b. ¿Es la evolución una ciencia?
¿Por qué los científicos creen?
¿Cuáles son los hechos? La evolución, en este sentido, puede ser definida como
la CREENCIA de que todas las cosas, incluyendo al hombre, resultaron de cambios
naturales a partir de materia sin vida, sin involucrar ninguna intervención
sobrenatural. Si la vida en la tierra realmente surgió de esta manera, por
casualidad y a partir de materia sin vida, entonces ¿por qué hay tanta gente
inteligente - hasta científicos con PhD - que rechazan esta teoría? Por otra
parte, si esta teoría de la evolución no es cierta, entonces ¿por qué es tan
ampliamente aceptada y difundida en escuelas y universidades?
Todos estamos observando la misma
evidencia: por ejemplo, los mismos fósiles, las mismas características
geológicas, y los mismos métodos de fechado. Esto indica que las diferencias en
nuestras creencias no son causadas por la evidencia -- sino que son causadas
por nuestra interpretación de la evidencia, y nuestra interpretación depende
muchísimo de las cosas que estemos dispuestos a creer. Por lo tanto, echemos un
vistazo a algunas de las razones del por qué muchos científicos están
dispuestos a creer en la evolución. Estas razones fueron descritas por James F.
Coppedge en su libro “Evolución: Posible o Imposible” y es fácil ver que desde
la publicación de este libro en 1973, muy poco ha cambiado (http://crev.info).
La teoría de la evolución es parte
del dominio científico, el cual involucra la observación exacta de la evidencia
y la experimentación controlada. El método científico "se basa en
recolectar evidencia cuantificable, empírica, y observable sujeta a principios
específicos de razonamiento. El método científico consiste en la recolección de
datos a través de la observación y la experimentación, y la formulación y
prueba de hipótesis" (wikipedia.org).
Un problema de la teoría de la
evolución es que no ha sido establecida utilizando dicho método científico. El
Dr. Jonathan Wells dice acerca de esto: "La verdad es que el darwinianismo
no es una teoría científica, sino un mito de creación materialista que se hace
pasar como ciencia" (The Politically Incorrect Guide to Darwinism and
Intelligent Design-Regnery, 2006).
Muchos partidarios en el campo de la
ciencia han estado “vendiendo” una filosofía, en lugar de presentar evidencia científica.
El daño se hace cuando esta filosofía es proclamada como si fuera un hecho
científico, supuestamente respaldado por evidencias experimentales y
observacionales.
El público tiende a creer que todo
científico está 100 por ciento en lo correcto en cada pronunciamiento. Es casi
increíble para algunas personas que los científicos puedan estar sujetos a
errores humanos, pero debemos tener en cuenta que los científicos no son
perfectos ni infalibles. No debería sorprendernos que la historia nos haya
mostrado muchos ejemplos de errores científicos:
- Los científicos pueden creer en
cosas que no son verdad. Los ejemplos son la idea equivocada de que el universo
es eterno, o la idea que los órganos vestigiales y la "basura de ADN"
no tienen funciones.
- Los científicos pueden cometer
errores y equivocarse en los cálculos. Algunos ejemplos son la destrucción
accidental del Orbitador Climático de Marte en 1998, y la muy costosa
reparación del proyecto del nuevo Telescopio Espacial Hubble en 1993.
- Los científicos pueden ser
deshonestos como cualquier otra persona. Un ejemplo reciente fue el caso
ampliamente publicado en el 2004 que involucraba acusaciones de fraude,
malversación de fondos, y fabricación de trabajos científicos por un
investigador de clonación humana.
- No debemos olvidar que los
científicos, siendo humanos, muestran una gran cantidad de creencias,
actitudes, y caracteres, como los políticos, los maestros o los vendedores.
