lunes, 19 de diciembre de 2016

Creación vs. Evolución Parte IX

Resultado de imagen para evolucion es una farsa

p. Evolución y Registro Fósil

En los años después de Darwin, sus defensores esperaban encontrar progresiones previsibles pero éstas no han sido encontradas; a pesar de ello, el optimismo ha persistido, y algunas fantasías se han introducido paulatinamente en los libros de texto (David M. Raup, "Evolution and the Fossil Record," Science, vol. 213, July 1981, 289. La realidad del "registro fósil humano" del siglo pasado).

Entonces, ¿qué diría Darwin hoy? Ahora, después de más de 120 años de la más extensa y meticulosa exploración geológica de cada continente y fondo de océano, el panorama es infinitamente más vívido y completo de los que lo era en 1859 (cuando Darwin vivió). Han sido descubiertas formaciones conteniendo cientos de billones de fósiles y nuestros museos están llenos con más de 100 millones de fósiles de 250.000 especies diferentes.

La disponibilidad de esta profusión de sólida información científica debería permitir a investigadores objetivos el determinar si Darwin estaba en lo cierto. ¿Cuál es el panorama que nos han dado los fósiles?... Las brechas entre los mayores grupos de organismos han continuado ampliándose más y más; esto es innegable. No pueden ser ya ignoradas o racionalizadas con apelaciones a la imperfección del registro fósil (Luther D. Sutherland, Darwin's Enigma: Fossils and Other Problems, 4th edition, Master Books, 1988, 9).

La supuesta “evolución humana” tiene sus actuales especímenes de moda que van desde pequeñas criaturas parecidas a monos hasta el Homo sapiens.

Miremos algunos ejemplos:

- El Ramapitheco fue ampliamente reconocido como un ancestro directo de los humanos. Ahora se ha establecido que era simplemente un tipo extinto de orangután.

- El Eoanthropus Dawsoni (el hombre de Piltdown) fue exageradamente promocionado en publicaciones como el eslabón perdido entre el hombre y el mono, con una supuesta antigüedad de 500.000 años. Los primeros fragmentos de Piltdown (Inglaterra) fueron descubiertos en 1912. De allí en adelante, más de 500 ensayos científicos fueron escritos acerca del hombre de Piltdown en un período de 40 años. El descubrimiento probó ser un engaño en 1953 porque los científicos John Winer y Samuel Oakley examinaron los restos de Piltdown y descubrieron el fraude.

El Hombre de Piltdown consistía de dos cráneos humanos, una quijada de orangután, una muela de elefante, un diente de hipopótamo, y un colmillo de chimpancé. Sir Kenneth Oakley ha determinado que estos cráneos humanos tienen aproximadamente 620 años. Han podido haber pertenecido a Indios Ona de la Patagonia, debido a que sus cráneos eran usualmente densos. Cráneos densos es un rasgo común entre los Indios Ona. La mandíbula de orangután tiene aproximadamente 500 años y tal vez proviene de Sarawak. Se piensa que la muela de elefante proviene de Tunisia. En cuanto al diente de hipopótamo, se cree que vino de Malta o de Sicilia. El colmillo perteneció a un chimpancé del Pleistoceno.

Los cráneos habían sido tratados con ácido. A todos los restos de fósiles se les aplicó una solución de sulfato de hierro. El colmillo fue pintado de marrón y remendado con goma de mascar. Las muelas fueron limadas. Rompieron cuidadosamente la parte de la mandíbula del orangután que la conectaba al cráneo, para que no mostrara evidencia de que la mandíbula no pertenecía a un cráneo humano. Por ende, tanto los dientes como los huesos habían sido manipulados con sustancias químicas para falsear la identidad y la antigüedad de los restos.

Los restos de Piltdown fueron esparcidos a propósito alrededor de una cantera en Piltdown para que fueran "descubiertos" más tarde como evidencia de la evolución y el desarrollo del hombre desde el mono. Se piensa que el engaño del hombre de Piltdown fue perpetrado por Charles Dawson, un arqueólogo, geólogo y coleccionista de fósiles para el Museo Británico. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta quién estuvo involucrado. Existen otros sospechosos, incluyendo a Sir Arthur Smith Woodward, encargado del departamento del Museo de Historia Natural de Inglaterra. Dicho en otras palabras, los autores de ese supuesto descubrimiento científico, habían cogido estos restos y habían maquillado el fraude para darle sensación de antigüedad. Y de ahí pasó directamente al Museo Británico, sin ningún problema.

