miércoles, 7 de diciembre de 2016

Creación vs. Evolución Parte IV

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e. Datación por Carbono

El carbono es un elemento natural que se encuentra abundantemente en la atmósfera, en la tierra, en los océanos, y en todos los seres vivos. El C-12 es por mucho el isótopo más común, mientras que solo cerca de uno en un trillón de átomos de carbono es C-14, el cual es producido en la atmósfera superior cuando el nitrógeno-14 (N-14) es alterado debido a los efectos del bombardeo de radiación cósmica; el proceso es el siguiente… un protón es desplazado por un neutrón, cambiando eficazmente el átomo de nitrógeno a un isótopo de carbono y el nuevo isótopo es llamado "radiocarbono" porque es radiactivo, aunque no es dañino. Es naturalmente inestable, y por ello se descompondrá espontáneamente de nuevo a N-14 después de un tiempo. A una mitad de una muestra de radiocarbono le toma cerca de 5.730 años descomponerse de nuevo en nitrógeno. A la mitad restante le toma otros 5.730 años el descomponerse, y luego otros 5.730 a la mitad de lo que quedó para descomponerse, y así sucesivamente. El tiempo que le toma a la mitad de la muestra el descomponerse es llamado una "semivida".

El radiocarbono se oxida (esto es, se combina con oxígeno) y entra en la biósfera a través de procesos naturales como el respirar y el comer. Las plantas y los animales incorporan naturalmente en sus tejidos tanto el abundante isótopo C-12, como el más raro isótopo de radiocarbono, en las mismas proporciones en que los dos ocurren en la atmósfera durante sus vidas. Cuando una criatura muere deja de consumir radiocarbono, mientras que el C-14 que ya está en su cuerpo continúa descomponiéndose de nuevo a nitrógeno. De esta manera, si encontramos los restos de una criatura muerta cuya proporción de C-12 a C-14 es la mitad de lo que debería ser (esto es, un átomo de C-14 por cada dos trillones de átomos de C-12, en vez de uno por cada trillón), podemos suponer que la criatura ha estado muerta por cerca de 5.730 años (debido a que ha perdido la mitad del radiocarbono, y le toma cerca de 5.730 años a una mitad descomponerse de nuevo en nitrógeno). Si la proporción es un cuarto de lo que debería ser (uno por cada cuatro trillones), podemos suponer que la criatura ha estado muerta por 11.460 años (dos semividas). Después de 10 semividas, la cantidad de radiocarbono que queda se torna tan minúscula que no se puede medir, y por esto esta técnica no resulta útil para fechar especímenes que han muerto hace más de 60.000 años.

Otra limitación es que esta técnica solo puede ser aplicada a materiales orgánicos, tales como huesos, carne, o madera pero no puede ser usada para fechar rocas directamente.

La datación por carbono es una técnica de fechado basada en tres aspectos:
• La proporción a la cual el inestable isótopo radiactivo C-14 se descompone en el estable isótopo no-radiactivo N-14.
• La proporción de C-12 y C-14 encontrada en un espécimen dado.
• La proporción de C-12 y C-14 encontrada en la atmósfera al momento de la muerte del espécimen.