- Cualquier científico tratará de
hacer encajar la evidencia en su filosofía general de las cosas. A veces, esta
tendencia natural ignora a la lógica y le lleva a mirar solo la evidencia
favorable. El entusiasmo por las ideas populares lleva fácilmente a ignorar los
datos contradictorios o "los que no cooperan".
Existe una gran variedad entre
científicos:
- Unos creen en la evolución y son
verdaderos caballeros cruzados de la doctrina.
- Otros, simplemente la siguen
porque parece ser lo indicado.
La mayoría de los científicos no son
expertos en los campos relevantes, tales como la microbiología y la genética, y
simplemente tienen una opinión de la materia como cualquier persona. Muchos de
esos científicos tienen serias dudas acerca de la evolución, pero se guardan
sus reservas. Y, por supuesto, una gran cantidad de personas -- incluyendo
científicos -- están verdaderamente confundidas acerca de este asunto (no por
la evidencia, sino debido a la presunta evidencia).
Muchas veces en los círculos
académicos (escuelas y universidades) y en la sociedad, existe una presión para
aceptar la evolución. Esta presión no es solo aplicada por la institución
científica, sino también por simpatizantes en los medios de comunicación y la
política, por razones que van más allá de la ciencia, y con una influencia y
publicidad enormes en las masas. Janet Browne escribe acerca de cómo comenzó:
"Es a los amigos de Darwin a quienes se les debe atribuir primeramente la
primera ola de respuestas positivas. Porque era obvio que las teorías de Darwin
les eran tan útiles como lo eran para sus teorías. En las décadas siguientes,
los defensores de Darwin vinieron a ocupar posiciones de influencia en la vida
intelectual inglesa y americana. Juntos, estos hombres podían controlar los
medios de comunicación científicos de su tiempo, especialmente los periódicos
importantes... los oponentes de Darwin no pudieron alcanzar nada parecido al
control de los medios o a la penetración de instituciones significativas"
(Charles Darwin: The Power of Place, Princeton, 2002), por Janet Browne.
Con el paso de los años, el poder
que el "mito" de la evolución ha ganado sobre el público, a través
del deseo humano de ajustarse, casi equivale a una hipnosis en masa. Tuvo su
efecto, porque a la gente se le había hecho creer que era la visión
"ortodoxa" entre aquellos que ellos consideraban como científicos y
conocedores.
Un científico, afectado de esta
manera, está renuente a examinar la evidencia con una mente abierta. El
problema no es científico -- es emocional. Una persona puede fácilmente llegar
a comprometerse con lo que parece ser una filosofía de moda, lo "in"
entre los pares. El factor decisivo es la presión para ajustarse, si es
positiva o negativa. Siempre requiere coraje y honestidad intencionada el
buscar la verdad de cara a la compulsión de ser considerado "in" por
"ser igual", por pensar como la mayoría.
Cuando una idea de moda está en el
centro del escenario en una sociedad, tiende a repeler los puntos de vista
opuestos. Algunos lectores encontrarán que es difícil localizar ciertos
trabajos científicos serios que critiquen la evolución, en las universidades y
bibliotecas públicas. Los libros de este tipo parecen no terminar en la sección
de ciencias, sino en la sección de religión. Trabajos científicos que no apoyen
la evolución pueden a veces encontrar dificultades para ser publicados, y no es
excepcional el ver que empleados de instituciones científicas pierdan ciertas
posiciones (o nunca ocupen ciertas posiciones) debido a su visión no ortodoxa
de la evolución. Hoy, muchos investigadores y científicos que rechazan la
teoría de la evolución, u ocultan completamente sus pensamientos e ideas, o se
ocultan detrás de pseudónimos cuando publican ideas controversiales, temiendo
la burla o la pérdida del trabajo.
En un mundo que gradualmente se
vuelve más familiarizado con una representación falsa de los hechos
científicos, como resultado de un prejuicio generalizado, de esfuerzos para
sofocar la verdadera libertad académica y el deseo natural humano de estar
"a la moda," no es difícil imaginar por qué la teoría de la evolución
se ha vuelto tan ampliamente aceptada, hasta entre los científicos.