El hombre de Piltdown fue obviamente un engaño deliberado. Después de una investigación crítica, el engaño fue descubierto rápidamente. Sin embargo, el "resultado" no fue investigado propiamente sino hasta 40 años después del "descubrimiento" inicial. Esto fue debido primeramente a las excelentes credenciales de los hombres que hicieron el "descubrimiento". Muy pocos expertos sospecharon de un fraude. No fue sino hasta 1949, cuando los fósiles fueron fechados usando la técnica de absorción de flúor, que la autenticidad del "descubrimiento" fue puesta en duda. Es verdad que la prueba de flúor no se desarrolló sino hasta muchos años después del engaño. Sin embargo, las marcas de limado en los dientes, y el hecho de que el "desgaste" era al revés, son factores que se hubieran deducido inmediatamente durante cualquier inspección desde el principio.

La historia del hombre de Piltdown constituye una advertencia para todos nosotros. Debemos investigar más profundamente y con cuidado toda la data. No solamente contendemos contra la oscuridad del pasado, sino contra las intenciones ocultas de hombres ambiciosos que hacen parte de círculos científicos o de comunidades interesadas en estos temas con fines económicos y personales porque no quieren perder dinero, prestigio y  credibildidad en el ámbito académico y a nivel mundial.

- El Hombre de Heidelberg. Hallado en Alemania, fue datado con una antigüedad de 3 millones de años. Todo se basaba en una quijada. De una mandíbula, reconstruyeron el dibujo de un individuo completo, con cejas marcadas y nariz aplastada, pero al final el maxilar resultó ser de un hombre normal.

- El hombre de Nebraska fue “descubierto” en 1922 por Harold Crook en Nebraska. Gran cantidad de literatura se publicó acerca de este presunto eslabón perdido pero fue un fraude basado en un solo diente perteneciente a un tipo raro de cerdo. De un solo diente encontrado, los evolucionistas trazaron el dibujo de un ser completo que supuestamente había habitado hacía 1 millón de años, para lo cual verdaderamente hay que tener una imaginación prodigiosa (éste es un típico caso de ciencia-ficción). Al final fue un fraude ya que se descubrió que el molar hallado en realidad pertenecía a una especie extinguida de cerdos. Algunas fuentes científicas indican que esta especie de cerdos vive todavía en Paraguay.

- El Hombre de Neandertal era descrito tradicionalmente como un hombre-mono encorvado (y era dibujado con reconstrucciones de los evolucionistas). Ahora se ha aceptado que la presunta postura se debió a una enfermedad y que el Neandertal es solo una variación de la especie humana. En otras palabras, se había observado el esqueleto de un hombre que padecía alguna enfermedad. Por otro lado, en 1958, A. J. E. Cave concluyó y demostró, tras un examen realizado al Hombre de Neandertal, que solo era un anciano que sufría de artritis. Hoy el Hombre de Neandertal es clasificado como Homo Sapiens (totalmente humano).

- El Australopitheco afarensis o "Lucy" ha sido considerado un eslabón perdido por años. Sin embargo, estudios del oído interno, cráneo y huesos han mostrado que ella era simplemente un chimpancé pigmeo que caminó un poco más derecho que otros monos. Definitivamente, ella no estaba en camino de convertirse en humana.

- El Homo-erectus ha sido encontrado alrededor de todo el mundo. Es más pequeño que el humano promedio de hoy, con una cabeza y cavidad cerebral proporcionalmente más pequeña. Sin embargo, el tamaño del cerebro está dentro del rango de la gente de hoy, y los estudios del oído medio han demostrado que era tan igual al Homo sapiens actual (totalmente humano). Sus restos son encontrados por todo el mundo en la misma proximidad de restos de humanos ordinarios (en los mismos escenarios y en los mismos estratos geológicos), sugiriendo coexistencia.

