Eugene Dubois y catalogado con una antigüedad de medio millón de años. Estaba basado en una evidencia incompleta de un fémur, la parte superior de un cráneo y tres dientes encontrados alrededor de una extensa área en el transcurso de más de un año. Resultó que los huesos fueron encontrados en un área de restos humanos, y ahora el fémur es considerado humano y la parte superior del cráneo proviene de un mono grande. Por otro lado, Dubois no dijo que los restos no se habían encontrado todos juntos, sino que estaban separados por más de 21 metros, en el lecho de un río, en donde había también restos de otros animales. Muchos años más tarde, el mismo Dubois reconoció el fraude; aquellos restos hallados no eran de ningún hombre-mono; se habían encontrado restos de hombres modernos en el mismo lugar. En resumen, los huesos del hombre de Java eran humanos y la pieza craneal era de procedencia animal (de un mono).

- En 1926 se descubrieron los restos de otro supuesto hombre-mono en Java. De nuevo se armó mucho revuelo en la Arqueología oficial. Sin embargo, la pieza descubierta al final resultó ser la rótula de un elefante extinto.

-El Zinjanthropus. En 1959, Louis B. Leakey anunció el hallazgo de los restos de un hombre primitivo en África, datado en 1 millón de años. Antes de su muerte en 1972, Leakey reconoció el fraude y afirmó que el cráneo encontrado era de un mono.

- El Australopiteco africano y el Hombre de Pekín fueron presentados como eslabones perdidos de hombres-mono por años, pero los dos son considerados ahora Homo-erectus.

En cuanto al Hombre de Pekín (el Sinanthropus Pekinensis) fue descubierto en la década de 1920, en una cueva, cerca de Pekín, en China. Se encontraron restos de varios individuos, cráneos de monos, y restos de fuegos domésticos. Se sabe que para muchas tribus y poblaciones antiguas, los sesos de mono, cocinados al fuego, eran un manjar exquisito. Y ese es todo el misterio, que hubo tribus nativas que comían sesos de monos, y se han encontrado restos de esos monos, restos de los nativos, y restos de los fuegos empleados.

Durante la 2ª guerra mundial, aprovechando el caos de la contienda, se hicieron desaparecer los restos. En 1959 se rehizo una cara del hombre de Pekín para documentales científicos, y es lo único que hay; de manera que actualmente no existe ninguna prueba válida sobre esa supuesta especie. Además, se llevaron las piezas de Pekin antes de que alguien descubriera que era un fraude.

- El Homo Habilis se considera generalmente hoy que está compuesto de piezas de otros supuestos tipos de humanos (tales como el Australopiteco y el Homo erectus), y no es visto generalmente como una clasificación válida. En cualquier caso, todos los restos hallados de Habilis eran de monos.

- En julio del 2002, los antropólogos anunciaron el descubrimiento de un cráneo en Chad con "una mezcla inusual de características primitivas y humanas". El hallazgo fue apodado "Toumai" (el nombre dado a los niños en Chad nacidos cerca de la estación seca) y fue inmediatamente aclamado como "el más primitivo miembro de la familia humana hasta ahora". Para octubre del 2002, un número de científicos hicieron oficial su crítica a la afirmación prematura, declarando que el descubrimiento es meramente el fósil de un mono.

REFLEXIÓN
La evolución humana no está respaldada por la evidencia fósil. Mucha de la alegada evidencia que llenó los libros de texto a lo largo de los últimos 50 años ha sido ahora reclasificada o rechazada de un todo. Los eslabones perdidos continúan perdidos.

La evolución humana tiene muchos problemas, incluyendo las realidades de la genética, la bioquímica, la teoría de diseño inteligente, la complejidad irreducible, la estructura del ADN y los sistemas de información (explicados anteriormente en otros capítulos).

La evolución humana es una teoría que se niega a aceptar lo obvio y debe ser clasificada como filosofía, no como ciencia. Con toda esta evidencia de fósiles (o falta de ellos) se hace cada vez más claro para un serio investigador que la evolución humana NO OCURRIÓ JAMÁS.