Colón zarpó con la perspectiva de
descubrir India a través de una nueva ruta. Cuando llegó al Nuevo Mundo, no lo
reconoció como tal, sino que pensó que debía ser parte de la India, o islas
cercanas a la India. Él llamó a los nativos "indios". Es lo mismo con
los evolucionistas. Han determinado en su mente la idea de que no hay ningún Creador.
Las cosas tuvieron que pasar sin intervención sobrenatural. Habiendo
determinado esto en su pensamiento, absolutamente nada puede hacerles
considerar algo que no sea una explicación materialista. No importa lo
presionada que dicha persona pueda estar por la falta de evidencia o lógica,
especialmente a la luz de los recientes descubrimientos en microbiología, tiene
que buscar alguna manera de explicar las cosas sin un actor inteligente. Esta
es la razón principal de la persistencia de la evolución. Es una visión del
mundo o filosofía de vida escogida, en vez de una ciencia.
Sin un fuerte compromiso para
fomentar la filosofía de la evolución, ¿podría cualquier persona razonable
estirar tanto la lógica para llegar a creer, por ejemplo, que las pesadas
quijadas de reptiles evolucionaron hasta el intrincado y delicado juego de
huesos del oído interno, cuya longitud exacta y preciso movimiento articulado
transmite el sonido al tímpano interior, sin mencionar la complejidad
irreducible del sistema químico y eléctrico del oído y cerebro, que nos permite
realmente escuchar los sonidos?
El creyente en un Dios creador puede
que no sea capaz ahora de dar respuestas ideales a algunas preguntas, pero el
evolucionista está en peores condiciones cuando se trata de dar soluciones a
preguntas difíciles. De hecho, solo la creencia en un Creador inteligente puede
proporcionar una visión del mundo realmente adecuada. Aunque todavía existen
problemas, descubrimientos recientes han resuelto, para el creyente de la
Biblia, varios problemas que anteriormente no tenían explicación. Para
cualquiera de los misterios que permanecen, considere esta afirmación de Pierre
Lecomte de Noüy: "Misterio por misterio, parece más sabio, más lógico y
más inteligente el escoger a aquél que explica, de esta manera satisfaciendo
nuestra necesidad de comprender; aquél que abre la puerta a la esperanza, en
lugar de aquél que cierra esas puertas y no explica nada" (Human Destiny
(New York: Longmans, Green & Co., 1947), por Pierre Lecomte du Noüy).
Muchos materialistas parecen tenerle
miedo a la idea de que puede existir propósito o diseño en la naturaleza. Este
miedo parece estar basado en la aversión a considerar que pueda haber Alguien
en control del universo, a quien le rendiremos cuentas. Hasta gente inteligente
resistirá a veces el conocimiento sensato, aunque humillante, de que son partes
y no amos del misterio impresionante llamado creación.
Hay una tendencia humana de querer
exaltarnos a nosotros mismos. El orgullo del hombre es un hecho bien conocido
para los estudiantes de la naturaleza humana. Si no existe un Dios, el hombre
puede tomarse todo el crédito o dárselo a algo menor que él, como a la
"casualidad". Él puede hacer entonces “lo que le venga en gana”, sin
estar limitado por ideas de un futuro ajuste de cuentas, un juicio, un cielo o
un infierno.
La ciencia no puede crear la verdad
de la realidad. Tampoco la religión. Ellas tienen solo dos elecciones:
describir y ajustarse a la verdadera realidad, o crear una realidad falsa y
pagar el precio de las consecuencias de estar equivocado. Muchos científicos
cierran sus mentes a considerar a Dios.
Al decidir que no existe Dios, el
hombre piensa que se ha librado de él. La pérdida es enorme. Es un pobre
sustituto cuando el hombre se vuelve a la CASUALIDAD como a su dios.
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