- Pitecánthropus (el hombre mono de Java-Sumatra, Indonesia). Fue “descubierto” en 1891 por el evolucionista Eugene Dubois y catalogado con una antigüedad de medio millón de años. Estaba basado en una evidencia incompleta de un fémur, la parte superior de un cráneo y tres dientes encontrados alrededor de una extensa área en el transcurso de más de un año. Resultó que los huesos fueron encontrados en un área de restos humanos, y ahora el fémur es considerado humano y la parte superior del cráneo proviene de un mono grande. Por otro lado, Dubois no dijo que los restos no se habían encontrado todos juntos, sino que estaban separados por más de 21 metros, en el lecho de un río, en donde había también restos de otros animales. Muchos años más tarde, el mismo Dubois reconoció el fraude; aquellos restos hallados no eran de ningún hombre-mono; se habían encontrado restos de hombres modernos en el mismo lugar. En resumen, los huesos del hombre de Java eran humanos y la pieza craneal era de procedencia animal (de un mono).

- En 1926 se descubrieron los restos de otro supuesto hombre-mono en Java. De nuevo se armó mucho revuelo en la Arqueología oficial. Sin embargo, la pieza descubierta al final resultó ser la rótula de un elefante extinto.

-El Zinjanthropus. En 1959, Louis B. Leakey anunció el hallazgo de los restos de un hombre primitivo en África, datado en 1 millón de años. Antes de su muerte en 1972, Leakey reconoció el fraude y afirmó que el cráneo encontrado era de un mono.

- El Australopiteco africano y el Hombre de Pekín fueron presentados como eslabones perdidos de hombres-mono por años, pero los dos son considerados ahora Homo-erectus.

En cuanto al Hombre de Pekín (el Sinanthropus Pekinensis) fue descubierto en la década de 1920, en una cueva, cerca de Pekín, en China. Se encontraron restos de varios individuos, cráneos de monos, y restos de fuegos domésticos. Se sabe que para muchas tribus y poblaciones antiguas, los sesos de mono, cocinados al fuego, eran un manjar exquisito. Y ese es todo el misterio, que hubo tribus nativas que comían sesos de monos, y se han encontrado restos de esos monos, restos de los nativos, y restos de los fuegos empleados.

Durante la 2ª guerra mundial, aprovechando el caos de la contienda, se hicieron desaparecer los restos. En 1959 se rehizo una cara del hombre de Pekín para documentales científicos, y es lo único que hay; de manera que actualmente no existe ninguna prueba válida sobre esa supuesta especie. Además, se llevaron las piezas de Pekin antes de que alguien descubriera que era un fraude.

- El Homo Habilis se considera generalmente hoy que está compuesto de piezas de otros supuestos tipos de humanos (tales como el Australopiteco y el Homo erectus), y no es visto generalmente como una clasificación válida. En cualquier caso, todos los restos hallados de Habilis eran de monos.

- En julio del 2002, los antropólogos anunciaron el descubrimiento de un cráneo en Chad con "una mezcla inusual de características primitivas y humanas". El hallazgo fue apodado "Toumai" (el nombre dado a los niños en Chad nacidos cerca de la estación seca) y fue inmediatamente aclamado como "el más primitivo miembro de la familia humana hasta ahora". Para octubre del 2002, un número de científicos hicieron oficial su crítica a la afirmación prematura, declarando que el descubrimiento es meramente el fósil de un mono.

REFLEXIÓN
La evolución humana no está respaldada por la evidencia fósil. Mucha de la alegada evidencia que llenó los libros de texto a lo largo de los últimos 50 años ha sido ahora reclasificada o rechazada de un todo. Los eslabones perdidos continúan perdidos.

La evolución humana tiene muchos problemas, incluyendo las realidades de la genética, la bioquímica, la teoría de diseño inteligente, la complejidad irreducible, la estructura del ADN y los sistemas de información (explicados anteriormente en otros capítulos).

La evolución humana es una teoría que se niega a aceptar lo obvio y debe ser clasificada como filosofía, no como ciencia. Con toda esta evidencia de fósiles (o falta de ellos) se hace cada vez más claro para un serio investigador que la evolución humana NO OCURRIÓ JAMÁS. 

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