La datación por carbono es controversial por varias razones:
- Primero que nada, está basada en un grupo de suposiciones cuestionables. Debemos suponer, por ejemplo, que la proporción de descomposición (esto es, una semivida de 5.730 años) se ha mantenido constante en todo el pasado inobservable. Sin embargo, existe poderosa evidencia que sugiere que la descomposición radiactiva puede haber sido acelerada grandemente en el pasado inobservable (D. R. Humphreys, J. R. Baumgardner, S. A. Austin, and A. A., Snelling, "Helium diffusion rates support accelerated nuclear decay," in Proceedings of the Fifth International Conference on Creationism, R. Ivey, Ed., Creation Science Fellowship, Pittsburgh, PA, 2003. Ver también: Walt Brown, In the Beginning, 2001, p. 75, under "Constant Decay?").
- Debemos suponer también que la proporción de C-12 y C-14 en la atmósfera se mantuvo constante en todo el pasado inobservable (para poder saber cuál fue la proporción al momento de la muerte del espécimen). Sin embargo, sabemos que el "radiocarbono se forma entre un 28% a un 37% más rápido de lo que se descompone" (Walt Brown, In the Beginning, 2001, p. 246) lo que significa que todavía no ha llegado a un equilibrio, y esto representa que la proporción hoy es más alta que lo que fue en el pasado inobservable.
- También sabemos que la proporción decreció durante la revolución industrial debido al incremento dramático de CO2 producido por las fábricas. Esta fluctuación, producida por el hombre, no fue un evento natural, pero demuestra el hecho de que la fluctuación es posible y que un período de conmoción natural en la tierra pudo afectar grandemente la proporción. Por ejemplo, los volcanes arrojan CO2, lo que igualmente pudo disminuir la proporción. Especímenes que vivieron y murieron durante un período de intenso volcanismo, podrían parecer más antiguos de lo que realmente son si son fechados usando esta técnica. La proporción puede ser afectada aún más por la producción de C-14 en la atmósfera, la cual a su vez es afectada por la cantidad de rayos cósmicos que penetran la atmósfera de la tierra. La cantidad de rayos cósmicos que penetran la atmósfera de la tierra es afectada por cosas como el campo magnético de la tierra, el cual desvía los rayos cósmicos. Mediciones precisas, tomadas por los últimos 140 años, han mostrado un decaimiento constante de la fuerza del campo magnético de la tierra. Esto significa que ha habido un incremento constante en la producción de radiocarbono (lo cual podría incrementar la proporción).
- Y finalmente, este proyecto de fechado es controversial debido a que las fechas derivadas son a menudo totalmente inconsistentes. Por ejemplo: "Una parte de Dima [un famoso bebé mamut descubierto en 1977] tenía 40.000 RCY [Años de Radiocarbono], otra parte tenía 26.000 RCY, y 'madera encontrada junto a los restos' tenía de 9.000 a 10.000 RCY" (Walt Brown, In the Beginning, 2001, p. 176).

Como ya hemos visto, para que la datación por carbono funcione, necesitamos saber cuál era la proporción de C12 y C14 al momento de la muerte del espécimen. Si la proporción ha fluctuado a través del pasado inobservable (y podemos estar seguros de que lo ha hecho), ¿cómo podemos determinar qué proporción había durante la vida de un espécimen que vivió y murió antes de que comenzáramos a medir la proporción?

Defensores del método de fechado por carbono han recurrido a la "Dendrocronología" (conocida también como el fechado por anillos de árbol) para calibrar sus escalas de tiempo (esto es, para ajustarlas de manera que compensen las fluctuaciones de proporción entre el C-12 y C-14). Fechando un pedazo de madera por el método de carbono, el cual también ha sido fechado contando los anillos anuales de su árbol, los científicos pueden crear una tabla con la cual pueden convertir los cuestionables años del Carbono 14 en verdaderos años de calendario. Funciona de esta manera: Los científicos comienzan con un árbol vivo o un espécimen de madera muerta, el cual puede ser fechado con exactitud por algunos métodos confiables. Luego buscan piezas de madera muerta que sean más antiguas que el espécimen con el cual comenzaron y cuyos patrones de anillos se superponen y coinciden con aquellos del primer espécimen (los anillos de un árbol pueden variar ampliamente en espesor debido a factores del medio ambiente y por ello producir un patrón con el cual podemos emparejar especímenes que crecieron en el mismo medio ambiente). Luego, los científicos buscan más pedazos de madera muerta que se superpongan y coincidan con el segundo espécimen y así sucesivamente. Finalmente, cuentan todos los anillos, usando los patrones de emparejamiento para conectar todas las piezas, y determinan la edad del pedazo más antiguo de madera. Esto se llama una "cronología larga". Al fechar el pedazo más antiguo de madera usando el método de fechado por carbono y comparando las dos fechas, los científicos pueden hacer los ajustes de cálculo necesarios.

Desafortunadamente, este método de calibrar el fechado por carbono usando el fechado por anillos de árbol es defectuoso. El Dr. Walt Brown explica: "son establecidas conexiones basadas en el juicio de un especialista de anillos de árbol. A veces, anillos 'faltantes' son añadidos (Ver Harold S. Gladwin, "Dendrochronology, Radiocarbon and Bristlecones," Anthropological Journal of Canada, Vol. 14, No. 4, 1976, pp. 2-7).

“Técnicas estadísticas estándares podrían establecer qué tan bien encaja la docena de supuestas secuencias de anillos de árbol superpuestos. Sin embargo, especialistas en anillos de árboles han rehusado someter sus criterios a estas pruebas estadísticas y no suministran su data para que otros puedan hacerlas" (Walt Brown, In the Beginning, 2001, p. 246; énfasis en el original). Su negativa a someter su trabajo a cuidadoso escrutinio provoca una inquietud razonable, especialmente a la luz del aparente razonamiento en circulo empleado por los investigadores.

"Especímenes de madera utilizados para 'cronologías largas' son fechados primero por radiocarbono. Si la fecha es suficientemente antigua (tal vez por una lectura errónea), los especialistas en anillos de árbol examinan el espesor del anillo buscando extender la 'cronología larga'. Esta cronología es entonces usada para asegurar al público que el fechado por radiocarbono ha sido calibrado por una secuencia continua de anillos de árbol. [Esta práctica es descrita también por Henry N. Michael y Elizabeth K. Ralph, "Quickee" 14C Dates, Radiocarbon, Vol. 23 No. 1, 1981, pp. 165-166]." (Walt Brown, In the Beginning, 2001, p. 246; ver también Gerald E. Aardsma, "Myths Regarding Radiocarbon Dating," Impact, No. 189, marzo 1989).

Robert Lee resumió las razones detrás de la controversia sobre el método de datación por carbono en su artículo "Radiocarbon Ages in Error" publicado en el Anthropological Journal of Canada: "Los problemas del método de fechado por radiocarbono son innegablemente profundos y serios. A pesar de 35 años de refinamiento técnico y mejor comprensión, las suposiciones subyacentes han sido fuertemente desafiadas, y han surgido advertencias de que el radiocarbono podría encontrarse pronto en una situación de crisis. La continuación del uso de este método depende de un enfoque de 'arreglarlo en el camino', permitiendo contaminación aquí, fraccionamiento allá, y calibración cuando sea posible. No debe sorprender, entonces, que la mitad de las fechas son rechazadas. Lo asombroso es, seguramente, que la mitad restante termina siendo aceptada… No importa cuán útil sea, el método de radiocarbono todavía no es capaz de dar resultados exactos y confiables. Existen inmensas discrepancias, la cronología es desigual y relativa, y las fechas aceptadas son realmente fechas seleccionadas" (Robert E. Lee, "Radiocarbon, Ages in Error," Anthropological Journal of Canada, Vol. 19, No. 3, 1981, p. 9, 29).

f. Edad de la tierra

La "edad de la tierra" es una búsqueda popular en el Internet en estos días. ¿Por qué? Porque es un asunto crucial, y el mundo entero está dividido en esto. Su respuesta a esta búsqueda de cuatro palabras reflejará su entera opinión del mundo.

Una mirada a la búsqueda "edad de la tierra " revela que hay solo dos posibles soluciones a cómo se originó todo (Creación o Evolución). Creación es el concepto de que Alguien aparte del universo, creó el universo. Evolución es esencialmente la explicación ateísta de los orígenes de todo.

Se concuerda en que la Evolución no es posible sin excesivas cantidades de tiempo (pero también se alega que aún con excesivas cantidades de tiempo, la Evolución todavía no sería posible). Si la tierra es joven, nos queda solo una opción: Creación (Diseño Inteligente). Si la tierra es excesivamente vieja, “aparentemente” la Evolución es teóricamente posible. Obviamente, a los Evolucionistas les interesa probar que la tierra es vieja. Y así llegamos a cuestionarnos: ¿Cuál es la edad de la tierra? Pero antes de esta pregunta, surje otra: ¿Podemos determinar la edad de la tierra? Si es así, ¿cómo?

Los científicos generalmente concuerdan que la respuesta al acertijo de la edad de la tierra se encuentra cuidadosamente oculta entre las capas de la corteza terrestre. Por esto, la ESCALA DE TIEMPO GEOLÓGICO y la FECHADO RADIOMÉTRICO han sido desarrollados como un esfuerzo para determinar la edad de la tierra. El más antiguo de los dos métodos, la escala de tiempo geológico, es realmente una discusión en círculo y por lo tanto, es considerada por muchos expertos como poco convincente. No obstante, se pensó que la escala de tiempo geológico había sido redimida y refinada con el advenimiento del fechado radiométrico. El fechado radiométrico es más objetivo, y por esto, más sustancial. Sin embargo, existen algunas suposiciones subyacentes a considerar:

- La ESCALA DE TIEMPO GEOLÓGICO funciona de esta manera: muchas capas de roca de la tierra contienen billones de fósiles. Ciertos fósiles se encuentran únicamente en ciertas capas de roca. Algunos de estos fósiles han sido escogidos para ser lo que se conoce como "el índice de fósiles". Los científicos suponen la edad de un fósil índice por la etapa de historia evolucionista a la que se supone que el fósil pertenece. Esa edad es entonces transferida a la capa de roca en la cual el fósil índice fue encontrado. Luego, para determinar la edad de todos los demás fósiles en la misma capa de roca, miramos la edad de la capa de roca en la cual están contenidos. De esta manera, se pretende determinar la edad de la roca por los fósiles que contiene y la edad de los fósiles por la roca en la cual se encontraron pero muchos consideran este razonamiento circular.

- El FECHADO RADIOMÉTRICO funciona de esta manera: los átomos son generalmente considerados como la más pequeña unidad de materia y todo está hecho de átomos. Los átomos constan de protones, neutrones y electrones. Un "elemento" es una sustancia constituida por átomos que tienen el mismo número de protones. Sin embargo, si estos átomos tienen demasiados o muy pocos neutrones, el elemento es inestable y se descompondrá. El elemento inestable eventualmente se descompondrá en un elemento estable. La técnica de fechado radiométrico utiliza este proceso de descomposición natural midiendo cuánto tarda el elemento inestable en descomponerse en un elemento estable, y midiendo cuánto del elemento estable ha sido producido por el elemento inestable, de esta manera se pretende determinar cuánto tiempo ha estado descomponiéndose el elemento inestable. Una edad es entonces transferida al espécimen de roca que contiene los elementos medidos.

El fechado radiométrico es el principal esquema de fechado empleado por los científicos para determinar la edad de la tierra. La técnica del fechado radiométrico aprovecha la descomposición natural de radioisótopos. Un isótopo es uno de dos o más átomos los cuales tienen el mismo número de protones en su núcleo, pero un número diferente de neutrones. Radioisótopos son isótopos inestables: se descomponen espontáneamente (emitiendo radiación durante el proceso (haciéndolos de esta manera radioactivos). Continúan descomponiéndose, pasando por varios estados transicionales hasta que finalmente alcanzan estabilidad. Por ejemplo: el Uranio-238 (U238) es un radioisótopo. Se descompondrá espontáneamente hasta que se transforme en Plomo-206 (Pb206). Los números 238 y 206 representan las masas atómicas de estos isótopos. El radioisótopo del Uranio-238 pasa por 13 etapas de transición antes de estabilizarse como Plomo-206 (U238 > Th234 > Pa234 > U234 > Th230 > Ra226 > Rn222 >Po218 > Pb214 > Bi214 > Po214 > Pb210 > Bi210 > Po210 > Pb206). En este ejemplo, el Uranio-238 es llamado el "padre" y el Plomo-206 es llamado la "hija". Midiendo cuánto le toma a un elemento inestable descomponerse en un elemento estable y midiendo cuánto elemento de "hija" ha sido producido por el elemento padre dentro de un espécimen de roca, los científicos creen que son capaces de determinar la edad de la roca.

La edad popular de 4.6 billones de años para el planeta tierra, resultó de la aplicación de técnicas de fechado radiométrico a un meteorito llamado "Allende" que los científicos “suponen” que se formó al mismo tiempo que la tierra. Sin embargo, esta fecha no es concluyente. Certeza y suposición son términos contrarios. Las fechas derivadas por técnicas de fechado radiométrico son muy publicitadas, pero las suposiciones fundamentales empleadas no lo son.

He aquí las tres suposiciones principales para su consideración:
• La tasa de descomposición permanece constante.
• No ha habido ninguna contaminación (esto es, ninguna hija, o elementos intermedios han sido introducidos, o se han adherido del espécimen de roca).
• Podemos determinar la cantidad de hija que había al comenzar (si suponemos que no hubo ninguna hija al comenzar, aunque hubo hija en la formación de la roca, la roca tendrá una apariencia superficial de antigüedad).

¿Son estas suposiciones fundamentales razonables? Recientes hallazgos parecen indicar que aunque nosotros mismos no hemos sido capaces de variar mucho las tasas de descomposición en el laboratorio, las tasas de descomposición han podido ser aceleradas en un pasado no observable (D. Russel Humphreys, Steven A. Austin, John R. Baumgardner, Andrew A. Snelling, Helium Diffusion Rates Support Accelerated Nuclear Decay; Article available online at http://www.icr.org/research/icc03/pdf/helium_ICC_7-22-03.pdf). Si éste fue el caso, la primera suposición se consideraría irrazonable. Esto podría alterar completamente nuestra actual opinión estandarizada de la historia de la tierra.

El Dr. Carl Wieland resume los recientes hallazgos: "Cuando el uranio se descompone en plomo, un sub-producto de este proceso es la formación de helio, un gas inerte muy liviano el cual escapa fácilmente de la roca. Ciertos cristales llamados zirconios, obtenidos al taladrar en granitos bastante profundos, contienen uranio que se ha descompuesto parcialmente en plomo. Midiendo la cantidad de uranio y 'plomo radiogénico' en estos cristales, se puede calcular que, si la descomposición ha sido constante, deben haber pasado cerca de 1.5 billones de años (esto es consistente con la 'edad' geológica asignada a los granitos en los que se encontraron estos zirconios). Existe una cantidad significativa de helio, de esos 1.5 billones de años de descomposición todavía dentro de los zirconios. Esto resulta sorprendente a primera vista, debido a la facilidad con la que se podría esperar que el helio (con sus pequeñísimos y livianos átomos no reactivos) escape de los espacios dentro de la estructura del cristal. No debería haber quedado ninguno, porque con tan lenta acumulación, debería estar escapándose continuamente y no acumulándose. El sacar conclusiones de esto depende, por supuesto, del medir realmente la tasa a la cual el helio escapa de los zirconios. Esto es lo que uno de los recientes documentos de RATE reporta (El proyecto "RATE" significa: "Radioisotopes and the Age of The Earth" - Radioisótopos y la Edad de la Tierra): “Las muestras se enviaron a un experto mundialmente reconocido para medir estas tasas. La respuesta consistente fue: verdaderamente el helio escapa rápidamente a través de una amplia variedad de temperaturas. De hecho, los resultados muestran que debido a todo el helio que permanece en los zirconios, estos cristales (y ya que esto es granito de base Precámbrica, por implicación toda la tierra) no pueden tener más de 4.000 a 14.000 años. En otras palabras, en solo unos pocos miles de años, 1.5 billones de años (a las tasas de hoy) de descomposición radiactiva han tenido lugar. Interesantemente, la data desde entonces ha sido refinada y actualizada para dar una fecha de 5680 (+/- 2000) años” (Carl Wieland, RATE Group Reveal Exciting Breakthroughs, 2003).

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